La Scala de Milan visita el Colón: 2 grandes en problemas

Tanto el Teatro Colón como la Scala de Milan pasan por difíciles momentos financieros. Es un interesante punto de vista sobre la visita de los italianos a sus pares argentinos.

ROMA (Especial para Urgente24). Desde el 29/08 hasta el 31/08, la orquesta y coro del teatro La Scala de Milán se presenta en el teatro Colón con 2 funciones de la ópera Aida (en versión de concierto) en esas jornadas y una funcion del Réquiem de Giuseppe Verdi el 30/08, todo esto en el marco de los festejos del Bicentenario de la Argentina.
Es bastante curiosa la coincidencia de que el réquiem, la misa fúnebre compuesta por Verdi —estrenada en ocasión del primer aniversario de la muerte del escritor Alessandro Manzoni el 22 de mayo del 1874—, sea tocada en esta ocasión.
Mas allá de la grandeza de la ópera, suena como un réquiem a la cultura de ambos Países, ya que las dos instituciones (el Colón de Buenos Aires y La Scala de Milán) estan atravesando tiempos muy duros que amenazan su supervivencia, en nombre del empobrecimiento cultural que parece ser un eje fundamental de la política de ambos países.
La situación del Teatro Colón es bastante conocida por los lectores de Urgente24, ya que en una nota anterior se pusieron en conocimiento asuntos bastante "olvidados" por la prensa, que hablan de una operación de restauración bastante polémica en cuanto a la conservación original de lo arquitectónico y de problemas del Colón como institución de producción de cultura.
A esto podemos agregarle que la actual situación del teatro argentino es bastante grave, según los comentarios que llegan hasta quí: no sólo no se han terminado todos los sectores sino que las obras de los talleres de producción no han sido aún licitadas.
Por supuesto que las visitas guiadas a la institución todavía no se han organizado...
La biblioteca del teatro ha desaparecido, así como el taller de escenografía Saulo Benavente, que será remplazado en su función por una sala de ensayo de ópera.
Lástima que este novísimo espacio ha sido equipado con puertas dobles que no permiten la entrada de un piano, lo que de facto impide la utilización del espacio.
Ni hablar de la producción cultural del teatro que, como se ha adelantado, se ha transformado en receptor cultural en vez de productor, hecho que ha implicado el despido de muchísimos trabajadores especializados o su cambio de destino en funciones que nada tienen que ver con su originaria función.
Si Buenos Aires llora, Milán no ríe.
Porque el  agonizante gobierno del Presidente del Consiglio italiano, Silvio Berlusconi, y su ministro para los bienes culturales Sandro Bondi,  elaboraron un decreto de ley el 30 de abril de 2010, sucesivamente discutido y transformado en ley, en el cual fueron introducidas normas en materia de espectáculos y actividades culturales, un hecho indudablemente grave e inconstitucional.
Estas normas inconstitucionales involucran a los trabajadores de trece fundaciones líricas y sinfónicas italianas, entre las que se encuentra el Teatro de la Scala de Milán.
El Gobierno italiano, con esta ley, centraliza en sí mismo el control de la producción musical y teatral italiana y dispone de un recorte de financiamientos económicos públicos para espectáculos y cultura.
A estos abusos, los trabajadores de los 13 teatros liricos y sinfónicos y la Orquesta de Santa Cecilia de Roma han dado numerosas respuestas con iniciativas de lucha.
En consideración de esta lucha cancelaron todas las "operas primas", se organizaron diversas manifestaciones dentro y fuera de los teatros, se vivieron momentos de altísima tensión en Milán en ocasión de la visita del Presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, el 24 de abril 2010. Se llegó a ocupar casi la totalidad de los teatros italianos y a suspender todas las giras.
El corte de los financiamientos y el bloqueo en la asunción de nuevo personal, a la larga pesarán sobre la calidad y la cantidad de los espectáculos. Los trabajadores precarios se encuentran en riesgo de perder el trabajo o de ser trabajadores precarios de por vida.
La autonomía artística de los teatros y particularmente del Teatro de la Scala, estará en discusión.
Para la producción de los espectáculos, una de las posibles consecuencias, sería recurrir a trabajadores 'externos' y a trabajadores precarios, abriendo y cerrando relaciones de trabajo en base a trabajos temporales, olvidándose y dejando de lado la riqueza profesional que estas personas han logrado con el transcurso del tiempo y sobre las cuales es más que necesario seguir invirtiendo.
Este decreto sigue a otro por lo cual este año las escuelas en Italia empezarán con 25.000 maestros menos, suprimidos para ahorrar dinero en un país donde 1 diputado gana más del doble que el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
Como se nota, estos subdesarrollos comunes al Colón y La Scala parecen decididos por una sola mano que tiene como 'punto final' la transformación de bienes funcionales al desarrollo de un país como la cultura, la música y el teatro en asuntos pegados a lógicas de mercado que ponen en serio riesgo su supervivencia y su utilización por parte de todos, ya que por ejemplo un estudio demuestra que las entradas mas económicas para el Colon registraron un aumento de precios de un 500% en 3 años y las más caras aumentaron un 144%.

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