Nuevo percance de BP en su 4to. intento por detener la fuga de petróleo

La empresa británica BP sufrió un percance mientras llevaba a cabo su nueva maniobra de interrupción del vertido de petróleo del golfo de México, después de que una de las sierras se quedase atascada al tratar de hacer uno de los cortes en el conducto dañado, según informó el comandante de la Guardia Costera, el almirante Thad Allen.

BP desistió el pasado sábado de un plan consistente en sellar la fuga con lodo y cemento y ahora planea cortar partes del conducto afectado para que una cúpula recoja el vertido y lo canalice hacia un contenedor en la superficie.
El comandante de la Guardia Costera, el almirante Thad Allen, informó en rueda de prensa desde la localidad de Schriever, en Luisiana, que los robots submarinos realizaron un primer corte limpio en el conducto, pero que la sierra que debía realizar una segunda sección fracasó en su primer intento al quedarse bloqueada.
"Están intentando mover la parte superior del tubo para dejarlo libre", explicó Allen. "El objetivo para hoy es finalizar ese corte y poner un dispositivo de contención encima del pozo", añadió.
Estos trabajos pueden incrementar a corto plazo en un 20 por ciento la cantidad de petróleo que se vierte al mar, pero el jefe de la Guardia Costera declaró que cualquier posible aumento del vertido no se verá hasta que los trabajos de corte no concluyan.
BP ha perdido más de un tercio de su valor de mercado, o unos 46.000 millones de libras esterlinas (US$ 67.000 millones) desde que comenzó la crisis, reflejando un pronóstico cada vez más pesimista de los analistas del sector energético.
El derrame está causando un desastre ecológico y económico en la costa estadounidense del Golfo de México.
Dejando atrás su fallida maniobra "top kill" para tapar la fuga en el pozo ubicado a 1.600 metros de profundidad, BP se lanzó a un arriesgado plan para extraer parte del crudo que involucra cortar primero lo que queda de la tubería ascendente averiada, y luego descender una cúpula de contención sobre la salida del pozo.
Una fuente cercana a la compañía, hablando bajo condición de anonimato, dijo que las operaciones para cortar la tubería comenzaron el martes a última hora. La fuente no indicó cuánto tardaría este procedimiento.
La estrategia es ampliamente considerada como la última gran esperanza para al menos reducir la salida de petróleo antes de agosto, cuando la firma prevé tener finalizada la perforación de dos pozos de emergencia que ahora son vistos como la única opción de cortar totalmente el escape.
"Ya no estamos hablando sobre tapar el pozo. Estamos hablando acerca de contener el pozo", dijo el martes el almirante de la Guardia Costera Thad Allen.
La cúpula de contención, construida con una junta en el fondo para ajustarse encima de la fuga y dejar afuera el agua marina, fue diseñada para capturar una gran porción del crudo y canalizarlo a través de una manguera a una embarcación en la superficie.
La tapa también está equipada con válvulas para permitir a los operadores inyectar metanol o agua caliente, lo que evitaría la concentración de hidratos de gas natural que hicieron fracasar un intento anterior.
Pero cortar el extremo de la tubería dañada podría aumentar el flujo de crudo en un 20% hasta que la cúpula sea instalada. Allen dijo que podrían pasar 72 horas para que el mecanismo comience a funcionar.
Hasta 19.000 barriles (o 3 millones de litros) de petróleo al día se han derramado en el golfo desde la explosión del 20 de abril que hundió la plataforma Deepwater Horizon y causó la muerte de 11 personas que trabajaban allí.
La mancha de crudo en el Golfo de México ha superado al desastre del Exxon Valdez en las aguas de Alaska en 1989 como el peor derrame de petróleo en Estados Unidos.
Pedido
2 senadores demócratas han enviado una carta al director ejecutivo de BP, Tony Hayward, en la que le piden que suspenda el pago de cualquier dividendo a los accionistas de la petrolera hasta que el Gobierno norteamericano pueda estimar de forma fiable cuánto costarán las labores de limpieza del vertido de petróleo en el Golfo de México, que sigue incontrolado después de 43 días.
"Aunque entendemos la necesidad de garantizar a los accionistas que el desastre en el golfo no afectará sustancialmente la estabilidad financiera de BP, nos preocupa que trasladar fondos de las arcas de la empresa a los bolsillos de los inversores podría dificultar el poder pagarle compensaciones al Gobierno de EE UU y a las comunidades de América que trabajan contrarreloj para parar el daño de este vertido devastador", aseguran en su carta los senadores Charles Schumer, de Nueva York, y Ron Wyden, de Oregón.
BP asegura haber invertido hasta la fecha más de US$ 1.000 millones (€819 millones) en las labores de limpieza y en intentar taponar los puntos de fuga. Según la empresa, antes de final de año podría cuadruplicar esa cifra. Los senadores, sin embargo, disponen de un informe de Credit Suisse en el que se asegura que el gasto real puede superar los US$ 37.000 millones (€30.000 millones).
A petición del presidente Barack Obama, BP asumirá el coste integral de esas labores de limpieza. Por eso, los senadores quieren asegurarse de que dispone de la liquidez para ello. El mes pasado tomaron una medida similar, cuando la subcontrata que operaba la plataforma hundida, Transocean, anunció que repartiría US$ 1.000 millones (€819 millones) como dividendos entre sus accionistas. Entonces pidieron al fiscal general de USA, Eric Holder, que investigara esos pagos.
Pronóstico sombrio en varios frentes
Sumándose al malestar por el derrame, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) dijo que vientos moderados en dirección sur y suroeste esta semana pueden comenzar a acercar el petróleo a las costas de Mississippi y Alabama.
La advertencia coincide con el inicio oficial de la temporada de huracanes en el Atlántico, y los pronósticos indican que esté verano podría ser el más activo desde el 2005, cuando los huracanes Katrina y Rita asolaron la costa del golfo.
La pesca comercial y la extracción de camarones y ostras han estado suspendidas por semanas en la costa del Golfo de México, que alberga a una industria de unos US$ 6.500 millones.
Mientras los equipos de limpieza han atacado la mancha con disolventes, dispersantes y quemas controladas, los equipos de protección costera han empleado barreras flotantes y bolsas de arena para contener la mancha petrolera.
Científicos y residente locales están principalmente preocupados por el ingreso de petróleo en pantanos y marismas que albergan una rica vida marina.

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