OBISPO DE MERCEDES-LUJÁN

Ogñénovich fue un clérigo católico muy polémico

Los cercanos a él -el caso de los empresario Raúl Monteta y Mario Montoto- no estarán de acuerdo pero Emilio Ogñénovich fue un clérigo no solamente polémico sino tan conservador que sus opiniones limitaron la relación de su diócesis con los jóvenes. Él fue la expresión del rechazo al divorcio vincular que impulsó Raúl Alfonsín.

 Emilio Ogñénovich (Olavarría, Buenos Aires, Argentina; 25 de enero de 1923 - Mercedes, Buenos Aires, Argentina; 29 de enero de 2011) murió como arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján.

 
Emilio Ogñénovich militó entre los clérigos más conservadores de la Iglesia Católica Apostólica Romana en la Argentina. 
 
Él falleció a los 88 años en Mercedes. Sus restos fueron velados en la catedral de Mercedes. Y hubo una misa en su memoria en Luján.
 
Ogñénovich nació en una familia de origen croata. Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1949 en la Basílica Nacional de Luján, por monseñor Anunciado Serafini, obispo de Mercedes.
 
Su carrera eclesiástica tuvo los siguientes hitos:
 
> obispo titular de Mibiarca y auxiliar de Bahía Blanca (01/10/1979); 
 
> obispo de Mercedes-Luján (08/06/1982); 
 
> la diócesis fue elevada a arquidiócesis Mercedes-Luján, y él promovido a arzobispo de la sede, el 21/11/1997. 
 
Renunció por edad el 07/3/2000. 
 
Su lema episcopal fue: "In nomine tuo".
 
Pero será recordado porque en 1987, como obispo de Mercedes, Ogñenovich organizó una procesión a Plaza de Mayo encabezada por la Virgen de Luján, en contra de la ley de divorcio impulsada por el presidente Raúl Alfonsín. 
 
Ante la escasa cantidad de asistentes, Ogñénovich acusó a los obispos ausentes de haber traicionado el compromiso asumido.
 
Regresó a la actividad política en 1999, participando de la propaganda de campaña a la gobernación de Carlos Ruckauf. 
 
Y acusando a la candidata competidora de Ruckauf, Graciela Fernández Meijide, de haber firmado un proyecto a favor de liberar la práctica del aborto.
 
Se atribuyó todo aquel entuerto a la relación personal entre el arzobispo y Esteban Caselli, quien fue secretario general de la Gobernación bonaerense y hoy día es senador italiano por el partido de Silvio Berlusconi.
 
En los años '90, Ogñénovich tuvo gran aportante a su diócesis al empresario Raúl Moneta, pero el empresario de su mayor confianza era Mario Montoto, quien, se dice, ingresó al autotransporte de pasajeros gracias a contactos del clérigo.

En julio de 2004, durante el sepelio del ex intendente de Mercedes, Julio César Gioscio, Ogñénovich habló de su imagen y de lo que la gente supone que piensa de él. También trazó algunas paralelas entre su gestión y la de su sucesor, el arzobispo Ruben Di Monte.

"A mí en Mercedes me querían todos, unos colgados de un árbol y los otros caminando. Ignoro el porcentaje", reflexionó el emérito Emilio. "He procurado servir siempre a todos, quizás no lo he hecho en la debida forma, y ayudar a que Mercedes vuelva a ocupar el lugar de liderazgo entre las ciudades que están alrededor".

"Por algo los tribunales de tanto tiempo tienen como referencia a Mercedes", afirmó.

"En tiempos en que estaban los que fueron cardenales destacados en la Iglesia Católica, tanto Pironio como Quarrachino, fueron líderes en ese momento en que Mercedes era una ciudad más importante en el desarrollo cultural, con grupos de teatro, de coros, orquestas sinfónicas y típicas, poetas, etcétera", destacó.

"Cuando yo vine pregunté ¿sigue siendo Mercedes?, después de faltar mucho tiempo, pese a que fue mi diócesis de origen por la que entré al Seminario. Era una diócesis muy extendida en La Pampa, ocupaba la diócesis de San Nicolás y parte de la de Azul de estos días. Santa Rosa, la mitad de La Pampa, donde estaba monseñor Serafini... Y me dicen ahora es la capital del salame. A todos nos gusta el mejor salame de la república, el de Mercedes, pero no sé por qué se perdió esa centralidad en el desarrollo de la cultura", dijo Emilio.

Y antes de retirarse, se animó a ensayar alguna explicación a la baja de la cultura en Mercedes, en la que incluyó a 2 de sus iniciativas que hoy no existen o cambiaron de rumbo: el Canal Santa María y la sede local de la Universidad del Salvador.

Él destacó "la pérdida de la Universidad del Salvador, de la que egresaron tantos alumnos que son destacados hoy en día en el ejercicio de la abogacía. No sé porque no está presente. La misma suerte que el canal Santa María, sigue presente en los medios de comunicación, se extiende en San Miguel y cada vez va ampliando más el número de hogares a los que llega, aunque está repitiendo dos canales católicos, uno de Estados Unidos y otro de México, es muchísima la gente que en parte de la Ciudad de Buenos Aires, La Matanza, el Gran Buenos Aires, llega a través de Telered. Creo que esa es una deuda que tiene la ciudad", cuestionó.

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