Uruguay: Mujica interviene las cárceles con las FF.AA. (un ex guerrillero que sabe conciliar con ex enemigos)

El gobierno de José Mujica en Uruguay resolvió aplicar controles militares rotativos en todas las cárceles con soldados del Ejército para reducir las fugas y evitar el ingreso de armas y drogas. La relación entre las FF.AA. uruguayas y el gobierno compuesto de ex Tupamaros dista bastante de la relación que los K (que también tienen cárceles corruptas y colapsadas) mantienen con las fuerzas argentinas.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El gobierno de Uruguay comenzará a aplicar guardias rotativas con soldados del Ejército en todas las cárceles del país con el objetivo es mejorar la seguridad en los centros de reclusión, reducir las fugas y evitar el ingreso de armas y drogas a los reclusos.
Lo que se pretende con la rotación de los efectivos militares es reducir al mínimo el contacto con los familiares y el entorno de los reclusos para evitar que sean chantajeados o tentados de colaborar con el ingreso de objetos y sustancias prohibidas.
La administración del presidente José Mujica decidió además duplicar el sueldo de los soldados que realicen esta tarea a fin de igualarlo con el de los policías guardiacárceles.
Además de custodiar el perímetro de las cárceles, los soldados controlarán las puertas de acceso y revisarán a las personas que entran y salen, incluidos los policías.
Todo esto está incluido en un proyecto de ley que el gobierno presentó este martes a la bancada del Frente Amplio y que la semana próxima ingresará al Parlamento. Se trata de la segunda ley de emergencia carcelaria y, al igual que la primera, todas las medidas especiales se aplicarán hasta el 31 de diciembre de 2012. Cumplido el plazo el gobierno podrá solicitarle a la Asamblea General extender las medidas por más tiempo.
La relación que mantienen los militares con el gobierno civil en Uruguay dista mucho de la que han planteado los Kirchner en la Argentina. Mientras los K, necesitados de un discurso que los apuntalara, llegaron al gobierno pateando la puerta de los cuarteles militares, reavivando conflictos que la sociedad creía superados, Mujica en Uruguay resulta ser más conciliador.
No sólo el hecho de apelar a las FF.AA. para buscar la solución de un problema interno de gravedad en Uruguay (como es el caso del saneamiento del servicio penitenciario) habla de un reconocimiento hacia las armas sino que además, teniendo en cuenta que Mujica es un ex tupamaro que pasó años preso de la dictadura militar en Uruguay, no se presentan mayores rencores y existe una visión de futuro conjunto que no tienen, por ejemplo, los Kirchner en la Argentina.
Así, algo impensado para los K como sería, por ejemplo, la asistencia del poder ejecutivo a un acto por el Día de la Armada, es algo que en Uruguay sí se puede aplicar porque existe voluntad de construir una relación fructífera que beneficie a la sociedad entera y no sólo a un sector que busca radicalizar y segmentar mediante discursos.
Entonces que el ex Tupamaro, Luis Rosadilla, ministro de Defensa de José Mujica, asista a un encuentro con altos mandos militares uruguayos en el Círculo Militar en Montevideo no es algo que resulte impensable.
Aunque el ministro no realizó declaraciones al terminar la reunión, el general Ricardo Galarza, presidente de la institución, dijo que era la primera vez que un tupamaro ingresaba al Círculo Militar.
"Lo digo con placer", expresó, "si le diría con orgullo, usted diría 'no, no, no me mienta, fulano', pero no es el tema, lo digo con placer", reiteró. "Porque en esto de trabajar hacia el futuro el Círculo Militar está comprometido". Y en relación a ese punto comentó que no hubo discusiones internas sobre si procedía o no que fuera Rosadilla, por su condición de tupamaro, pero que "sí, en algún momento se conversó si valía la pena" y "se aceptó" sin problemas.
Comentó que el ministro Rosadilla les recordó el espíritu de este gobierno, que desde los primeros pasos como presidente, Mujica apuntó a la unificación del país, civiles y militares, tras reunirse con todos los comandantes de las FFAA. También destacó que fue "el único presidente" que incluso, pese al "costo político", antes de las internas dijo "que no quería militares viejos en la cárcel".
Galarza informó que "tenemos muchas cosas" para acordar, que "podemos llegar acordar en 10 puntos, otras en 7", o en las que se pueda, pero eso "de generar diálogo, de olvidar viejas cuentas y de constatar el construir hacia el futuro" es muy importante.
A su vez, declaró que Rosadilla se comprometió a informarlos sobre el proyecto para dejar sin efecto la Ley de Caducidad y que no pudo afirmarles ni adelantarles posición alguna al respecto porque él estuvo en el exterior con una agenda muy apretada y no tenía totalmente definido el tema.
Al ser preguntado sobre la eventualidad de una anulación, Galarza respondió: "Voy a contestar como decía mi abuela: 'Al freír será el reír'", pero que se debe respetar en este tema la decisión de la ciudadanía. Finalmente reiteró que "esto es un gesto muy importante y vamos a seguir caminando".

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