El choque con la Iglesia Católica, tema clave en la agenda del kirchnerismo no peronista

Hay 2 confrontaciones que son claves para cambiar la estructura social, de acuerdo al kirchnerismo no peronista -que aporta más que el kirchnerismo peronista a la agenda de los Kirchner-: la aplicación irrestricta de la Ley de Medios y la revisión de las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica, que puede comenzar a partir del proyecto de ley sobre 'casamiento igualitario', gane o pierda el oficialismo.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no fue una creación de los Kirchner. Fue una iniciativa transversal (kirchnerismo no peronista) a la que el matrimonio presidencial se aferró como ancla ante el vendaval posterior al 28/06/2009.
Fue el kirchnerismo no peronista el que articuló la agenda luego de la derrota. La denominada Ley de Medios le permitió a los Kirchner introducir una 'divisoria de aguas' que rompiera el temario que intentaba desarrollar la oposición. El objetivo último (todavía no alcanzado) era recuperar a parte de la 'transversalidad' que había roto con los Kirchner a consecuencia del compromiso de Néstor con el Partido Justicialista.
El 12/07/2009, mientras el kirchnerismo peronista hablaba de 'tregua y consenso', Horacio Verbitsky le dedicó al 'contragolpe', gran parte de su columna dominical en el órgano oficial del kirchnerismo no peronista, Página/12:
"(...) El ex presidente anunció ante el grupo Carta Abierta que se proponía recorrer todo el país, lo cual sólo dice que no piensa enclaustrarse. Alguna precisión mayor suministran los carteles que mencionan su gratitud a los sectores más humildes. Pero entre la participación en la vida interna del Partido Justicialista, a cuya presidencia renunció antes de que lo eyectaran, y la creación de una nueva fuerza política con los movimientos sociales a los que relegó a partir de 2007, hay demasiado espacio. Ni siquiera quienes formaron parte del primer intento de transversalidad están de completo acuerdo acerca de las posibilidades de su reanudación. Una cosa era la convocatoria a sumar fuerzas formulada desde la conducción del principal partido del país, otra muy distinta la propuesta de creación de uno nuevo. Sobre todo si entre ambas etapas medió una derrota como la bonaerense, a la que puede atribuirse la confusión subsiguiente. Sólo la debilidad relativa en que ese resultado dejó al gobierno explica que la Presidente se haya sometido una vez más a la ceremonia colonial del Tedeum, en la que el vicepresidente de la Iglesia católica, Luis Villalba, escogió en el tesoro dormido de los Evangelios las piezas adecuadas para echarle en cara las mismas imputaciones que a diario le dirigen las cámaras agropecuarias, los medios de prensa y sus partidos de la oposición. (...)".
Verbitsky, al igual que otros integrantes del colectivo Carta Abierta, mantiene un entripado permanente con la Iglesia Católica. Modificando su comportamiento en Santa Cruz, los Kirchner han adherido al choque, desde que llegaron a la Casa Rosada, con el argumento de que la Iglesia Católica fue un baluarte de los militares en los años '80 y de Carlos Menem en los neoliberales '90, además de haber exhibido una clara identificación con la Mesa de Enlace agropecuaria durante el conflicto de 2008.
El proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, rebautizado 'ley de matrimonio igualitario', tiene objetivos similares a la Ley de Medios: reagrupar a las denominadas 'fuerzas progresistas', concederle un renovado protagonismo al kirchnerismo no peronista, y marcar la agenda en vísperas del inicio del larguísimo año electoral 2011.
El cardenal Jorge Bergoglio, frecuente interlocutor de Elisa Carrió, Francisco de Narváez, Eduardo Duhalde, Mauricio Macri y otros, es individualizado como el vocero del adversario.
Es decir que para los Kirchner todo este tema va mucho más allá de la cuestión puntual de los derechos de los gays y lesbianas. Según los Kirchner hace al reordenamiento de la estructura de la sociedad frente a la campaña electoral 2011, porque debería atraer al kirchnerismo a votos legislativos no peronistas. Esto ocurrió en Diputados pero le salió muy mal en el Senado, en especial por la inteligente aparición del proyecto de unión civil o ampliación del matrimonio civil que le permite a los senadores ubicar en una zona intermedia entre los reclamos 'progresistas' y las reivindicaciones 'conservadoras'.
Es muy probable que prevalezca esta iniciativa y el kirchnerismo no tiene los 2/3 necesarios para insistir, en Diputados, con su proyecto original. Esto ya lo descuentan quienes se preguntan: "¿Y cómo saldría Néstor de la derrota que él mismo se preparó?"
Por eso, con la Iglesia Católica, gane o pierda esta iniciativa oficialista, habrá nuevos y muy arduos cruces: se encuentra en carpeta el proyecto de aborto libre y gratuito, y ahora se especula con la eliminación de la financiación estatal a los colegios privados en general, y los religiosos en particular, como un mecanismo, además, de recuperar la educación pública.
Si bien el Partido Justicialista siempre tuvo una gran cercanía con la Iglesia Católica (de hecho, incorporó a su dogma la denominada 'Doctrina Social de la Iglesia'), en el kirchnerismo no peronista se identifica a la Iglesia Católica como una corporación conservadora que enfrentó al autodenominado 'progresismo' y que protege a los esfuerzos opositores.
Tema pendiente, pero de fondo y más allá de la coyuntura, es el Conventio Inter Apostolicam Sedem Et Argentinam Rempublicam (Acuerdo entre la Santa Sede y la República Argentina), firmado en 1966 -que actualizó el concordato de 1957-, entre el canciller Nicanor Costa Méndez, por Juan Carlos Onganía; y el nuncio Umberto Mozzoni, por Paulo VI; y que tuvo otras ampliaciones, casi siempre durante gobiernos militares.
En el kirchnerismo creen que ese tema le podría generar solidaridades en cultos no católicos, hoy día en un pie de inferioridad respecto de la Iglesia Católica.
Si bien la República Argentina garantiza la libertad de culto (artículo 14 de la Constitución Nacional), le reconoce a la Iglesia Católica Apostólica Romana un estatus jurídico diferente con relación a las demás confesiones religiosas, ya que la Constitución Nacional dispone que el Estado Nacional se compromete a sostenerla.
Según el ordenamiento jurídico en el Código Civil, es jurídicamente asimilable a un ente de derecho público no estatal, un caso casi único en el mundo occidental, ya que Brasil, que es el país con mayor numero de católicos en el mundo, es un estado laico, igual que México, Uruguay, Chile y Venezuela entre otros, en donde la iglesia esta separada del Estado.
Pero, por ejemplo, mediante el decreto-ley 21.950, del 07/03/1979, se estableció la remuneración que deberán percibir los Arzobispos, Obispos y Auxiliares, tomando como equiparación un porcentaje del sueldo de los jueces. Y por intermedio del Decreto 1991, del 06/10/1980, se sancionó el sistema de Otorgamiento de Pasajes a Representantes del Culto Católico. Etc. etc. etc.
El kirchnerismo no peronista ya avanza en el debate del sostenimiento de la Iglesia Católica Argentina por el Tesoro Nacional: salarios según el Concordato, sostenimiento de culto, ayudas, contribuciones, manutención edilicia de algunos templos declarados monumentos nacionales, asistencia social que distribuye Cáritas y subsidios a los establecimientos escolares.

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