Año electoral (1): En Santa Fe, el PS en crisis y el PJ en el columpio

Santa Fe no es solamente fundamental por el volumen de exportaciones que aporta a la economía sino también porque es 1 de los 4 grandes distritos electorales. Veamos qué está ocurriendo:

ROSARIO (La Capital). Ya está instalada la campaña, la pelea y los mensajes a los votantes. Directa o indirectamente buena parte de cuanto se dice, se escribe y se "tuitea" responde al objetivo: el próximo gobernador.
No es barato ser pre candidato y, finalmente, candidato a gobernador. El oficialismo paga un precio, la oposición otro. Es una perinola cargada. Todo cuesta. Todos pagan. La oposición provincial (fracciones del peronismo) tendrá un costo diferente si, quien sea candidato, llega con el amparo del gobierno nacional o, por el contrario, viaja a la intemperie. Hay salud, relación familiar, contactos y dinero, que comienzan a calcularse. Algunos puestos en las listas que acompañan son de los audaces. De los fideicomisantes. Lo que cuesta vale.
Se enfrentarán dos sectores. El peronismo (unido o dividido) y el Socialismo, dándole sentido y marco al radicalismo y, además, a todo el antiperonismo explícito.
El peronismo también tendrá su derecha dura mirando de reojo a quienes, con una pancarta, soñaban una patria socialista y hoy son gobierno nacional junto a líderes gremiales muy investigados por corrupción y nepotismo. Muchos románticos del ‘70 se fotografían con dirigentes territoriales absolutamente venales. Se insiste: lo que cuesta vale.
La provincia de Santa Fe, que cumple con su Constitución, tiene las elecciones en fecha fija. Las nacionales serían en oktubre, si los K no disponen otra cosa. La provincia votará entre julio y setiembre. Definiría sus candidatos entre marzo y junio. Con internas abiertas, obligatorias, generales. Santa Fe es un banco de prueba para Argentina. La yunta brava no dejará este territorio sin lucha.
Reconquista, Venado Tuerto, Rafaela, Santa Fe y Rosario son motores visibles de la economía, la movilidad social y las definiciones políticas de la provincia. Se usarán estos nodos (invento socialista) como ejes de una campaña que intentará conquistar votos de esas características: territoriales.
Está en juego una provincia demasiado larga y una burocracia patricia demasiado enquistada en su administración. El conflicto norte sur. El puerto, los puertos. Las carreteras. Los puentes. Usinas. La diversa relación con el gobierno nacional que oferta cada una de las ciudades mencionadas. Hay candidatos que todavía deben estudiar el mapa.
Los baqueanos son imprescindibles. Para el 2011 se trabajará en paralelo con los candidatos a intendentes y jefes comunales. Se luchará seduciendo al futuro concejal. Un candidato a intendente convencido de su candidato a gobernador se traduce en votos. Es el quien pone la cara. Esta vez será de abajo hacia arriba. Mejor.
Los candidatos a gobernador, hoy, son muchísimos. Demasiados. Todavía se juega mitad en broma, mitad en serio.
En el oficialismo las tensiones son calladas, pero fuertes. Muy fuertes. Ya hay chichones.
En la oposición son públicas. Siempre fueron fortísimas. Cismáticas.
El oficialismo provincial tiene una lista firme, pero aún es tentativa. Rubén Giustiniani, Antonio Bonfatti, Miguel Lifschitz y Mario Barletta. No se puede ser candidato a gobernador sin la foto con Binner sonriente, ni candidato a intendente de Rosario con Lifschitz fuera de foco. El sur acepta esta lista y la cantidad de bueno/muy bueno de Binner permitiría que su espada sobre el hombro unja al candidato del oficialismo que hoy marcha, seguro, a la repetición. Falta menos de un año.
Ante la ausencia de un jefe partidario que trabaje, que tenga presencia territorial, el peronismo tiene la decisión tomada: jerarquizar el territorio. La frustración aparece porque no hay un candidato que resuma y concilie a los dos sectores (los K y los fuera de K) y porque, si bien algunos nombres parecen parte de una chacota, todos decidieron jugar al Anton Pirulero. Debido a la situación interna del peronismo el FPCyS respira tranquilo.
El peronismo columpia en su contradicción. Bendición de K o bendición de Reutemann. Adelanto exclusivo: el que tenga una, sin insultos de la otra vertiente, será el candidato verdadero. Lo contrario será un candidato de fracción. Son muchos los aspirantes a calzarse un increíble zapatito de cristal. Rubén Spinozzi, Omar Perotti, Juan Carlos Mercier, Jorge Obeid, Agustín Rossi, Rafael Bielsa, Daniel Germano, Oscar Martínez, Eduardo Buzzi, se prueban la ropa de fajina.
En cada nodo comenzó la leva. Rosario presenta un nombre propio fuera de K, fuera de Obeid, cerca del Lole y con buenas cifras en encuestas privadas: Diego Giuliano. Héctor Cavallero es la jugada sellada de Agustín Rossi y la señora María Eugenia Bielsa participaría familiarmente. Los tres tienen un porcentaje visible. Que Giuliano sea quien tiene mas futuro no asegura que sea un futuro ganador. Completemos el destrabalenguas. Asegura futuro al peronismo. Ver para creer. A uno todos los llaman, a otra todos le preguntan. El menú está incompleto.
El socialismo insistiría con Clara García, Horacio Ghirardi, Miguel Zammarini, Raúl Lamberto, Fernando Asegurado y uno de los cabezones, que accedería a sostenerse en el territorio. Dentro (¿afuera?) Jorge Boasso y Pablo Javkin. Uno es parte de una jugada radical y el otro una embajada de la señora Carrió. Ambas candidaturas están atadas con el piolín partidario.
El armado de los cinco intendentes, mas algunas ciudades con luz propia (San Lorenzo y VGG) desvela a los peronistas y al socialismo. Sorprende tanto racionalismo. El miedo no es sonso. A los candidatos territoriales Reutemann no los descalifica, simplemente los ignora. Algo es algo. Obeid sufre. Bielsa espera. Rossi desconfía. Los demás musitan: zapatito, zapatito… El socialismo sabe que la provincia se retiene con un armado prolijo. El socialismo es sumamente detallista. Exasperante. El radicalismo es ciclotímico y con vicios de comité. Tortuga y liebre con final de fábula y la provincia se atornilla, farfullan en la familia. Mario Barletta enojado, Mascheroni con micrófono y Storero con los pies fuera del plato traerían el sueño peronista más soñado: que el FPCyS se debilite. Los radicales tienen capacidad y entrenamiento de sobra para hacerlo. Deben pedir sólo lo justo.
En el peronismo hay estructuras raquíticas que precisan concejalías y diputaciones provinciales para sobrevivir. Algunos/algunas no saben trabajar en lo privado. Otras/otros son inútiles que viven de nombres familiares. Todos intentarán colarse en las listas. El reino en venta por el segundo lugar.
Los dichos más escuchados. "Si el socialismo gana otra vez la provincia no se van mas, como en Rosario". "Kirchner es un salvavidas de plomo en Rosario". "Son sólo once concejales los que entran, no llega casi nadie". "Reutemann no se va a meter en las listas locales, nunca lo hizo"." Al gobernador lo deciden en Buenos Aires". "Dependen del destino nacional de Binner"
La conclusión más obvia. Al próximo gobernador lo definirán los votos… y la necesidad de los directamente interesados en sus vidas. Rosario parecería integrada a este juego. Nada nuevo bajo el sol.
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(*) Testigo.

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