Hubo un tiempo cuando casi casi... gana el campo

Hace casi 2 años, el campo creyó que con el rechazo a la Resolución 125 había sumado fuerzas suficientes como para conseguir una política agropecuaria en serio. Hace 1 año, el campo creyó que con el resultado electoral finalmente tendría una representación legislativa que le permitiera alcanzar inéditos espacios en la Administración del Estado. Nada de eso fue cierto. La Mesa de Enlace gremial agropecuario ya no existe. Los autoconvocados se diluyeron. ¿Ganaron los Kirchner?

CIUDAD DE BUENOS AIRES ( Campo 2.0). Ya pasó un año desde las elecciones legislativas en las que el oficialismo perdió la mayoría directa y, en los próximos días, se cumplirán 2 años de la famosa votación por la Resolución 125 que con aquel: "Mí voto no es positivo", de parte del titular del Senado y vicepresidente de la Nación, Julio César Cleto Cobos, catapultó las pretensiones del matrimonio Kirchner de volver a ampliar, compulsivamente, el aporte del campo vía mayores impuestos a la exportación.
Ambas cosas, atadas entre sí, constituyeron una bisagra en muchos frentes. Sin embargo, para el campo, los avances concretos siguen demorándose, y hasta se podría decir que hay retrocesos en algunas materias.
Por caso, las retenciones siguen tal cual quedaron en el 2008 (un optimista podría agradecer que no hayan aumentado...), y también las restricciones para exportar vía el restringido otorgamiento de permisos para hacerlo (Roes), o la apertura y cierre de los registros de exportación, que se mantienen.
Pero volvieron a cerrarse recientemente las ventas de carne al exterior, tal lo que había ocurrido en marzo de 2006, y comenzó la restricción ahora a las importaciones de alimentos, que no se había dado en esta magnitud prácticamente nunca.
Eso empeoró.
La controvertida ONCCA, la otrora modesta Oficina de Control Comercial Agropecuario que creara Felipe Solá en los ´90, y que se fue transformando en un superorganismo, que administra subsidios varias veces millonarios, sigue como si tal a pesar de los cuestionamientos y las denuncias. Mientras, algunos legisladores (muchos de ellos noveles) intentan "ponerle el cascabel a un gato" esquivo, lleno de artimañas y chicanas.
Los trigueros siguen esperando definiciones que no aparecen y no permiten la recuperación del cultivo. ¿Qué costo puede tener hoy la eliminación de las retenciones al trigo, o la baja a 0 si se prefiere, si no hay cosecha para exportar?. Pues no tiene ningún costo, es sólo, y como otras tantas veces, la tozudez de no querer adoptar una medida por más lógica que sea, para no aparecer dando marcha atrás en algo...
Probablemente lo mismo va a pasar con el maíz, o con el girasol que está en el área más baja en 3 décadas.
Hasta los que están mejor, como algunos eslabones de la ganadería o los tamberos, dudan que la situación se pueda mantener sin que el Gobierno, nuevamente, "meta mano" en los mercados, en los precios y, en definitiva, en los resultados de su empresa que, desde hace tiempo, dependen más del humor del funcionario de turno, que del clima o de los mercados internacionales.
Hoy, casi 10 meses después del inesperado "avance" de la Secretaría de Agricultura transformada en Ministerio, un reclamo histórico del campo, se comprueba lo que era obvio: no hay diferencias tangibles para el sector, salvo el estatus de algún funcionario y, seguramente, el nivel de gastos del área.
También se retrocedió, y fuertemente, en el plano internacional y no sólo por el nuevo incumplimiento (el tercero consecutivo) de la Cuota Hilton de cortes vacunos de gran calidad para Europa, o por el conflicto con los chinos por el aceite, sino por la inseguridad jurídica y comercial que sigue ostentando el país y que determina recortes en las inversiones desde el exterior, y peor aún, la salida constante de capitales. Y uno de los casos más claros es el de los propios productores agropecuarios que compran y arriendan tierras en el exterior para hacer allí sus cultivos (Uruguay, Brasil, etc.), en lugar de incrementar la producción localmente.
Extraños aniversarios estos, en los que los "ganadores" no sólo no tuvieron premio hasta ahora, sino que además, están más temerosos, desconcertados e inseguros, que antes de ganar...

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