La inflación no da tregua: Ahora, los servicios

"Los fuertes aumentos de comienzos de año, en especial en alimentos, hicieron que los servicios privados queden muy retrasados con respecto a los bienes, por lo que es probable que las empresas del sector tengan mayores incentivos a ajustar los precios y reducir la brecha. Además, el impacto de los nuevos acuerdos salariales en un sector que depende fundamentalmente de la mano de obra implica presiones adicionales en los precios. Así, la aceleración esperada en servicios para los próximos meses implica una agudización del problema inflacionario. De esta manera, 2010 finalizará con la mayor tasa de inflación desde la devaluación", afirmó la consultora Ecolatina.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Ecolatina). El ajuste de precios de mayo es el doble del observado en mayo de 2009 y se asemeja a los valores de 2008, en pleno conflicto con el campo. No hay desaceleración de la inflación (la Argentina es de los 5 países con mayor inflación del mundo) porque se mantiene una dinámica alcista.

1. Luego de una inflación promedio de 2,4% en el 1er. cuatrimestre, el IPC Ecolatina registró en mayo la menor suba del año (+1,6%). Sin embargo, esta reducción responde a la estacionalidad propia del período.
2. El registro de mayo es el doble del observado un año atrás y se asemeja a los valores de 2008, en pleno conflicto con el campo. En este contexto, la suba en alimentos y bebidas volvió a superar el 2% mensual y también creció por encima de los últimos años.
3. De esta forma, no debe interpretarse el menor incremento del mes como una desaceleración de la inflación ya que ésta no sólo continúa en niveles elevados, sino que además mantiene una tendencia alcista.
4. En términos interanuales, el índice aumentó de 20,9% en abril a 21,8% en mayo. Esta aceleración es cada vez más generalizada y nueve de cada diez subrubros que componen el IPC Ecolatina exhiben un crecimiento interanual respecto a lo registrado en abril pasado.
5. En esta dinámica, los alimentos pasaron de explicar 70% de la suba de precios en el primer trimestre a "sólo" 46% en el bimestre abril-mayo.
6. Es probable que en los próximos meses se observe una fuerte aceleración en los servicios privados, debido al actual retraso respecto de los bienes (producto de la inflación en alimentos) y a los nuevos acuerdos salariales.
7. Esta aceleración esperada en servicios implica una agudización del problema inflacionario. De esta forma, 2010 finalizará con la mayor tasa de inflación desde la devaluación.
8. La aceleración de la inflación observada en lo que va del año, endureció la postura de los sindicatos en las negociaciones paritarias.
9. Además, a diferencia de años anteriores, las expectativas de inflación juegan un rol importante en las negociaciones paritarias. Los reclamos superan ampliamente la inflación y los incrementos otorgados en 2009.
10. El problema de ajustar salarios en base a la suba de precios esperada es que se puede generar una profecía auto-cumplida. Si los actores económicos prevén una aceleración de la inflación y se cubren anticipadamente, inducen con su comportamiento un mayor incremento de las variables nominales.
11. Recién en los últimos días el gobierno parecería dar señales para contener las subas salariales. Sin embargo, las negociaciones paritarias ya están muy avanzadas.
12. En el escenario actual, una política que busque reducir la tasa de inflación también deberá atacar las expectativas inflacionarias y coordinar un proceso gradual de desaceleración de las variables nominales (acuerdo social).
 
La puja distributiva suma leña al fuego
En el Informe Semanal de fines de febrero, alertábamos sobre la complejidad de las paritarias de 2010. La aceleración de la inflación y la fuerte suba de los alimentos en los primeros meses de año, junto al incremento del salario mínimo docente (23,5%) sentaban un piso elevado para los aumentos salariales.
 
Efectivamente, los reclamos fueron en alza y algunos gremios  consiguieron incluso subas en torno de 35%. Más allá de ser casos puntuales, el efecto simbólico de estas cifras es significativo. Aquellos sindicatos que estaban por acordar endurecieron sus posturas y los que cerraron en cifras cercanas al 25% comenzaron a evaluar la reapertura de las negociaciones.
El primer hecho significativo es que a diferencia de otros años las expectativas de inflación juegan un rol importante en las negociaciones. De hecho, los reclamos superan ampliamente los incrementos otorgados en 2009 y la inflación del año pasado (ambos en torno de 15%).
Igualmente, la escalada de los reclamos también tiene correlato con la aceleración de los precios de los alimentos, considerados "bienes salarios" o de primera necesidad. Por caso, el capítulo alimentos y bebidas trepó en mayo 31,7% i.a. y acumula en sólo 5 meses un alza de 17,6%. Si se compara un incremento salarial del 35% con la suba percibida en ese rubro, los reclamos no lucen tan desmedidos.
En cambio, si tenemos en cuenta el aumento del nivel general de precios (21,8 % i.a. en mayo, 10 p.p. por debajo de Alimentos y Bebidas), notamos que los reclamos salariales ya incluyen un componente expectativas significativo.
 
El problema de ajustar salarios en base a la suba de precios esperada es que se puede generar una profecía auto-cumplida. Si los principales actores económicos prevén una aceleración de la inflación y se cubren anticipadamente, efectivamente inducen con su comportamiento a un mayor incremento de las variables nominales.
Lamentablemente, sin un indicador de precios objetivo se tiende a sobreestimar la inflación pasada y generar mayores expectativas de inflación futura. Para peor, el gobierno no da señales de atacar este problema y en los últimos meses la aceleración de los precios ha sido significativa.
De hecho, la falta de coordinación nominal activó la puja entre precios y salarios. Incluso, en algunos casos se observa el acortamiento de los plazos de los contratos laborales con cláusulas de renegociaciones antes del término de los 12 meses.
Recién en los últimos días el gobierno parecería dar algunas señales para contener las subas. En este sentido, el acuerdo de Estatales (UPCN) por 21% serviría de testigo y habría indicios de un incremento similar en Camioneros.
Sin embargo, las negociaciones paritarias ya están muy avanzadas y en el caso del sector público, todavía es una incógnita la letra chica de lo acordado. Además, el ejecutivo remarcó que el salto de ganancias en mayo refleja los buenos resultados de las empresas en 2009, lo que puede volver a impulsar la puja distributiva.
Más allá del cierre de este capítulo, un nuevo elemento se suma a los factores que impulsan la inflación: la puja entre precios y salarios guiados por crecientes expectativas inflacionarias.
Esto significa que para desacelerar el incremento de los precios ya no alcanza exclusivamente con aumentar la oferta productiva.
A futuro será clave atacar las expectativas inflacionarias y coordinar un proceso gradual de desaceleración de las variables nominales que requiere un acuerdo entre los principales actores sociales.

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