Israel debate su error con la Flotilla Humanitaria

Muy interesante las 2 notas -con puntos de vista bastante diferentes que ayuda a conocer el debate en Israel- que difundió la revista digital Horizonte (que denunció haber sido hackeada pero ahora pudo reorganizar su programación). La idea de rotular como 'terroristas' a los viajeros de la Flotilla Humanitaria es ridícula. El concepto de que Israel es víctima de la 'guerra mediática' es tan absurdo como afirmar que desconoce sus principios (¡Ay Fabián Wajner!). Pero de la lectura es muy rescatable lo de Gabriel Bacalor.

Aqui las 2 notas de la revista digital Horizonte:
Gabriel Bacalor, economista especializado en negociación y alta tecnología, desde Jerusalem: "Como muchos otros israelíes, opino que la situación de dominio sobre el pueblo palestino es inadmisible, y también un impedimento insalvable para el diálogo el no reconocimiento del derecho del Estado de Israel a existir, como hace Hamás. De mantenerse esta situación, terminarán desapareciendo tanto los palestinos como Israel".

La prensa israelí sostiene que el combate entre los pasajeros del crucero Mavi Marmara de bandera turca y los comandos del ejército israelí se fundó en un "error de inteligencia". Aunque critican a los responsables de brindar información militar, también comprenden ellos supusieron que los activistas pro-palestinos eran civiles pacíficos, que no atacarían a los soldados o a lo sumo, resistirían mediante insultos, escupidas y alguna que otra piedra.
Los medios locales en Israel refuerzan esta hipótesis mostrando videos del ingreso de los comandos al barco, donde se observa que a medida los efectivos bajan del helicóptero, son atacados ferozmente por hordas de personas provistas con cuchillos, palos y bombas Molotov.
A su vez, la prensa hebrea destaca la intención de los simpatizantes de Hamás de combatir el bloqueo impuesto a Gaza y la forma cómo los medios occidentales sesgan las noticias e ignoran que los pasajeros del crucero atacaron ferozmente a soldados israelíes que abordaban el barco provistos inicialmente de rifles de Paintball, obviamente, para no generar daños relevantes.
Israel es una potencia militar en una de las regiones más sensibles del planeta. Dispone de satélites, un excelente servicio de inteligencia y múltiples tecnologías para recabar información estratégica. Como ciudadano israelí debo reconocer que resulta excesivamente ingenuo asumir seamos incapaces de detectar e identificar gente armada y/o prescindir de una hipótesis alternativa de gente dispuesta a atacar físicamente a cualquier soldado israelí que abordara el barco.
Personalmente, confío que Israel tiene capacidad militar para frenar a un yate sin necesidad de provocar una crisis internacional, en el caso que fuese vital para nuestra seguridad mantener el bloqueo sobre la Franja de Gaza (medida discutible, habida cuenta que ingresan armas a Gaza todos los días por otros medios) el cuál, tal como está planteado, no sirve para nada.
Entonces me pregunto ¿Por qué abordar un yate lleno de civiles militantes de grupos evidentemente pro-Hamás?
¿Por qué hacerlo de manera que los comandos se vean en la necesidad de disparar balas de plomo al ser atacados?
¿Por qué, además, hacerlo en aguas internacionales, adónde ilegitimamos cualquier justificación de defensa propia en base al derecho internacional?
Ninguna respuesta me permite descartar la hipótesis que los sucesos respondan a una decisión política del actual gobierno del Estado de Israel de causar una conmoción internacional.
Desde hace días es noticia de la prensa local que el Marmara zarparía desde Turquía transportando militantes que respaldaban a Hamás, con el objetivo de quebrar el bloqueo de Israel a Gaza y demostrar su voluntad de conflicto.
No dudo que se trató de una provocación de Hamás y que el ataque de Israel fue funcional a sus intereses pero reconozco que nuestra respuesta es aún más grave, ya que podría sentar bases para, ojalá me equivoque, el inicio de una Tercera Intifada.
¿Sólo una oportunidad desperdiciada?
Cuando ocurren tragedias de gran calibre, es siempre necesario destacar el contexto histórico. Estábamos inmersos en el proceso de reestablecimiento de las conversaciones de paz entre el Gobierno Israelí y la Autoridad Nacional Palestina auspiciadas por el Presidente Obama y la comunidad internacional. El conflicto con la supuesta "Flotilla Humanitaria" cancela cualquier intento de conversación de paz en estos momentos.
Una lectura posible es que, a mediano plazo, el éxito de las tratativas de paz sería nefasto para la derecha Israelí y también para Hamás, pues ambos podrían perder espacio político de cara a las próximas elecciones en sus respectivos países.
Asimismo, si los intereses electorales de la derecha Israelí y de Hamás son convergentes en ese punto, debemos primero lamentar que en el mundo haya tantos idiotas útiles funcionales a ambos grupos reaccionarios.
En mi humilde opinión, la prensa internacional constituye un eslabón sinne qua non en el andamiaje utilitario de los sectores que rechazan la paz.
Resulta interesante estudiar la propiedad y conformación de los medios de noticias internacionales, tanto como las fuentes y los modos de seleccionar las noticias que hacen los periodistas.
En el episodio del raid a la flota supuestamente libertaria, destaco con dolor la postura de aquellos periodistas ligados al progresismo, a quieres en muchos casos respeto y admiro, que en su ferviente defensa del "débil" pueblo palestino, omiten información crítica como los vínculos existentes entre casi cien pasajeros del barco y la Yihad Islámica, o como los misiles que en este momento asolan la sureña ciudad israelí de Ashkelon. La subjetividad de la noticia es inevitable pero el ocultamiento de información atenta contra la verdad y la justicia.
Para finalizar, como muchos otros israelíes, opino que la situación de dominio sobre el pueblo palestino es inadmisible, y también un impedimento insalvable para el diálogo el no reconocimiento del derecho del Estado de Israel a existir, como hace Hamás.
De mantenerse esta situación, terminarán desapareciendo tanto los palestinos como Israel y si el mundo cree posible mantenerse al margen, descubrirá con horror que, tal como dijera alguna vez Albert Einstein, "...No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta se usarán palos y piedras".

Ahora Fabián Wajner, desde Montevideo, Uruguay (un belicista, obviamente): "A Israel se le impuso un choque armado que claramente no buscaba, y pudo finalmente detener los barcos que pretendían quebrar su soberanía, ¿por qué para el mundo entero Israel perdió esta batalla?; ¿y por qué Turquía y Hamas se anotan unos tantos a su favor? Un nuevo tipo de guerra está en desarrollo."
 
La acción de la Marina israelí sobre la "flotilla pro-palestina" del pasado lunes 31/05 derivó en un escándalo internacional a gran escala. Si a Israel se le impuso un choque armado que claramente no buscaba, y pudo finalmente detener los barcos que pretendían quebrar su soberanía, ¿por qué para el mundo entero Israel perdió esta batalla?; ¿y por qué Turquía y Hamas se anotan unos tantos a su favor? Un nuevo tipo de guerra está en desarrollo.
Buena parte de las guerras a lo largo de la historia han respondido al interés de los Estados en servirse de resultados mediáticos para objetivos políticos internos (y el Medio Oriente lo ha vivido repetidas veces). Sin embargo, emprender para ello "Guerras Convencionales" implica enormes riesgos para los límites territoriales y la propia estabilidad del régimen.
Con la proliferación de las "Guerras de Guerrillas" y el "Terrorismo Armado" desde mediados del siglo XX, múltiples Estados apoyaron este método entendiendo que lograban similares beneficios "mediáticos", pero arriesgando menos. Acertando o fracasando, no estaban en juego ni sus tierras, ni sus tronos. De modo que los ejércitos comenzaron a especializarse en enfrentar también este tipo de desafío.
La aparición desde inicios del siglo XXI de los medios de comunicación globales e instantáneos - que se expresan hoy en aplicaciones como Facebook, YouTube o Twitter posibles de conectar a video-teléfonos portables - han derivado en el surgimiento de un nuevo tipo de lucha aún más rentable: la "Guerra Mediática". A través de ella se gastan menos recursos, se arriesga aún menos en términos militares y se consiguen mejores dividendos en términos político-estratégicos.
¿Cómo se emprende una "Guerra Mediática"?
Veamos el caso reciente. Alcanza con organizar una flotilla de barcos bien equipada y preparar los posibles escenarios de victoria mediática.
¿Los soldados?

Una combinación bien variada de activistas radicales pro-palestinos, militantes e immanes pro-Jihad, anarquistas anti-globalización y, por supuesto, entre ellos algún judío "tolerante" (si es israelí mejor).
¿Las armas?
Desde la retaguardia, la transmisión en vivo de los canales de televisión. En el frente, celulares de última generación y cámaras de video, todos prontos para traspasar rápidamente la información a los medios de comunicación. Estos se encargarán del resto, mientras en paralelo comienza "espontáneamente" una cadena de manifestaciones de condena en todo el mundo.
¿Qué hacer?
La gran pregunta que surge es cómo combatirla. El ejército israelí pretendió inicialmente una operación "silenciosa", abordando sin armas de fuego y esperando no recibir mayor resistencia, pero cuando se vio próxima al linchamiento de los soldados acabó derivando en todo lo opuesto: violencia y víctimas; ergo, una enérgica condena internacional.
Lo que parece no haber comprendido Israel es que en las "Guerras Mediáticas" no vence la Parte que "desarticula" a la otra en el lugar del acto como en otras guerras, sino quien logra salir más rápido y mejor posicionado ante las cámaras internacionales. Si ese es el verdadero campo de batalla en una contienda mediática, en este se debe estar pensando al planificar una operación de este tipo.
Como consecuencia, Israel fue herida de guerra por una batalla mediática impuesta por Turquía y Hamas (escudados detrás de la O.N.G. islamista turca I.H.H.), quienes obtienen amplios dividendos de esta batalla.
En el primero, el partido pro-islamista del presidente Recep Tayyip Erdogan (AKP) consigue una ola de fervor popular en el preciso momento en que se pronosticaba un descenso en su apoyo. Y lo más importante, a pocos meses del plebiscito en torno a los cambios constitucionales, clave ineludible para aferrarse al poder y diluir la amenaza neo-kemalista.
Pensar en acciones futuras
En cuanto al Hamas, sus principales líderes - Khaled Mashaal e Ismail Haniyeh -  consiguen colocar sobre la mesa el debate sobre el bloqueo y rescatar del olvido su gobierno en Gaza, en un momento en que el líder del Fatah y presidente de la A.N.P., Mahmoud Abbas, y el Primer Ministro de la A.N.P, Salam Fayyad, alcanzaban cada vez mayor legitimidad internacional y popularidad local.
En Israel resta mucho por debatir sobre las características de la operación, pero lo esencial a analizar para el futuro es el cambio a realizar en las mentes de los principales tomadores de decisión a la hora de combatir "Guerras Mediáticas".
En el pasado los ejércitos nacionales debieron adaptarse a pelear también contra las guerrillas y el terrorismo. Igual proceso deberá suceder en torno a este nuevo tipo de lucha, que aparenta recién estar comenzando.

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