ARGENTINA

CÓRDOBA

Lavagna/Urtubey van por la "figurita difícil": Schiaretti, ¿tan codiciado como clave?

Tras la foto con Alberto Fernández, y permanecer ausente durante la visita de Mauricio Macri y Miguel Angel Pichetto, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, vuelve a mostrar hoy su peso en tablero político nacional al recibir en la sede del ejecutivo en la capital provincial, a Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, los candidatos a la presidencia de Consenso Federal, con quienes parece haber sellado la paz, aunque ello no implique mucho más. Vuelve también el compañero de fórmula de Cristina y esperan más visitas de Macri antes de las PASO al territorio más codiciado.

El segundo distrito de peso en el padrón electoral es clave para sumar votos en un escenario de polarización. Pero Juan Schiaretti ya avisó que no apoyará a ningún presidenciable.

Pese a ello, recibió a Alberto Fernández, quien tuvo su foto de la reunión con el mandatario. No pudo ver en cambio a Mauricio Macri y Miguel Angel Pichetto quienes llegaron a la provincia durante su ausencia, y hoy recibe a Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, quienes fueron a su lado, partícipes de Alternativa Federal.

Este jueves y viernes, vuelve Alberto Fernández y Macri también piensa regresar a suelo cordobés antes de las PASO. 

Cierto es que el gobernador de Córdoba se transformó en el mandatario más codiciado por los candidatos presidenciales, quien ante la feroz polarización, será un hombre clave, junto a sus coterráneos, para el resultado de los comicios de octubre.  

Y no sólo porque es el segundo distrito de peso electoral detrás de la provincia de Buenos Aires, sino porque además, como el mandatario fue reelecto el 12 de mayo pasado y el espacio que lideraba, Alternativa Federal, desapareció, decidió presentar una boleta corta de diputados nacionales en la provincia y dejar que los cordobeses elijan "al candidato a presidente que más les
guste".

De esa manera, logra hacer equilibrio entre su amigo Mauricio Macri  y el PJ de la provincia, presidido por Carlos Caserio, amante jefe de bloque del peronismo federal en el Senado, quien tiene buena sintonía con Alberto Fernández y apoya su postulación. Sea quien fuera el ganador de octubre, Caserio y Schiaretti tendrán un rol central también para garantizar la gobernabilidad y sancionar leyes.

Para la Casa Rosada, la decisión de no jugar para las generales fue tomada como un guiño hacia Macri, para quien los cordobeses fueron cruciales en la elección en 2015, al darle el 72% de los votos en el balotaje contra el 28% obtenido por Daniel Scioli. 

Alberto Fernández la tiene más difícil: los cordobeses son antiK en su mayoría. Por eso el miércoles pasado, al reunirse con Schiaretti no tuvo empacho en pedirle disculpas a la provincia por los errores del pasado, como el abandono nacional a partir de la crisis del campo en 2008. Y volverá a instalarse dos días a partir de este jueves para hacer campaña en la capital y
el interior. Aún así, dentro del Frente de Todos se discute si es conveniente la visita de Cristina para presentar su libro.

La provincia mediterránea tiene sus particularidades. Con frecuencia suele decirse que se trata de una isla porque en general va a contramano de la Nación en las decisiones electorales.

Incluso lo que sostienen que "no hay ninguna duda de que en Córdoba volverá a ganar Macri", aclaran que es motivo de discusión la diferencia que pueda alcanzar. Ni Macri es el mismo que hace cuatro años atrás, ni Alberto es Daniel Scioli. 

Por lo pronto, hoy Shiaretti recibe a la "tercera pata". Según el entorno del mandatario cordobés, la reunión fue pedida por la fórmula visitante. 

Cerca de Lavagna afirman que la temática de la reunión seguramente gire en torno a los ejes que Consenso Federal impulsa a nivel nacional y para Córdoba en específico, como "el impulso a las pymes industriales, la reactivación del consumo, la recentralización de la educación y la necesidad de que Macri corra los vencimientos con el FMI".

La relación entre Schiaretti y el ex ministro de Economía había pasado por grandes tensiones previo al cierre de alianzas, durante el fallido armado de Alternativa Federal, debido a que la voluntad del primero de definir el candidato del espacio en internas chocó directamente con la pretensión de Lavagna de ser ungido él mismo como candidato de consenso.

Al respecto, cerca del gobernador remarcaron el cariz "institucional" del recibimiento, al tiempo que subrayaron que él apoya "simplemente a la boleta de los candidatos a diputados nacionales por Córdoba". Aunque admitieron, al mismo tiempo, que "si no hubiese relación, Lavagna y Urtubey no hubieran sido recibidos".

En paralelo, fuentes allegadas al lavagnismo consideraron que "seguramente el encuentro implique algún grado de recomposición" tras los cortocircuitos de la primera mitad del año, y agregaron que "Urtubey tiene buena relación" con el líder cordobés.

Previo al cónclave, Lavagna se reunirá con empresarios de pymes locales, para luego ofrecer una conferencia de prensa junto al gobernador salteño y realizar una caminata por el centro de la ciudad de Córdoba.

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