Dinero & deporte: 7 lecciones del Mundial para los inversores

¿Qué pueden aprender los inversores del Mundial? Buen ensayo de una periodista especializada en finanzas, atendiendo la agencia global por estos días.

MADRID ( Cotizalia). Con la celebración del Mundial de fútbol, se gana mucho: ganan dinero las selecciones, los anfitriones, las cadenas de televisión… pero, además, se pueden extraer importantes lecciones aplicables a los mercados de valores, pueden servir para aprender cómo hacer dinero. En el fondo, el juego de los mercados es similar.
 
Sobre las ganancias, para muestra, los ingresos de la Federación Internacional de Clubes de Fútbol (FIFA) durante el mundial de Alemania 2006 ascendieron a 1.800 millones de dólares en derechos de transmisión, según los datos recogidos por The Economist.
 
Sobre las lecciones, los empresarios reconocen que el fútbol se parece mucho a la estrategia empresarial: importa la preparación previa, el terreno de juego, el análisis del contrario. Se habla de solvencia del equipo o de las excelencias técnicas del mismo.
 
1. Hay crisis o ‘shocks’ constantemente, así que no deberíamos sorprendernos con lo inusual, que sucede siempre.
Tal y como subraya The Wall Street Journal en un artículo, ¿quién se imaginaba que Francia e Italia, que hace 4 años fueron finalistas, serían abatidas en la 1ra. fase? ¿O que Suiza se merendaría a España tal como lo hizo? Las sorpresas ocurren continuamente y siempre hay alguien que gana con ello, como en las apuestas.

2. La mejor defensa, un buen ataque
La segunda lección que propone Brett Arends en las páginas del diario estadounidense es la necesidad de una buena defensa. Como se suele decir, "sólo hace falta un segundo para que te metan un gol" y los inversores "conocen este sentimiento": los beneficios de un buen negocio pueden perderse en un momento por un descuido.
 
Por otra parte, la mejor defensa es un buen ataque y Arends subraya que "es mucho más divertido luchar para hacer dinero que permanecer a la defensiva intentando no perderlo". La regla número uno, para el fútbol y para los negocios es que no te metan un gol. La segunda, recordar la primera.

3. Hay que tener una visión global
Hay que pensar globalmente. Además de seguir a la selección del propio país, los aficionados prestan atención a los grandes equipos, siguen sus jugadas. Los inversores tienen que aprender también a hacer esto: hay que diversificar geográficamente fuera de las fronteras del propio país a la hora de invertir.
 
Hay estudios que revelan que los inversores de EEUU tienen una cartera compuesta en un 80% por títulos estadounidenses y no tiene sentido, según Arends. Un informe de AQR Capital Management revela que los inversores con carteras globales obtienen mayores retornos a largo plazo. Además, el inversor ya tiene su trabajo y su casa en su país y, por tanto, una exposición al riesgo del mismo.

4. No dejarse llevar por la pasión
No te dejes cegar por la esperanza y el deseo de la victoria. Arends entiende que un seguidor del equipo norcoreano se deje llevar por la pasión y apueste por su selección, pero no comprende porque los inversores hacen lo mismo y se apegan a inversiones hasta que se hunden, cómo pueden mantener la esperanza de beneficios en compañías con una mala dirección o una mala estrategia o productos pésimos.
 
Excepto que se trabaje en una compañía, nadie debería conservar unas acciones de empresas que lo están haciendo mal. Hay que dejar de confiar y esperar y vender.

5. La paciencia es una virtud
La paciencia es una virtud y ayuda a la victoria. Muchos equipos se obsesionan con marcar rápidamente, sin fijarse en nada más. Es la diferencia a la hora de afrontar el juego que hay entre Inglaterra y Brasil: los brasileños suelen hacer muchos más pases con el balón antes de rematar, cuando ha llegado el momento oportuno.
 
Lo mismo sucede en el mundo de los negocios. El inversor multimillonario Warren Buffet ha destacado en alguna ocasión la necesidad de tener paciencia a la hora de gestionar las inversiones, hay que esperar a que llegue la ocasión propicia para marcar el gol. No todo pueden ser 'pelotazos'.

6. Vigilad el margen de seguridad
Hay que vigilar el margen de seguridad. Haber marcado un par de goles no garantiza la victoria al final del partido. Las tornas del juego pueden cambiar en cualquier momento y puede pasar casi cualquier cosa, por lo que no conviene acomodarse, ni en el terreno de juego, ni a la hora de gestionar las inversiones.
 
En este sentido, Ben Graham, uno de los pioneros en implantar el "margen de seguridad". Graham llegó a la conclusión obvia tras el crash de 1929 de que por mucho que hayan caído las bolsas, todavía pueden seguir perdiendo, por lo que recomendaba a los inversores que compraran acciones cuando se encontraban un tercio por debajo de su valor intrínseco.

7. No se puede contar con el árbitro
No pongas todas tus esperanzas en el árbitro. Los reguladores financieros han sido criticados duramente por permitir, en cierto modo, el estallido de la crisis financiera al no haber ejercido una mayor labor de vigilancia: no vieron la burbuja inmobiliaria, no sabían que los bancos estaban llevando a cabo un juego peligroso con la venta de complicados productos financieros y no tenían ni idea de lo que estaba sucediendo en los mercados de derivados, asegura Arends.
 
Pero los reguladores financieros pueden fijarse en el mundial mitigar sus penas: los árbitros no lo están haciendo mucho mejor en Sudáfrica. El que no se consuela es porque no quiere. Estas cosas, afirma el articulista, suceden, nos lo dice la experiencia y no hay que olvidarlo. Al contrario, los inversores –y los equipos de fútbol- lo tienen que tener muy en cuenta a la hora de plantear sus estrategias.

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