México: A no apresurarse a matar al PRI... falta tanto

Con cierta prisa periodistas diversos afirman que el PRI (Partido Revolucionario Institucional mexicano) ya comprometió sus posibilidades electorales en 2012. No es cierto porque un muy probable fracaso en la gestión de los acuerdos electorales entre el PRD y el PAN le podría permitir al PRI presentarse como la única posibilidad ante el fraude intelectual y el descontrol.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Coincidencia peligrosa en el análisis de muchos periodistas acerca del significado de los comicios en México.
Una alianza electoral puede derivar en un aquelarre en la gestión.
Una expectativa favorable de los electores puede derivar en una frustración enorme y un enojo colectivo.
Falta mucho para 2012. Habrá muchos muertos en el camino, todavía.
El PRI ha conquistado 9 de los 12 gobiernos estatales en liza y ha obtenido más votos que sus rivales pero ha perdido 3 de sus bastiones, en los que gobernaba desde hacía 80 años.
Y eso se lo deben a la efectividad de una alianza inédita hasta ahora entre el PAN (derecha) y el PRD (izquierda), cuyo objetivo excluyente fue echar al PRI. Pero ¿cómo será la gestión?
La política no solamente es ganar elecciones. En verdad, la política también es gobernar de manera tal de volver a ganar elecciones.
Algunas evaluaciones de Urgente24:
> Un acuerdo electoral PRD (Partido Revolucionario Democrático) y PAN (Partido Acción Nacional), es solamente eso: un acuerdo para obtener, en conjunto, más votos que el PRI.
> Es inevitable que en la gestión de lo público aparecerán enfoques diferentes porque el PRD tiene poco y nada que ver con el PAN.
> La denuncia de la estafa intelectual que supondría esa situación y los problemas en la gestión, resultarían una aceptable plataforma del PRI para denunciar que sigue siendo algo así como 'un faro en la tormenta'.
> El resultado electoral no garantiza que mejore el desastre de Felipe Calderón en términos de seguridad de los ciudadanos.
En la Argentina, por ejemplo, las 2 alianzas electorales que ganaron los comicios en 2009, no existen ya 1 año después. Por lo tanto, resulta muy arriesgado afirmar que el PRI ha perdido sus posibilidades 2012. Probablemente en México, lo peor aún está por venir.
> El PRI conserva enclaves como Veracruz, Durango e Hidalgo. Su derrota en Oaxaca, Sinaloa y Puebla sí anticipa una gran puja por Estado de México.
> Es cierto que el número de habitantes y de municipios determinan las subvenciones que reciben las formaciones políticas (Oaxaca, Puebla y Sinaloa suman 9,8 millones de electores), pero si todo consistiera en financiación electoral, el PRI no hubiese perdido el comicio que lo desalojó del Ejecutivo Nacional. En cada comicio influyen otras cuestiones, además del dinero.
Ahora algunos recortes periodísticos.
Comencemos por Isabel Longhi-Bracaglia, en El Mundo, de Madrid:
"(...) Y otra política con vistas al futuro: no queda tan bien colocado como se veía en la carrera electoral hacia las presidenciales de 2012. Aún queda tiempo y habrá que ver cómo llega a esa meta el PAN, el partido del presidente Felipe Calderón, que vive el peor momento de su legislatura con más de 23.000 cadáveres del narco sobre la mesa. Pero en cualquier caso, en lo que toca al PRI, de momento no parece tan fácil que reconquiste el poder perdido hace 10 años ante Vicente Fox.
Y hay dos actores políticos más afectados por los resultados, aunque, paradójiamente no se presentaban en estas elecciones. De una parte, el mismo Calderón, que, tras lo ocurrido, coge un poco de aire para negociar con los partidos sin tener que ceder a todas sus exigencias en lo que ha llamado "un frente común" contra el crimen organizado. Y eso que tampoco él se puede apuntar la 'hazaña' de la alianza con el PRD porque los candidatos que han ganado no son 'panistas'.
Y de otra parte, el actual gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Todas las miradas se dirigen hacia él ahora. Es el próximo en celebrar elecciones el año que viene y contaba con el acuerdo firmado por Calderón para garantizarle que para esos comicios no habría alianza con el PRD en contra del PRI. De hecho, hasta ahora se daba por descontado que el nombre de Peña Nieto sería el del próximo candidato de los priístas para desalojar al PAN de la residencia oficial de Los Pinos. Pero y ¿si ahora el conservador quiere repetir la experiencia con el partido de izquierdas también en el Estado de México?
El presidente del PAN, César Nava, ya lo ha sugerido tras el resultado del domingo. ¿Faltará Calderón a su palabra o preferirá meterse en una guerra interna? Y si accede, ¿será capaz de dejar que se firme esa coalición, en contra de su compromiso, con el partido de Andrés Manuel López Obrador, que no reconoce su victoria en 2006 y le llama "Presidente ilegítimo" de México? ¿Y está dispuesto a hacerlo aun a riesgo de que el PRI, con mayoría en el Congreso, le pare sus reformas?"

Ahora, Pablo Ordaz, en El País, de Madrid:
"(...) La derecha del PAN, muy debilitada por la acción de Gobierno, y la izquierda del PRD, aún sin reponerse de la traumática derrota del 2006, no pueden por sí solas toserle al viejo partido. Pero, en cambio, sí pueden hacerle mucho daño si deciden aliarse. Un buen ejemplo es el del domingo: la alianza de izquierda y derecha ganó en Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Es decir, donde fueron juntas. Y perdieron en Zacatecas, Tlaxcala y Veracruz. O lo que es lo mismo, donde fueron separadas. Los resultados dicen que si, en estos 3 últimos Estados, izquierda y derecha también hubieran ido juntas, el PRI estaría ahora mismo nocaut y en la lona.
De ahí que, ayer mismo, Jesús Ortega, el líder del PRD, propusiera a César Nava, el presidente del PAN, competir juntos el próximo año por el Estado de México, cuyo actual gobernador es el televisivo Enrique Peña Nieto, uno de los precandidatos del PRI a pugnar por la presidencia de la República en 2012.
Porque otro de los parámetros —además de los estrictamente locales— para analizar las elecciones del domingo tiene que ver con quién gana o pierde dentro de sus respectivos partidos. En el partido del Gobierno, gana sin duda César Nava, que apostó por las alianzas, y pierde con estrépito el actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, que llegó a darse de baja en el partido.
En la izquierda ganan Jesús Ortega y Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno de la ciudad de México y uno de los posibles candidatos a presidente, y vuelve a quedar en mal lugar el ex candidato Andrés Manuel López Obrador, contrario al pacto. (...)".

Dejá tu comentario