La TV se asemeja cada vez más a la radio, que es un barco sin timón

La televisión vernácula cada día tiene más programas que se parecen más a programas de radios. Si los mismos carecieran de imagen bien podrían ser escuchados sin necesidad de necesitar el despliegue tecnológico que demanda ese medio. ¿La razón es economía, falta de talento o una mezcla de ambos ingredientes?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La televisión es imagen acompañada de sonido, mientras la radio es sonido fundamentalmente proveniente de una palabra bien empleada que alimente una imagen que se debería crear en la mente del oyente.
En la práctica esta descripción teórica debería ser realidad pero, sin embargo, dista mucho de ello.
En la TV sobran los programas que se asemejan a programas de radio y en la radio faltan aquellas voces que siendo de ese medio tengan la posibilidad de convertir con la palabra el teatro de la mente.
Si se recorre la grilla de los canales de la TV abierta pululan en cualquier horario los espacios donde una mesa, escritorio, o mueble que se invente sirve para sentar panelistas, jurados, etc. que son puestos a dialogar, discutir, pelear entre ellos y con el conductor del envío que generalmente luce de pie, aunque a veces no se priva de estar acomodado en vistoso sillón o confortable silla.
América es uno de los canales que casi toda su programación apela a esta forma insólita de hacer radio por televisión. En Canal 9 sucede otro tanto, salvo, cuando aparecen los enlatados producidos en el extranjero por el fantasma Remigio González González quien sigue figurando como dueño de la televisora convertida en sucursal de Canal 7.
La televisión pública no se priva de tener un déficit sideral crónico y en constante aumento para producir programas de radio mezclados con el Fútbol para todos, que  no es ni más ni menos que un espectáculo (el fútbol) televisado y pagado por los contribuyentes del Estado nacional.
Telefe y el 13 son los canales que apuntan más a la ficción y están más exentos de caer en programas de radio pero…como siempre hay enormes excepciones, entre ellas los programas de la mañana, alguno de la tarde como Este es el show y hasta en el prime time se encuentran espacios parecidos a emisiones de radio.
Si se apunta aún más lejos podría apreciarse que el programa de mayor encendido "Bailando por un sueño", donde cada vez se baila menos y se discute más, tiene un alto porcentaje de palabra con jurado sentado y otros de pie, entre ellos el conductor, abusando del micrófono cual recurso radial.
Ud. quizás discrepe en parte con estas apreciaciones porque piense en los gestos que muestra la TV. No debe olvidarse a la hora de las comparaciones que la radio bien podría suplir estos recursos que brinda la tele con el uso adecuado de los matices de la palabra y el empleo de los silencios, cosa que no se da porque casi todos los espacios radiales están plagados de figuras de la TV.
A la hora de la utilización correcta de los 2 medios pierde el telespectador y el oyente. Los 2 medios son desaprovechados en gran parte y en la amplitud que los mismos permiten.
La falta de recursos publicitarios para invertir en otro tipo de producto televisivo es en una realidad inocultable de la TV abierta, cuya torta publicitaria no alcanza para que 5 Canales de aire hagan televisión con un concepto de imagen y sonido. Tampoco, hay que despreciar una cuota importante de carencia de talento creativo;  así como una combinación de ambas razones a la hora de justificar lo que acontece.
La radio, esa gran compañera que va a todas partes, sufre la carencia publicitaria y la chatura de una falta de talento creativo alarmante sumado a la falta de desarrollo de figuras y productores propios, cuya capacitación no puede seguir estando en manos del Estado (ISER), con la necesidad de conseguir un inútil carnet que los habilite para trabajar de acuerdo a los parámetros de un organismo que debería desaparecer y nació en tiempos del gobierno militar  de Juan Carlos Onganía.    
En conclusión, la televisión se asemeja más a la radio y esta es un barco sin timón; situación que tenderá a agravarse con más Canales de TV como plantea el gobierno y la nueva Ley de Medios. 

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