El PSOE se queda solo en el Congreso español, al aprobar la reforma laboral

José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a salvar un escollo fundamental: la convalidación en el pleno del Congreso del decreto de reforma laboral. Lo ha hecho sólo con los votos favorables de los diputados del PSOE (168) y entre críticas del resto de grupos parlamentarios, pero, al fin y al cabo, el decreto está convalidado y ahora inicia un trámite ultrarrápido en el que será posible incluir enmiendas.

No ha convencido la reforma laboral impulsada por el Gobierno español pero ha logrado aprobarla: el decreto ha sido convalidado sólo con los votos del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), y con más abstenciones que votos a favor.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se ha esmerado en asegurar que la norma "no abarata el despido" ni "merma los derechos" de los trabajadores.
Sus argumentos han sido durante replicados, del primero al último.
Desde el opositor Partido Popular, Soraya Sáenz de Santamaría ha sentenciado: "Esta reforma no está planteada para contratar sino para despedir".
Así, el PP ha argumentado su abstención, que se ha sumado a las de CiU (catalanes), PNV (vascos), Coalición Canaria, UPN (Unión el Puebo Navarro) y UPyD (Unión Progreso y Democracia).
A ellos, se ha añadido el socialista Antonio Gutiérrez, ex secretario general de CCOO, por tanto, una voz de peso en este campo y que, además, es el presidente de la Comisión de Economía. Tal y como había anunciado, ha roto la disciplina del partido. Todos ellos en total alcanzan las 173 abstenciones. Sólo ha votado a favor el PSOE (168) y en contra ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), IU (Izquierda Unida), ICV (Iniciativa per Catalunya Verds), BNG (nacionalistas gallegos) y NaBai (Nafarroa Bai, 8 votos ).
Durante el debate, Corbacho ha manifestado que no hay un abaratamiento del despido "puesto que cualquier trabajador con contrato indefinido percibirá la misma indemnización, antes y después de la reforma; es decir, 45, 33 ó 20 días según el tipo de contrato y la causa de extinción".
El titular de Trabajo, que ha insistido también en que "el Gobierno tenía la firme voluntad de consensuar estas actuaciones", justificando el decreto en que "el acuerdo no ha sido posible" entre los agentes sociales, ha fijado tres objetivos para la reforma.
Primero: "Reducir la dualidad del mercado de trabajo, impulsando el empleo estable y de calidad".
Luego, "reforzar los instrumentos de flexibilidad interna en las empresas".
Y, en tercer lugar, "mejorar las oportunidades de acceso al empleo de las personas desempleadas, y en particular, de los jóvenes, y reforzar los mecanismos de la intermediación laboral".
Por otra parte, Corbacho ha presumido de que la reforma "aborda de manera equilibrada" la necesaria "flexibilidad" del marco laboral, "sin merma de los derechos de quienes ya tienen un empleo estable".
En todo caso, y pese a todos estos pretendidos beneficios de la reforma, ha puntualizado que es "temporal" y que "servirá de transición hacia un modelo de capitalización individual que deberá ponerse en marcha en enero de 2012".
PP: "Es una reforma para el despido y no para el empleo"
La portavoz 'popular', Soraya Sáenz de Santamaría, ha confirmado la abstención de su Grupo, no sin hacer un duro alegato contra el decreto. Ha asegurado desde la tribuna del Congreso que "la reforma no está planteada para contratar sino para despedir" y que es "aislada, parcial, confusa y mal orientada, porque es una reforma para el despido y no para el empleo".
Sáenz de Santamaría ha señalado, además, que se trata de un fracaso anticipado y anunciado", tanto por "las fomas" -por la falta de un acuerdo social y político- como por "el fondo". En el primer sentido, la dirigente 'popular' ha arremetido contra los socialistas porque "llegaron al Gobierno presumiendo de talante y, a golpe de decreto, lo han enterrado para siempre; en 15 días han liquidado el Pacto de Toledo y hoy dan la puntilla al diálogo social". En cuanto al fondo, Sáenz de Santamaría ha inisitido en el error de plantear la reforma como una "medida aislada", cuando "debería formar parte de una estrategia global contra la crisis".
La portavoz 'popular', que ha hecho un guiño contra el ministro Corbacho apostando por que "no va a tener que votar" la reforma, y otro en favor del PNV, citando expresamente la intervención del diputado Emilio Olabarría, ha aprovechado para reivindicar la "reforma laboral del PP". Nosotros defendemos que es necesaria la reforma laboral, pero no ésta reforma laboral".
Tras desglosar todas sus objeciones al decreto del Gobierno, haciendo especial hincapié en preguntar "quién va a pagar" los despidos "cuando se termine el dinero de Fogasa", ha abogado por una reforma "inspirada en la estabilidad y la flexibilidad interna".
"No podemos seguir basando la flexibilidad en la expulsión del mercado laboral de los trabajadores temporales", ha dicho. Tras ser interrumpida varias veces por la bancada socialista, la portavoz del PP ha improvisado: "Veo que abordan con gran talante la negociación de este proyecto de ley en esta Cámara".
El PSOE, al PP: 'Es el partido del no'
El portavoz socialista, José Antonio Alonso, ha reprochado al PP su falta de propuestas alternativas, y le ha tachado de ser "el partido del no". En su opinión, ése es el voto que querría haber expresado si hubiera podido, a la luz de la intervención de Sáenz de Santamaría.
Por otra parte, CiU ha afirmado que la propuesta es "incompleta e insuficiente". Carles Campuzano, que se ha remitido a la tramitación como proyecto de ley, ha subrayado se debe "reformar la negociación colectiva, reforzando la relación entre salarios y productividad". CiU ha puesto como objetivo un "mercado de trabajo más eficiente para las empresas y más justo para los trabajadores", "sabiendo que ésta no va a ser la última reforma de trabajo en España".
IU-ICV acusa al PSOE de dar 'un volantazo a la derecha'
En nombre de IU-ICV, Joan Herrera ha calificado la propuesta del Gobierno de "desequilibrada y valiente sólo con los débiles" y ha asegurado que este es un "día histórico" en el Congreso porque "esta Cámara va a abaratar el despido". Además, Herrera ha sentenciado que el PSOE ha dado un "volantazo a la derecha, dejando de lado a los sindicatos, votantes e, incluso, algún dirigente".
Rosa Díez se ha dirigido al ministro "en ausencia del presidente que más ha hecho por la pérdida de crédito en España" para calificar la reforma laboral de "bálsamo de fierabrás porque los mercados aplauden y ustedes sonríen". La diputada de UPyD ha tachado también la reforma de "insustancial y confusa" y ha asegurado que generará más problemas de los que ya existen hasta que sea definitiva. "Es un quiero y no puedo", ha añadido porque entre otras cosas está "hecha por presiones exteriores", "ustedes no creen en ella", "no es la que España necesita" y está basada en un "fracasado".

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