Lobo Suelto, los hijos del 2001, y la decadencia de la sociedad argentina

Demasiado activismo y poca actividad pedagógica entre los estudiantes secundarios de la enseñanza pública porteña. Enorme presencia de fuerzas políticas de izquierda y un universo considerable de futuros jóvenes desempleados ante una sociedad perpleja o con un sentimiento de culpa considerable ya que los jóvenes se asumen como "hijos del 2001" y dice que sus mayores (incluyendo a sus docentes) integran "una generación que fracasó". (¿?)

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La Organización Estudiantil Lobo Suelto y sus aliados -el colectivo La Trifulca / Frente Cultural y Territorial, y la universitaria La Mella, integrantes de Juventud Rebelde 20 de Diciembre-, andan de festejos.
Ellos explican el motivo:
"Tras un largo proceso de lucha iniciado ya hace más de 2 meses, los estudiantes del Nacional Buenos Aires han logrado un triunfo histórico para el movimiento estudiantil. En el día de hoy (3 de septiembre de 2010), se ha aprobado en el Consejo de Escuela Resolutivo (órgano de co-gobierno del Colegio) un proyecto para que el rectorado tenga que aceptar la elección directa y ponderada del próximo rector por parte de la comunidad educativa. El proyecto incluye reivindicaciones históricas del movimiento estudiantil como el claustro único docente y la participación de los trabajadores y trabajadoras no-docentes en la elección. Además el resultado va a respetar la proporción actual del CER (8 docentes incluyendo interinos, 4 estudiantes, 2 graduados y 1 no-docente) en la ponderación de los sufragios. (...)".
Por supuesto que nada de eso hará mejorar la calidad educativa. El Nacional Buenos Aires no volverá a ser un centro de excelencia educativa o algo parecido,
El Nacional Buenos Aires continuará, al igual que el Carlos Pellegrini, el proceso de pauperización cultural que padece la educación pública argentina, en general.
Este cogobierno estudiantil que proponen los agitadores secundarios, aún cuando tuvieran positivas intenciones, es parte del proceso de decadencia que provoca que las mejores oportunidades laborales no sean para los egresados de la educación pública.
Pero los de Lobo Suelto y sus amigos consideran que cualquier opinión en contrario proviene de "los medios de desinformación".
En su página web Lobo Suelto explica sus ambiciones:
"(...) es una organización independiente de estudiantes secundarios. Surgimos en 2007 con la perspectiva de generar un espacio que escapara a la maraña partidaria de la izquierda tradicional. Nuestra bandera fue y será "la lucha contra la indiferencia", la revaloración de la palabra política entre los estudiantes.
No somos más que pibes que nos sensibilizamos ante una sociedad en decadencia, y tomamos conciencia de que hay que hacer algo. Defendemos la organización como la forma que tenemos de hacernos valer. Hacemos nuestro aporte con una militancia cotidiana, dirigida a luchar contra los que nos oprimen, intentando enfrentar las problemáticas puntuales que surjan en nuestros colegios, barrios, etc.
Recientemente, rompiendo con las lógicas sectarias de la izquierda, formamos una nueva corriente junto con otras dos organizaciones independientes, La Trifulca y La Mella. La nueva apuesta que tenemos en conjunto es ofrecer esta alternativa al conjunto de la juventud. (...)
Creemos que los Centros de Estudiantes deben ser más que una urna de reclamos o una cartelera partidaria: queremos que se conviertan en una trinchera de los estudiantes para poder generar nuevas ideas, nuevas discusiones, nuevas formas de hacer política. Tenemos la doble tarea de defender la educación pública mientras luchamos por transformarla. (...)".
Lobo Solitario y las otras organizaciones de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (CUES), que realizan la toma de colegios porteños están promoviendo lo que ellos llaman "el estudiantazo generalizado en la Ciudad de Buenos Aires", y afirman que están "recuperando una cultura de participación, creación y rebeldía que los de arrriba pensaban que nos habían arrancado".
Precisamente en la reunión de la CUES, que se realizó en la Facultad (tomada) de Ciencias Sociales, se decidió la continuidad del 'plan de lucha' en la Ciudad de Buenos Aires.
La estudiante Lola Urquiaga, secretaria general del Normal 1, declaró a los medios presentes: "Hasta el momento el Gobierno de (Mauricio) Macri no nos ha dado ninguna respuesta a nuestros reclamos de conjunto. Por eso decidimos que si el lunes (06/09) no tenemos respuestas concretas a nuestros reclamos por parte del ministro (Esteban) Bullrich, vuelve la toma generalizada de los colegios secundarios".
Y Juan Oribe, vicepresidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (¿futuro desempleado?), agregó: "Los estudiantes universitarios vamos a apoyar todas las medidas de lucha que decidan los estudiantes secundarios, porque son un ejemplo en la defensa de la educación pública. Por eso el próximo viernes 10 de septiembre a las 18:00, en la Facultad de Sociales realizaremos una asamblea conjunta de estudiantes secundarios, terciarios y universitarios, junto a docentes y trabajadores de la Ciudad, para discutir y votar un plan de lucha unificado".
Patricio del Corro (¿futuro desempleado o futuro empleado público?), secretario general del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, informó "que la facultad de sociales se mantendrá tomada durante todo el fin de semana esperando respuestas a nuestros reclamos, mientras que el lunes a las 16 nos movilizaremos conjuntamente con los estudiantes secundarios, en defensa de la educación pública, desde Palacio Pizzurno hasta la Casa Rosada para luego terminar en el Ministerio de Educación de la Ciudad. Luego de la marcha, en asamblea de las tres sedes de sociales los estudiantes decidiremos si seguimos tomando la facultad".
Es hasta lógico todo lo que está ocurriendo: hay sectores políticos de izquierda que trabajan desde hace tiempo en los niveles secundarios aprovechando el escenario planteado por el (ladri) progresismo en el poder, de cuestionamiento de conceptos considerados 'noventistas' como alguna disciplina, un orden mínimo y la penalización de lo que está mal.
Pero el (ladri) progresismo está encantado por 2 motivos
> porque sospecha que así debilita aún más a Mauricio Macri y su PRO (o sea 'la derecha', cuando es una falta de respeto a 'la derecha' ya que el PRO ni siquiera se atreve a asumirse como de 'centroderecha'); y
> porque cree que tolerando los acontecimientos se asegura votos adicionales para 2011.
Pero ¡cuidado! Que no se lleven una sorpresa en breve las autoridades de la Educación nacional.
El diario kirchnerista Página/12 entrevistó a algunos referentes del movimiento secundario que se asume como "hijos del 2001", algo que debería provocar vergüenza en muchos políticos, en especial peronistas bonaerenses que ayudaron a provocar aquella crisis institucional:
"(...) "En los secundarios hay un activismo muy importante que empezó en 2005, cuando se hizo un ‘estudiantazo’ contra el gobierno de (Aníbal) Ibarra. Eso fue lo que hizo revivir al activismo secundario", recuerda Juan Oromí, egresado del Nicolás Avellaneda y ahora universitario, que sigue militando en la agrupación Lobo Suelto, que surgió de la fusión de otras dos agrupaciones, Escoria, que fue conducción del Centro de Estudiantes del Nacional de Buenos Aires, y Equis, que reunía a estudiantes de escuelas privadas. Lobo Suelto es una agrupación "de la izquierda independiente", que agrupa a los que no militan en ningún partido.
Alfredo Furman es militante del Frente de Estudiantes en Lucha (FEL), una escisión –"por izquierda", aclaran sus dirigentes– del Partido Obrero, y consejero estudiantil del colegio Carlos Pellegrini. "A mediados de 2009 fuimos expulsados del PO y muchos de nosotros estuvimos al frente de lo que fue el gran ‘estudiantazo’ del año 2005." En estos momentos se están constituyendo "como agrupación política más en general, luego de haber participado durante los años 2007 y 2008 en una campaña por la democratización en los colegios preuniversitarios".
"Desde el comienzo, nosotros venimos hablando de la necesidad de hacer política en los secundarios, al contrario de los que hoy nos critican por asumir posiciones políticas", destacó Furman. El estudiante consideró que "la política del gobierno de (Mauricio) Macri es totalmente incompatible con la defensa de la educación pública por la que nosotros venimos luchando". El FEL es el grupo que levanta las consignas más duras. Una de sus consignas principales es la que habla de "la necesidad de echar al gobierno de Macri". También denuncian "a los sectores de la Legislatura que son cómplices del macrismo porque votan las mismas políticas".
Florencia Sacarelo es presidenta del Centro de Estudiantes del Normal 5 de Barracas, y desde hace dos años es militante del MST. "El conflicto actual es muy fuerte. En nuestro colegio llevamos más de once días de toma. Lo que advertimos es que hay un gran compromiso por parte de todos los alumnos, que tienen muy claro que lo que pasa es responsabilidad absoluta de las políticas del actual gobierno porteño. Todos tenemos conciencia de que se trata de un problema político, al que hay que darle respuestas políticas."
Sacarelo subrayó que, al menos en su colegio, "es muy buena la relación que mantenemos con los docentes y con los directivos del colegio, de manera que nunca hemos tenido oposición por parte de ellos, porque comprenden que lo que pedimos es razonable y necesario". Para Florencia, los problemas más graves "son los edilicios" y, en el caso del Normal 5, una escuela que tiene cien años, "desde hace dos años no hubo ningún tipo de mantenimiento. Desde que asumió Macri, nadie del Ministerio de Educación se acercó a la escuela para ver en qué condiciones está".
Oromí afirmó que los agrupaciones que se nuclean en la corriente que representa son "hijos de 2001, en el sentido de que incorporamos, como juventud, un montón de métodos de lucha que aún siguen vigentes, como el piquete. Hoy, hasta la Federación Agraria hace piquetes (se ríe). Nosotros somos los jóvenes que heredamos la desconfianza en la política, sobre todo en los partidos políticos tradicionales, y que no creemos que el cambio pueda venir desde las cúpulas".

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