Un ejemplo de convicción peronista: Bruera vuelve a las huestes K por "recuperación de imagen"

La mesa política del intendente platense Pablo Bruera está que arde por su decisión de volver al kirchnerismo. El funcionario argumenta que es una estrategia por "la recuperación de la imagen K y el ahogo financiero del Municipio". Un segundo argumento más que válido. El primero, sorprendió hasta a Jorge Giaccobbe, y dice que la imagen positiva de Cristina de Kirchner estaría alcanzando los niveles de mediados de 2007, justo antes de la elección que la convirtió en Presidente.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- La "rebeldía" del intendente de La Plata con los Kirchner duró poco. El funcionario ya decidió volver a las huestes kirchneristas.
Pero su decisión no pasó desaparecibida, por supuesto, como así tampoco sus argumentos. Básicamente, justificó su estrategia de dos formas: una que se apoya en el ahogo financiero del municipio, la cual es totalmente comprensible y compartida por muchos de sus pares no sólo de la provincia sino también de otros extremos del país; y la segunda, totalmente ¿ilusoria?: la recuperación de la imagen K.
Cuenta el matutino platense ' Hoy', lo siguiente sobre la reunión de la mesa política bruerista el sábado pasado: "Era la cuarta vez en la misma mañana que el consultor Jorge Giaccobbe, gurú del marketing bruerista, cuestionaba la decisión del intendente de emprender el regreso al kirchnerismo. Fue demasiado. El alcalde, un hombre que no suele perder la línea, estalló. Dio un golpe en la amplia mesa del Salón de Acuerdos del Palacio Municipal, saltó del sillón de la cabecera, clavó una mirada fulminante sobre el tipo de los bigotones y le descerrajó una ráfaga que acaso tuviera atragantada hace tiempo: "El que pone la cara en la calle soy yo; yo soy el que está con la gente; me piden obras y no puedo responder porque no tengo plata; esto así no va más". La yugular del alcalde parecía una morcilla."
De esa mesa de los sábados participan en general el hermano diputado del intendente, Gabriel; la subsecretaria de Gobierno, Susana Gordillo; el ex concejal Hugo Mársico, a cargo del servicio de gestoría Bruera te escucha; Giaccobbe; y el secretario general de la Comuna, Mario Rodríguez. Ese encuentro, que supo ser un distendido ámbito de planificación de estrategias políticas, se había convertido últimamente en un volcán dormido. Pero ahora entró en erupción por la decisión del funcionario de desandar el camino de la rebeldía y ponerle el cuerpo a una remake de la parábola del hijo pródigo. Eso sí: sin desmontar, por ahora, la puesta en escena que supone su campaña de instalación provincial y el coqueteo con el G-7 de los Ponchos, el grupo de jóvenes renovadores que se reunió recientemente en Salta con el gobernador de esa provincia, Juan Manuel Urtubey, como anfitrión.
En tren de convencer a los suyos de la conveniencia de volver a ponerse bajo el mando del oficialismo, Bruera explica que se ha reducido sustancialmente el rechazo de los platenses hacia la figura de la Presidente.
¿El jefe comunal tuvo acceso al resultado de las últimas encuestas que manejan en Olivos? ¿Qué dicen esos sondeos? Pues, según aseguran sorprenden incluso uso al núcleo duro del kirchnerismo por el crecimiento que experimentaría Cristina en la consideración pública, a tal punto que su imagen positiva estaría alcanzando los niveles de mediados de 2007, justo antes de la elección en la que ganó la presidencia por más de 20 puntos de ventaja.
Claro que no todos en la ensalada bruerista están de acuerdo con esta estrategia, y eso ha generado varias rispideces. Además, muchos que se jugaron por el intendente en su rebeldía, ahora tienen miedo a posibles represalias. Tal es el caso, por ejemplo, del jefe de Gabinete, Santiago Martorelli, referente de un sector del Movimiento Evita al que empujó a la ruptura con el resto de la agrupación.
También están los que reciben fuertes presiones de lobbies privados para frenar la re-kirchnerización de Bruera, como el consultor Giaccobbe, y los que van cambiando de idea como el diputado Gabriel Bruera, uno de los más entusiastas promotores de la campaña emancipadora que ahora empieza a decir que "quizá no sea tan malo" volver al kirchnerismo.
Por ahora se viene produciendo fuertes gestos del intendente. Este lunes, por  caso, durante un acto en la Casa de Gobierno provincial, Bruera dio la nota. Aunque no tenía lugar reservado en el escenario, se subió, se abrió lugar a codazos entre los ministros, que se miraban extrañados y hacían montoncitos con los dedos como diciendo "¿y éste qué hace?", y se ganó la foto con Scioli.

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