Los impulsores del plan 'Cristina para quedarse'

Lo diseña el grupo joven del gobierno, que está más cerca de la presidenta que de su marido. Buscarán mostrarla como "capaz de enfrentar todo sola", incluyendo las disputas con la oposición y los medios. ¿Quiénes son los impulsores?

BAHÍA BLANCA ( La Nueva Provincia).- La puesta en marcha de un plan, al menos desde lo discursivo, para apuntalar la reelección de Cristina Fernández, se analiza por estas horas en despachos donde habitan los "cristinistas puros" del gobierno. Son esos estrategas y analistas quienes responden a la vez a sus propios jefes, ministros, secretarios de Estado o directores nacionales, que desde hace un tiempo vienen pregonando en las sombras, y a veces no tanto, sobre la conveniencia de esa candidatura y no la del ex presidente Néstor Kirchner.
El plan consiste básicamente en mostrar a la presidente como una "gran gestionadora", capaz de afrontar ella sola los desafíos de gobernar como también los de "enfrentar las constantes agresiones que recibe de parte de la oposición y del periodismo que no la quiere", según expresan confidentes de la Casa Rosada al tanto de lo que se está cocinando.
A ese tipo de prensa hacen referencia, obviamente, cuando mencionan a los medios independientes y a los grupos sobre los que el gobierno ha descargado por estas horas sus peores andanadas por considerarlos parte de un poder destituyente.
No es casualidad que Cristina Fernández haya incorporado en los últimos días a los discursos que pronuncia casi a diario, tanto en la Casa Rosada como en sus constantes salidas al Gran Buenos Aires o a distintos puntos del interior del país, un párrafo que persigue mostrarla justamente como la mejor a la hora de gestionar.
Se refiere al que la coloca a ella misma como el gobernante que sabe administrar los recursos del Estado. Es al mismo tiempo, explican los estrategas, una forma de mostrar que este gobierno cuida los recursos o los invierte adecuadamente, en oposición a lo que ocurrió con administraciones anteriores.
Por las dudas, aclaran que esa mirada hacia el pasado donde se dilapidaron dineros públicos, o se descontaron de los haberes de los jubilados, es anterior al 25 de mayo de 2003, cuando arrancó Néstor Kirchner, y que su esposa no duda por el contrario en calificar de "fundacional" a ese momento de la historia reciente.
Como parte de esa estrategia, la presidenta ha reiterado en estos días una y otra vez que merced a su buena gestión fue posible sortear sin graves sobresaltos la grave crisis financiera mundial del año pasado.
"Nosotros pudimos salir airosos cuando parecía que se caía el mundo porque administramos correctamente nuestros recursos, que son de todos los argentinos", se le escuchó esta semana, para botón de muestra, en un acto en el conurbano bonaerense.
A esa buena administración de su parte se ha referido también en los últimos días para explicar las razones por las que se han podido llevar adelante políticas como la Asignación Universal por Hijo, el programa de aumento a los jubilados y el Plan Federal de Viviendas y Obra Pública, que está a cargo del ministro de Planificación, Julio de Vido.
¿Quiénes son los que apoyan esa estrategia? Dicen en el gobierno que se trata en general de lo que se denomina "el ala joven" del gabinete nacional, y que por añadidura no se lleva del todo bien con el sector duro del elenco gobernante, donde habitan los que sostienen la candidatura presidencial de Kirchner.
El ministro de Economía, Amado Boudou, podría ser considerado el abanderado de esa tropa de "cristinistas", que también integran el director de la Anses, Diego Bossio, la ministra de Industria, Débora Giorgi, y la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, por citar a los que tienen mayor presencia mediática y son más conocidos por el gran público.
De Boudou se dice además que en los últimos tiempos ha entrado otra vez en colisión con Kirchner, quien en verdad nunca lo tuvo entre los santos de su devoción. Al santacruceño le molestaría el elevadísimo perfil que ha tomado el ministro detrás de su probable postulación a la gobernación de Buenos Aires en 2011.
"Néstor lo deja jugar, pero otra cosa es que salga por las suyas a presentarse como el mejor candidato o a cortarse solo en la campaña", reflejan ese estado de ánimo algunos "nestoristas" puros.
¿Y De Vido? Los confidentes dicen que es el único del gabinete, tal vez, que no tiene preferencias: apoya con la misma fuerza e idéntico compromiso cualquiera de las dos candidaturas.
El plan para instalar la candidatura de Cristina a la reelección cuenta obviamente con el beneplácito de la mandataria, dicen en el primer piso de la Casa Rosada. Lo cual no significa, aclaran, que ello suponga a la vez una colisión con el ex presidente o con aquel sector de "halcones" del gabinete --Aníbal Fernández, Carlos Zanini, Oscar Parrilli, entre los más duros-- que desde hace rato sostienen que el próximo es el turno del santacruceño, y que Cristina puede dedicarse a descansar cuatro años o a postularse para una banca en el Congreso.
A todos por igual, partidarios de la reelección de Cristina o del regreso de Néstor al sillón de Rivadavia, los une el mismo discurso a la hora de mirar hacia el futuro: "un pingüino, o una pinguina, será el próximo presidente de los argentinos".

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