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Residuos petroleros en Vaca Muerta: los vecinos dicen que se enferman

Hay una cuestión sobre Vaca Muerta que aún queda por resolver: los residuos petroleros. Hay empresas que se dedican a tratar los residuos peligrosos que dejan atrás las petroleras y las principales se están mudando a Añelo, pero el proceso de traslado no conforma a los vecinos.

Vaca Muerta fue iniciada por Cristina Fernández de  Kirchner y también impulsada por Mauricio Macri. En casi todos los espacios políticos se defiende el desarrolló del yacimiento petrolífero, a la vez que se ponen en él grandes esperanzas de la economía a futuro. 

Sin embargo, hay una cuestión sobre Vaca Muerta que aún queda por resolver: los residuos petroleros. Hay empresas que se dedican a tratar los residuos peligrosos que dejan atrás las petroleras, tóxicos contaminantes del medio ambiente generados por la industria hidrocarburífera. 

Las principales firmas de este tipo en el Parque Industrial de Neuquén, Comarsa e Indarsa, ya mudaron el grueso de sus instalaciones a Añelo, aunque el proceso de traslado se les viene haciendo lento a los vecinos de la capital. Recién en el 2022, se promete, estará completo.

En las afueras de Comarsa, hay unos 300.000 metros cúbicos de material contaminado que la empresa aún tiene que tratar. En Indarsa, se apilan tachos y bidones con líquidos y aceites que dejó el tratamiento.

“Ya tenemos cerrado el PIN, lo único que nos quedó es la actividad de remediación y en Añelo ya estamos con los hornos pirolíticos funcionando y estamos encendiendo el horno desorbedor y tratando líquidos”, explicó Héctor Basilotta, director de Comarsa. Dijo que hace unos tres meses están tratando residuos sólidos contaminados y que comenzaron “hace poco” a recibir el “cutting” (recortes de perforación), pero recién podrán comenzar a tratarlo dentro de unos 30 días.

De los 300.000 metros cúbicos, unos 100.000 se tratarán a través de biorremediación, proceso que, según Ambiente, “es muy aceptado pero lleva años y no es el mejor para zonas frías como esta”. Los otros 200.000 metros cúbicos se enviarán al relleno de seguridad que la empresa Servicios Ambientales Neuquén montó a 10 kilómetros de Añelo.

Sufrimos una presión social importante, en muchos casos injusta, que conllevó al cierre. En Añelo somos la única planta que está dentro de la normativa vigente de estar a 8 kilómetros del ejido urbano”, aseguró.

Otra empresa, Treater, se encuentra dentro del ejido de Añelo y fue foco de denuncias de Greenpeace y la Confederación Mapuche por supuestas irregularidades en la impermeabilización de los piletones donde se descargan los residuos peligrosos. 

Indarsa, por su parte, tuvo un episodio crítico cuando, en 2014, ocurrió un derrame de líquidos con hidrocarburos que se extendió por un “río” de más de 300 metros. Tuvo que pagar una multa de 2 millones de pesos. Indarsa fue una de las empresas que aportó a la campaña a gobernador de Omar Gutiérrez. Fueron 50.000 pesos a través de diez aportes de 5.000, según informó el Movimiento Popular Neuquino en su rendición de gastos a la justicia electoral.

Desde la comisión vecinal de Cuenca XV no están conformes con el avance del traslado, si bien sostienen que el tránsito de camiones y las emanaciones disminuyeron, aún perciben humos “contaminantes” provenientes del Parque Industrial, a kilómetros de donde viven. 

La presión social fue clave para que Indarse y Comarsa emprendieran la mudanza. Los vecinos reclamaron estar sufriendo consecuencias en su salud a raíz de “emanaciones tóxicas” provenientes de la quema de residuos de la industria hidrocarburífera.

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