Informe Especial: Aprestos de Kirchner, Duhalde, Scioli, Massa y De Narváez

Ya comenzó la gran batalla por la masa electoral del Gran Buenos Aires, y la disputa es intensa. Aqui algunos datos importantes a tener en cuenta.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Después de casi semanas de silencio, Eduardo Duhalde decidió regresar a escena.
El martes 27/07, Hugo Moyano lo había acusado de "buscar cualquier artilugio" para no competir en la interna del PJ.
El miércoles 28/07, el paredón que separa los fondos del Club Atlético River Plate y la vía de acceso desde provincia de Buenos Aires a la Ciudad amaneció con la leyenda: "Videla + Droga = Duhalde y lo firma "Coalición Civica", algo que tiene más olor a interna peronista que a autoría de las huestes de Elisa Carrió.
Acompañado por miembros de su equipo de trabajo, entre ellos Carlos Brown, Eduardo Amadeo y Jorge Sarghini, Eduardo Duhalde recorrió la Exposición Rural de Palermo y aseguró que "este Gobierno no entiende de desarrollo; no se le ha caído ni una sola idea productiva. Es pura ideología".
Además de calificarlo de "insensible, despreocupado y desordenado" al analizar los índices de mortalidad infantil, Duhalde pasó revista a temas como el sistema impositivo; las retenciones a las exportaciones, la pelea por la cabeza del PJ bonaerense, la interna peronista, su apoyo al campo, y su disconformidad con la ley de matrimonio igualitario.
¿Duhalde fue condicionado por la mayor velocidad a los tiempos de campaña 2011 que impuso Néstor Kirchner?
Más allá de su pretendida disputa ideológica, que manifiesta a diario contra sectores del campo, representantes de la década del ’90 y/o dueños de multimedios, la pelea de fondo es la territorial.
Las fichas que están en juego son muchas, y hay variedad de movimientos posibles.
Aunque muchos repiten que Duhalde no logra levantar su porcentaje de posibles votantes, de acuerdo a los sondeos que realizan casi a diario distintas encuestadoras, el kirchnerismo ya por estas horas cree que es casi el último a vencer dentro de la gama peronista, y ha puesto sus ojos en él.
Sin embargo, Duhalde está decidido a continuar con la cruzada que se planteó: "Sacar a Néstor Kirchner de la provincia de Buenos Aires", y cree seriamente que el único que puede lograrlo es él mismo.
Quizá por la necesidad misma de sumar fuerzas, muchos consideran que las candidaturas unipersonales deberán converger en algún momento en una nueva alianza del peronismo disidente, pero no es todavía el día para asegurar que esto pueda volver a ocurrir.
En tanto, Felipe Solá sigue caminando solo.
"Mejor Solá" dicen las pancartas que aparecieron clavadas en los postes de varios distritos del oeste del conurbano, y ya adelantó su escaso interés en pelear dentro del sello del PJ.
Mauricio Macri aparecía con posibilidades ciertas de aglutinar a gran parte del "no kirchnerismo", pero su procesamiento judicial le está restando amigos de a decenas por minuto, y hasta Duhalde puso hoy un freno al asegurar que "el justicialismo nunca ha llevado candidatos que no sean justicialistas".
Curiosamente, la frase casi se parece a la de su némesis. "El límite es Macri" había dicho Néstor en la reunión que encabezó frente a legisladores provinciales peronistas en La Plata.
Pero tampoco Duhalde tiene todo resuelto.
Hay dirigentes peronistas bonaerenses que dicen que "saltarán pronto", pero ese "pronto" es cada vez menos pronto. O sea que es cada vez más lejano. Y varios empiezan a desanimarse.
Otros, ponen excusas más palpables: "Con Eduardo todo bien, pero vuelve a rodearse de la misma gente que le sumó desprestigio".
"¿Acaso Antonio Arcuri no es el mismo que estuvo al frente del Fondo del Conurbano?", dicen.
Y agregan: "¿Y Jorge Villaverde no es el mismo que encabezó la lista de Chiche y se fue a la vereda de enfrente a los dos días de reasumir?"
Ambos dirigentes (Arcuri y Villaverde) caminan hoy la 3ra. Sección Electoral pretendiendo ganar tropa propia.
La pelea por el territorio bonaerense no es menor. Es la que puede llevar a un candidato al sillón de Bernardino Rivadavia, y los votos allí, se pelean de a uno.
Esto lo tienen claro ambos contrincantes.
Lo sabe Duhalde por su larga trayectoria proselitista en este distrito, y lo sabe Kirchner porque fue la provincia de Buenos Aires la que le aportó gran parte del 22% que lo convirtió en Presidente.
Por eso mismo, para 2007 él no esperó que los votos fueran prestados, y los hizo propios con su armado territorial, el mismo que le quitó a Duhalde, y por el que se pelan ahora más de uno.
El problema en esta oportunidad, es que las líneas divisorias no son tan claras como quisieran.
No aparece aún, un "Kirchner versus Duhalde" en la interna peronista, ni un 'Kirchner versus Alguien definido' en la general.
Duhalde dijo que quiere ser; pero también deja puertas abiertas. ¿Podrá nuevamente apadrinar luego a otro candidato?
Ya se sabe que bregó por conseguir el sí de Carlos Reutemann, quien fiel a su estilo, no dijo ni no, ni sí, y pateó la pelota para fin de año, aunque al ritmo que van las cosas, si dice sí, hay que ver si alcanza la punta, y en ese caso, habrá que ver si logra llegar primero a la meta.
Kirchner, en tanto, trabaja a sol y a sombra para que no se le escape nadie del corral, y busca la manera de arriar incluso a los díscolos, pero enfrente, hay estrategias propias de quienes pretenden la gobernación, que no terminan de encajar ni con uno ni con otro.
¿De qué lado estás?
La pregunta que patentó Matías Martin, se escucha a diario en la provincia de Buenos Aires.
Daniel Scioli resiste los dardos que le llegan para que olvide su sueño reeleccionista.
Él no sólo enfrenta los problemas de estar al frente de la gestión, sino que también se mueve con pies de plomo en la interna peronista que le valió por ejemplo, la crítica de legisladores oficialistas delante de un Néstor Kirchner que lejos de apagar el fuego, avivó las llamas.
Para colmo, en lo que muchos creen una muestra de su "falta de manejo político", Scioli no es consejero del PJ provincial, por lo que con el alejamiento forzado de Alberto Balestrini, no puede ponerse al mando del partido, y la discusión recae entre Hugo Moyano y los intendentes fuertes que pretenden una comisión tripartida, postura que apoya Kirchner.
Francisco de Narváez logró su cometido de 2009: que lo conocieran todos, y le sumó el plus de ganarle a Kirchner en la legislativa, pero para 2011 enfrenta, hasta ahora, tres inconvenientes:
1) no logra aún pasar de ser personaje, a persona con contenido abundante que transmitra seguridad a la hora de confiarle los destinos del distrito más complicado del país (más allá de que tenga respaldo de equipos propios, porque a diferencia del año pasado, la elección venidera es para cargos ejecutivos, y el comportamiento de los votantes, suele ser diferente en estos casos);
2) no tiene, por ahora, un candidato a Presidente; y
3) va a estar acotado en el gasto publicitario, lo que lo obliga a una campaña más pareja con sus contrincantes, al menos, en términos de exposición pública y mediática.
De Narváez continúa teniendo como máximo interlocutor y hombre incondicional de su confianza al ahora diputado nacional Gustavo Ferrari, pero amplió los horizontes de su mesa chica, y mejoró el diálogo incluso, con hombres que dejó fuera de las listas de 2009 y que hoy son personas de consulta.
La manera en que estira las definiciones respecto a sus posibles candidatos a Intendente (excepto en La Plata, donde ya le levantó la mano a Gonzalo Atanasof), hace presuponer que todavía sueña con los posibles pases de algunos jefes comunales.
Pero, aunque Scioli y De Narváez casi acordaron pelearse entre ellos a diario para instalar en el imaginario colectivo una polarización excluyente, Sergio Massa intenta abrirse paso y convertirse en la 3ra. posición, con la ventaja que le otorga la edad y la sensación de que si no es en esta, 2015 le llega pronto también.
Massa le preocupa a los otros 2 candidatos, aún antes de empezar a caminar.
> A Scioli, porque está convencido que va por su espacio y que lo hace con el visto bueno de Kirchner, y
> a De Narváez, porque cierta porción de dirigentes bonaerenses que hoy están en sus filas, y no las abandonarían para cruzarse con Scioli, sí podrían hacerlo si el candidato fuera Massa.
Por ahora, el intendente de Tigre no fue explícito en su intención de jugar por la gobernación bonaerense, pero por lo pronto, el martes 03/08 será el anfitrión de una jornada de expositores entre quienes estarán Tabaré Vázquez, Santiago Montoya, y algunos intendentes del conurbano, en especial, de la 1ª y 3ª Sección Electoral.
Uno de los problemas que deberá enfrentar Massa, es el encasillamiento que pretendió al montarse en el 'Sub 45', que puede ser bien receptado por el electorado independiente, pero hace sentir excluidos a dirigentes de fuste, entre ellos, muchos jefes comunales que no les gusta creer que ya pasó su cuarto de hora por haber llegado a las 5 décadas de vida.
Otro problema, es que en el resto de las secciones, Scioli y De Narváez le llevan ventaja en la busqueda de referentes, por lo que si quiere jugar en serio, tendrá que salir a buscar la manera de sumar tropa propia u horadar alguna ya existente, porque necesita más de 30.000 fiscales para cuidar los votos.
Por otra parte, los intendentes plantean además, un tema no menor.
Hasta el momento, la nueva ley electoral que obliga a internas abiertas y simultáneas, aprobada el año pasado, sólo ha sido reglamentada a nivel nacional; no así la que sancionó la provincia de Buenos Aires que aún aguarda ser reglamentada.
Por ende, si no se reglamenta, sólo se aplicaría para cargos electivos nacionales, pero no para los legisladores provinciales ni concejales.
Sin embargo, si finalmente se reglamenta y se aplica, los intendentes podrían estar obligados a medir fuerzas en una interna con otra o más facciones, que al incluir este procedimiento el sistema D'Hondt (fórmula electoral utilizada para repartir las bancas de modo aproximadamente "proporcional" a los votos obtenidos), podría dar como resultante una nómina final que incluya quizá 2 ó 3 concejales propios, intercalados con otros tantos de las demás listas.
Aún en caso de ganar luego la elección general, quienes están acostumbrados a hacerlo acompañados de gran mayoría de ediles incondicionales, van a encontrarse con que de quienes ingresan al recinto local, sólo unos pocos son propios, y el resto, podrían responer a intereses superiores al ámbito distrital.
En base a esto, varios han vuelto a poner 'huevos en varias canastas', y otros no descartan tener a mano la salida de una lista vecinalista y jugar directamente por afuera, lo que estropearía los sueños kirchneristas de una gran interna.
Quien sí va a utilizar una vez más su probada fórmula vecinalista es Martín Sabbatella.
El ahora diputado nacional que llegó a la intendencia de Morón con la Alianza, pero se sostuvo 2 períodos más haciendo uso de la tijera, esta vez intentará aglutinar fuerzas tras de sí para sumarse a la contienda por la gobernación bonaerense, e intentará que su figura consiga el arrastre necesario no sólo para mantener Morón (ahora con Lucas Ghi, que buscará renovar), sino también ganar algunos distritos por los que viene trabajando territorialmente desde hace tiempo.
"No somos kirchneristas, vamos a ir solos; con la tijera", dicen en su entorno, pero esta vez, el corte es funcional al oficialismo.
Néstor Kirchner cree que los militantes de movimientos sociales muy apegados al discurso progresista extremo, difícilmente podrían ser contenidos en la estructura del peronismo, ni siquiera tampoco en la del Frenta para la Victoria, por lo que en su reunión en la ciudad de las diagonales dejó en claro que ese sector podría encolumnarse tras Sabbatella, y que eso, lejos de preocuparlo, le parece positivo, más aún, porque el legislador moronense no piensa llevar candidato a Presidente.
Las fichas están sobre el tablero, pero los movimientos todavía no son del todo previsibles.

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