Rached confirmó: "Sí, recibí un mensaje que decía 'pedí lo que quieras'"

Las tentaciones datan de la sesión que trató la Resolución 125. Y el senador santiagueño Emilio Rached lo confesó. El día que se votó, le ofrecieron dos millones dólares, y ante la indiferencia, se engrosó la oferta en el siguiente mensaje: "Pedí lo que quieras".

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El senador Emilio Rached (Frente Cívico - Santiago del Estero) confirmó este martes 03/08 que, durante el tratamiento de la Resolución 125 en la Cámara, recibió un mensaje anónimo a su celular con una oferta para que apoye la postura del Gobierno.
En diálogo con radio Mitre, Rached contó que la madrugada del 17/07/2008 recibió varios mensajes de texto en su celular con propuestas concretas: "Pedí lo que quieras" y "llama".
Según dijo, durante el día previo a la sesión también recibió llamados del gobernador de Santiago del Estero, del vice gobernador, y de funcionarios provinciales "tratando de conversar" y "algunos correos amenazantes de algún ciudadano que trataba de fijarnos un posicionamiento".
El primer "castigo" por su voto llegó casi inmediatamente después de la votación.
"A los 5 minutos quitaron la custodia del departamento de viven mis hijas con su madre", contó el senador santiagueño.
El domingo, se conoció que un senador había sido tentado para cambiar su voto durante la sesión que trató la Resolución 125.
El anonimato de ese senador duró un día. Pues, el santiagueño Emilio Rached contó por radio que esa madrugada del 17 de julio recibió un mensaje de texto en su celular que decía: "Pedí lo que quieras".
Aquel día, Rached tuvo que apagar su teléfono celular, para poder escapar de los aprietes. Pero eso no fue suficiente. Todos los recursos posibles para cambiar la voluntad del santiagueño estaban a la orden del día.
Otro senador se acercó a él y le mostró un mensaje que decía: "Hay US$2 millones para vos", según relató el domingo Nelson Castro en el diario 'Perfil'.
Ahora Rached en diálogo con radio 'La Red' si bien dijo que no recordaba los montos, que sí le mostraron mensajes de ese tipo.
Ante la negativa de cambiar su voto, a Rached le llegó un segundo mensaje de texto a su celular. "Pedí lo que quieras", decía.
En declaraciones radiales, confesó: "sí recibí un mensaje que decía "pedí lo que quieras"".
"Bienvenidos al shopping" decía la nota dominical, en referencia a la compra de voluntades en el Congreso, desde la famosa 125:
"La anécdota se remonta a aquella crucial madrugada del 17 de julio de 2008 en la que Julio Cobos, con su voto "no positivo" derribó la Resolución 125 y aniquiló su sociedad con Cristina y Néstor Kirchner. En esos momentos, en los que el Gobierno no escatimaba ni esfuerzos ni recursos para cooptar voluntades, uno de los senadores clave –que en ese entonces pertenecía al oficialismo y cuyo voto estaba en dudas– decidió resistir. Por lo tanto, apagó su teléfono celular durante todo el día a fin de escapar a cualquier intento de apriete. Aún se recuerda la conmoción y expectativa que la aparición de este hombre produjo en el recinto, minutos antes de comenzar su exposición. Fue en ese momento cuando uno de los legisladores que estaban cerca de él recibió un mensaje en su celular destinado a su colega díscolo. "Hay dos millones de dólares para vos", decía el mensaje que hacía referencia a la recompensa que se le ofrecía en caso de que votase a favor de la polémica medida. Como el legislador aludido seguía sin responder, hubo un segundo mensaje: "Pedí lo que quieras", expresaba el texto en cuestión. Finalmente, el protagonista de esta historia, un senador al que también el matrimonio presidencial colocó en su lista negra, privilegió el resguardo de su dignidad y mantuvo su voto, que fue negativo.
Esta anécdota (...) es una muestra que da pleno sustento a las denuncias de cooptación de voluntades que, a la manera de un shopping, el Gobierno ha usado y sigue usando a fin de doblegar las voluntades de aquellos políticos que le son críticos. Por todo esto es que para muchos resulta curiosa la reacción de enojo, con mucho de sobreactuación, con que han respondido distintos funcionarios del oficialismo ante una revelación que tiene poco de novedosa.
(...)
¿Qué fue, si no, la sorpresiva invitación hecha a las senadoras para participar sin un motivo claro del viaje de la Presidenta a la China?
(...)
De esto, por supuesto, siempre es difícil encontrar pruebas, salvo que aparezca un Pontaquarto, lo cual no parece probable en este convulsionado presente. Esto también es aplicable al escándalo por el supuesto pago de coimas para "aceitar" la venta de maquinaria agrícola a Venezuela. Los testimonios de empresarios que se negaron a pagar esa comisión de 15% –que era una coima legalizada– van apareciendo en cuentagotas y, obviamente, en estricto off. Nadie se anima a hablar en la Justicia. "Tenemos mucho miedo de contar la verdad", reconocen algunos de los contactados por esta columna. (...)."

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