JUSTICIA

EXTRADICIÓN EN MARCHA

Detenido Martins, dicen que es evidencia del ocaso de Stiuso

Es posible que nunca hubiese ocurrido en días en los que casi nadie le mojaba la oreja a Antonio Stiuso, ascendido por los K luego de episodios difíciles de remontar tal como aquel desafortunado allanamiento a las oficinas del 'grupo Alem' (Raúl Guglielminetti). Pero Stiuso es un señor jubilado que, con el eventual triunfo del Frente de Todos en los comicios de octubre, será más clase pasiva todavía, y en la vejez de Raúl Martins, muchos no olvidan la impunidad de su frenesí de negocios vinculados al sexo pago y otras cuestiones.

Raúl Martins, ex agente de la ex Secretaría de Inteligencia de Estado (Side), de 70 años, y acusado por su hija Lorena de liderar una red de prostitución, fue detenido en la ciudad mexicana de Cancún,  en el estado de Quintana Roo, donde reside y tiene negocios afines desde hace más de 15 años.

La aprehensión de Martins, imputado luego de una compleja investigación sobre prostitución y trata de personas, fue ordenada por la Cámara Federal I al haber confirmado el 03/09 el procesamiento y pedido de prisión preventiva solicitados por la jueza federal María Servini, quien ahora requerirá la extradición a México.

Los fiscales Alejandra Mangano y Marcelo Colombo habían pedido la detención con fines de extradición en diciembre de 2018

Martins egresó de la Escuela Nacional de Inteligencia en 1985 y durante 15 años fue agente de la ex SIDE, a las órdenes del entonces director del por entonces jefe de Contrainteligencia, Antonio 'Jaime' Stiuso, según Lorena Martins.

El hoy jubilado Stiuso, parroquiano de ese café ubicado en la planta baja del inmueble donde tiene su oficina de consultor de empresarios, era el responsable de la llamada 'base Estados Unidos' (porque en esa calle quedaba la sucursal de la ex Side a su cargo, conocida por la electrónica que intentaba incorporar).

La jueza Servini emitió la orden a nivel nacional, probablemente porque se hizo eco de algunas diligencias de Martins para regresar a la Argentina. O probablemente no quiso pedirle a Interpol, conociendo que Martins residía junto al mar del Caribe.

Los fiscales Mangano y Colombo insistieron: estaba acreditado que Martins estuvo en la Argentina entre el 07/06/2017 y el 05/02/2018, confirmándose así su estado de rebeldía y riesgo procesal para la investigación al marcharse de regreso al México al no lograr destrabar su situación procesal. 

Ellos le ampliaron la imputación, sumándole los delitos de asociación ilícita y lavado de activos.

Servini supeditó el pedido de extradición al respaldo de sus superiores, la Cámara de Apelaciones, aval que ocurrió. Y 1 mes después, Martins fue detenido.

La fundación La Alameda, de Gustavo Vera, deberá colgarse la medalla porque le concedió vigor a la denuncia de Lorena Martins, residente en España, contra su padre por controlar 'saunas' y 'cabarets' en Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Cancún: The One, Rouge, Brut, New Manhattan, Fama, Hot Area, Top Secret, Oba Oba, Apart Hotel, Swinger Club Anchorena, etc. etec. etc., donde,  según la acusación, el ex espía llevaba mujeres engañadas (¿dominicanas, colombianas, venezolanas y de provincias argentinas?) y las obligaba a ejercer la prostitución.

Servini había archivado la denuncia en 2012 porque algunos de los cabarets denunciados ya eran investigados en otro expediente, y en otros casos Martins había sido absuelto. Eran los años de gloria de Stiuso, enlace con Comodoro Py, dicen, con la asistencia intelectual de "Javier F. y Darío R" (¿quiénes serán Javier F. y Darío R.?). Todavía Stiuso no había caído en desgracia ante el ascenso de la inteligencia militar liderada por el general César Milani.

La mencionada Servini, siempre diligente -tal como todo habitante de Comodoro Py- para leer las entrelíneas del poder político, consideró que Lorena Martins habría utilizado la denuncia para “ejercer presión sobre su padre”, en el marco de un reclamo de dinero por el divorcio con su madre. 

Sin embargo, la Cámara Federal revocó la decisión de la magistrada, al hacer lugar al planteo del fiscal Federico Delgado.

El caso volvió así a activarse en 2016 cuando la jueza Servini ordenó indagar a Martins y su mujer. En una causa paralela también se procesó al hijo y la madre del ex espía por lavado de dinero.

Ahora, Martins deberá afrontar un juicio de extradición en México. 

La Argentina y México suscribieron un tratado de extradición en mayo de 2011, con fuerza de ley desde el 03/07/2015. 

El 08/01/2019, el periodista Daniel Santoro, escribió en el diario Clarín, que la fiscal federal Paloma Ochoa había solicitado elevar a juicio oral la causa por lavado contra Mariano Martins, hijo del ex agente Raúl Martins. 

La fiscal Ochoa, junto a sus colegas María Alejandra Mángano, titular de la procuraduría contra la trata, y Marí del Carmen Chena, a cargo de la dirección de Recuperación de Activos, pidieron el decomiso de los cuentas e inmuebles que compró el hijo del ex espía.

Según Santoro, en los documentos de inteligencia secuestrados en la casa de Cristina Fernández de Kirchner en El Calafate se encontró uno que se refería a Martins y su relación con “El Lauchón” Pedro Viale, otro amigo de Stiuso, asesinado por policías bonaerenses en 2013 en un incidente nunca totalmente esclarecido. 

Según Santoro, en esos documentos se buscó vincular a Martins con el presidente Mauricio Macri, tema originado en una famosa fotografía en Cancún, en la que también aparecía Juliana Awada.

Martins, además, mantuvo vínculos, según Santoro, con el ex juez Norberto Oyarbide.

En la causa contra el hijo de Martins, residente en Valencia (España) se dio por probado que entre 2009 y 2011, por medio de diversas operaciones bancarias y financieras y la compra-venta simulada de propiedades, puso en el mercado bienes no declarados que podrían provenir de la explotación sexual de personasa cargo de su padre Raúl Martins. 

Ochoa documentó la compra-venta entre Mariano Martins y su abuela de terrenos en Villa Carlos Paz y un campo sojero en Colonia San Jorge, Santa Fe y movimientos con dólares que, a su criterio, tuvieron como “finalidad ingresar en el mercado bienes no declarados de origen ilícito vinculados presuntamente a las actividades delictivas llevadas a cabo por Martins”.

Junto al hijo del ex espía, se investigó a su abuela, Cledi Presilla Coggiola, quien fue sobreseída luego de su fallecimiento.

En su indagatoria, Mariano Martins aseguró que su padre “nos hizo creer que (las denuncias en su contra) provenían de enemigo de él que buscaban perjudicarlo. Mi padre siempre me generó un sentimiento entre respeto y temor. Por supuesto que creí que todo ello era falso. Nunca me involucré en los negocios de mi padre pero sabía que le habían hecho varias causas penales. Sabíamos que en el marco de esas causas penales le trabaron medidas cautelares, como embargos e inhibiciones”.

En su defensa agregó que “mi abuela Cledi venía de una familia de mucho dinero, propietaria de campos en Santa Fe. Ya había estallado el bum de la soja cuando la abuela empezó a decirnos que había que pensar en el futuro… que ella ya estaba muy vieja y que en caso de fallecer, su único heredero era nuestro padre, que estaba inhibido y embargado”.

Relató que “cuando Lorena volvió a Argentina nos empezó a contar escandalizada la realidad de las cosas. Los rumores no eran falsos. Papa era un proxeneta de proporciones desconocidas. Cuando Lorena inició su cruzada, inmediatamente nos alineamos con ella. Tanto el que suscribe, como mi madre Cristina Cancela y mi hermano Ariel (…) Con el poder que me hicieron firmar para administrar el campo, volvieron a poner a nombre de mi abuela los inmuebles objeto de este proceso. En junio de 2014, a través de mi apoderado (…) remití a Estela Percival una carta documento para que rinda cuentas de la venta hecha a mi nombre, la que jamás autoricé”. 

La fiscal Ochoa no le creyó y por eso pidió enviarlo a juicio oral y público. 

En tanto, Federico Fahsbender, escribió en la web Infobae, "(...) En su denuncia, Lorena había indicado a Anchorena como un supuesto punto clave para la administración de los negocios de su padre, una sospecha compartida hoy por la PROTEX, la actual fiscalía anti-trata. El fiscal Delgado apeló el archivo de la causa e instó a que se investiguen "la totalidad de los hechos denunciados por Lorena Martins, con excepción de los imputados a su padre, para que no la damnifiquen personalmente". Finalmente, el 20 de febrero la Sala I de la Cámara Criminal Federal ordenó retomar la denuncia y Servini de Cubría ordenó el allanamiento. "Recién ahora Servini tiene unas puntas para avanzar", admite una fuente cercana al expediente.

Esta vez, a la jueza no le tembló el pulso. Una voz de peso en Tribunales admite: "Esto es un tiro por elevación. Pasa porque Stiuso cayó en picada". Y lo cierto es que, a Delgado, Servini lo notificó tarde del allanamiento: allanó sin avisarle al fiscal y recién se lo comunicó con el hecho consumado. Desde México, Martins le niega una y otra vez a sus abogados que conozca al ex Director de Contrainteligencia. Otros que conocen históricamente a Martins hablan de un vínculo de larga data. Lo cierto es que, en los tribunales de Comodoro Py, la vieja SIDE y sus jefes se quedan sin espacio. Stiuso declaró ante Viviana Fein en la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman sin pactos previos ni prebendas, con la única condición de que se preserve su seguridad. El Departamento de Observaciones Judiciales -conocido comúnmente como OJOTA- pasa por ley a la esfera del Ministerio Público Fiscal, una herencia pesada y cargada de planteos. El ocaso se vuelve evidente.

De vuelta en Anchorena, el círculo más inmediato de Martins se volvió el foco de sospecha: la Justicia liga a la disco swinger con Estela Percival, la concubina del ex espía. Natalia Percival, su hermana menor, es quien figura en los papeles: según el Boletín Oficial, es la socia gerente desde el 2011 de Tomás Manuel de Anchorena SRL, la firma que controla el lugar. Estela Percival tiene lazos evidentes con los negocios de su marido. Su domicilio legal todavía es el mismo de Brut, una disco en Recoleta. El nombre del lugar trae recuerdos judiciales: en 2000, fue allanado por los fiscales José Campagnoli y Adrián Peres, bajo sospechas de ejercicio de la prostitución, en una causa en la que Martins fue luego sobreseído. (...)", etc. etc. etc.

Ya es hora de comenzar a conocer la verdad de tan truculento tema.

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