Clink caja: Con la mira puesta en 2011, Ciccone Calcográfica pasaría a manos del Estado

Ciccone Calcográfica, la imprenta que fue denunciada por imprimir patacones mellizos allá por 2000 sería operada ahora por el Estado, tras su quiebra. ¿Un paso clave en la escalada de cara a las elecciones 2011?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El viernes de 12 de octubre, el Juzgado en lo Comercial N° 8, a cargo de Javier  Cosentino, Secretaría N° 15, decretó la quiebra de Ciccone Calcográfica, a pedido de  la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Entre otros acreedores, el  fisco le reclama a la imprenta unos $239 millones.
Pero ahora, la firma sería operada transitoriamente por el Estado porque según jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray "el Estado necesita que se sigan imprimiendo documentos y las máquinas y los empleados  están". "Le pedimos al juez la continuidad de la explotación a cargo de la Casa de  Moneda", explicó Echegaray, en dichos divulgados por La Nación días atrás.
¿Pero porqué el reclamo del fisco -su principal cliente- si supuestamente el Estado necesita de sus servicios?
La clave estaría en torno a lo que viene: un año electoral -el 2011- en el que los  Kirchner necesitan de mucho dinero, tal como lo demostraron en períodos eleccionarios  anteriores.
Así, los rumores hablan de un creciente temor de emisiones paralelas o mellizas, tal como se habría hecho en años pasados. Vale recordar que esa imprenta confeccionó desde DNI hasta pasaportes, cheques, chapas de patentes y  diplomas universitarios, pero también cuando imprimió Patacones, allá por 2000 y 2001,  hubo denuncias de que había patacones mellizos.
Así, hay quienes afirman y a la vez se preguntan ¿para qué necesita el Estado a Ciccone si cuenta con Casa de  la Moneda?
Pero esto no sería lo único: Según Echegaray para La Nación, en la quiebra también se presentó con un pedido similar la firma  Boldt, de la familia Tabanelli, originalmente dedicada a la impresión de cheques y  billetes, pero que en los últimos años también incursionó en el negocio del juego.
Es que el desembarco de la AFIP en Ciccone podría ser el primer paso para la estatización  definitiva de la empresa.
Según se dijo, Ciccone cerró la planta que tenía instalada en la zona franca de General Pico, La Pampa, donde sólo trabajaba una veintena de empleados.
En cambio, su principal sede, en la localidad de Don Torcuato, provincia de Buenos  Aires, sigue abierta, aunque con mínima actividad. Allí, 238 empleados estaban  cobrando un subsidio gestionado por su sindicato.
La acumulación de una deuda millonaria por parte de su principal cliente, el Estado  nacional, en 2001, y las consecuencias de la devaluación de 2002, que mantuvo  dolarizados los costos pero pesificó los ingresos, fueron letales para la empresa.

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