Ya se habla de movilizaciones en la industria frigorífica

No deja de resultar emblemático: la jornada del 17 de octubre de 1945 nació con la movilización de trabajadores de la industria de la carne cercana al puerto de Ensenada; ahora crece el malestar en la industria frigorífica en general pese al discurso de Néstor Kirchner, y afirman que es en defensa de las fuentes de empleo.

Intensas conversaciones se realizan entre delegados gremiales de varios frigoríficos y las conducciones empresarias acerca de qué hacer ante la suspensión temporaria de exportaciones cárnicas que anunció el presidente Néstor Kirchner, a través de la ministro Felisa Miceli.

Las interconsultas se cree que pueden comenzar con pronunciamientos conjuntos pero no se descarta una convocatoria al estado de alerta y movilización de trabajadores de frigoríficos, con respaldo de productores pecuarios en general.

El secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Pedro Apaolaza, enfatizó que las limitaciones a las exportaciones son "un disparate, que se suma a un problema que ha llevado a la producción agropecuaria a perder 20 millones de toneladas de granos en un año".

El dirigente estimó que con la medida anunciada anoche, el país "perderá unos US$ 800 millones, por no saber buscar las soluciones que hacen falta".

"Lo que habría que haber hecho es eliminar el peso mínimo de faena, lo cual habría aportado mucha oferta. Y además hay un problema estacional: marzo es un mes en el que habitualmente hay menos entradas en el Mercado de Hacienda, y por eso hay menos oferta y aumentan los precios", añadió.

En declaraciones a radio Continental, Apaolaza criticó al presidente Néstor Kirchner, al sostener que "toma las cosas a la tremenda, y sigue sin haber medidas de fondo".

Por su parte, el secretario del Consorcio de Exportadores de Carne, Luis Bameule, admitió que "en el cortísimo plazo, es posible que haya un poquito más de oferta, que algunos precios bajen, pero no todos, porque el asado, por ejemplo, no se exporta".

Pero advirtió que "la señal que se ha dado es terrible para el largo plazo: quién va a estar estimulado a producir, a generar oferta hacia el futuro, con una medida de este tipo".

"Y además, en el cortísimo plazo, miles de obreros se van a crear sin trabajo", alertó Bameule, en declaraciones radiales.

El directivo puntualizó que "en los últimos dos años, en los que la exportación venía recuperándose sin caer el consumo interno, se iniciaron una cantidad de acciones (desde el gobierno nacional) que provocan que todo lo bueno quede trunco".

En tanto, el presidente de la Cámara Argentina de Consignatarios de Hacienda, Carlos Pujol, manifestó su "preocupación" por la suspensión de las exportaciones de carne vacuna por 180 días.

A su criterio, "limitar la exportación puede enviar un mayor volumen de carne al mercado, lo que puede arrastrar a una baja de precios en el corto plazo".

"Pero el tema aquí es que significa postergar el problema de fondo, y hasta ahondarlo. Porque lo que está faltando es carne para el consumo interno. Y ese faltante está producido por las limitaciones impuestas sobre la faena", añadió en declaraciones radiales.

Pujol dijo que "la duda es si con esta medida, el país decide dar la espalda a un crecimiento ganadero consistente".

Por último, el presidente de la consignataria Crespo Rodríguez, Luis Rodríguez, sostuvo que la suspensión "es una medida tomada muy a la ligera y será contraproducente en el sector".

"Además, no creo que influya mucho en la formación de precios. Hoy nos enfrentamos con una demanda demasiado alta, ya que la carne sigue siendo un alimento sustancial para los argentinos, y una oferta escasa", añadió.

Para Rodríguez, la recomposición salarial del último año que obtuvieron los trabajadores es uno de los factores principales para explicar los aumentos".

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