POLÍTICA

OBJETIVOS PIQUETEROS

Nuevo Justicialismo Económico y Socialismo: ¿Coincide Alberto con Grabois/Pérsico?

El detenido Luis D'Elía consideró a Juan Grabois como su "heredero" en el "universo de los movimientos sociales". Rápidamente, el líder de la Ctep salió a despegarse de él y dijo que no es “heredero de nadie”. Sin embargo, D’Elía atacó al dirigente Emilio Pérsico del Movimiento Evita y lo acusó de "arreglar con el Gobierno". Pero Pérsico tiene buena relación con Grabois, juntos redactaron un ‘paper’ destinado a los integrantes de los movimientos sociales donde plantean sus objetivos, entre los cuales se menciona el establecimiento de una economía socialista, un gobierno popular y la creación de un Nuevo Justicialismo Económico, donde se incluyen frases del comunismo, se vuelve sobre la distribución de la tierra y la autogestión sin patrones. Parece un plan muy distinto a lo que pretende o muestra querer hacer Alberto Fernández si llega a la Presidencia.

La semana pasada, el detenido dirigente Luis D´Elía envió una carta desde la cárcel de Ezeiza, acusando al titular del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, de haber "arreglar con el Gobierno", en el marco de la sanción de la Ley de Emergencia Alimentaria y el acampe en el Ministerio de Desarrollo Social. Pero al mismo tiempo elogió a Juan Grabois y lo consideró su “heredero en el universo de los movimientos sociales".

Rápidamente, Grabois salió a despegarse de D’Elía. El referente de la CTEP y dijo que si bien es "solidario" con el ex piquetero por su detención, en la política no es "heredero ni vocero oficioso de nadie".

"Soy solidario con D'Elía, su detención es injusta, pero en política no soy heredero ni vocero oficioso de nadie. Sólo asumo errores de los procesos en los que participo", aclaró Grabois desde su cuenta de Twitter.

Además, reprochó que "ciertos medios intentan continuamente colocarme en posiciones ajenas, aunque no dé notas ni use mis redes".

D’Elía tiene una interna con Pérsico desde que éste en 2017 se fue con Florencio Randazzo y su fallida candidatura.

Pero ahora Pérsico es muy cercano a Grabois, mal que le pese a D’Elía. Junto con el titular de la Ctep, el dirigente del Evita escribió un ‘paper’ de adoctrinamiento destinado a los integrantes de las organizaciones sociales repleto de consignas del comunismo y el guevarismo matizadas con ideas peronistas y un halo de cristiandad.

Sería interesante saber si Alberto Fernández conoce este documento donde Pérsico y Grabois fijan cuáles serán sus “objetivos”, entre los cuales reclaman por un “Gobierno popular” y rechazan “votar cada 4 años y luego cada cual a su casa”.

Si Fernández logra acceder a la Presidencia tendrá que armonizar con estos grupos avalados por el kirchnerismo y que ya demostraron tener peso en la calle.

Sobre el paper de Grabois/Pérsico resulta muy interesante el capítulo titulado “EL PROYECTO REVOLUCIONARIO: NUESTRO OBJETIVO ESTRATÉGICO”, allí desarrolla la idea de la reforma agraria, la autogestión de las empresas sin patrones, la instalación de un socialismo del siglo XXI y un Nuevo Justicialismo Económico, la creación del hombre nuevo cuyo concepto desarrolló el ‘Che’ Guevara, el retorno al Alba a nivel regional y otros conceptos que parecen alejados de lo que viene proponiendo Alberto Fernández:

Nosotros pensamos que el proyecto nacional revolucionario debe tener cuatro ejes:

• Gobierno Popular

Queremos un gobierno del, por y para el pueblo. Dónde los sectores populares tengan el protagonismo en cada decisión a escala nacional, provincial, municipal y en los barrios. No queremos votar cada 4 años y luego cada cual a su casa.

Queremos un gobierno popular dónde todos tengan voz pero que priorice la voz de los trabajadores y los humildes. Donde la policía esté para mejorar la convivencia y no para encubrir a los narcos o matar a los pibes pobres. Donde los hospitales y escuelas reciban a nuestros niños con los brazos abiertos, para curar y educar.

Queremos un gobierno donde en cada barrio, en cada unidad productiva, los trabajadores y los humildes puedan forjar su destino. Esto es una “democracia real”, muy distinta a la “democracia formal” del liberalismo.

Unidad Latinoamericana:

Queremos una unidad latinoamericana que no sea de los gobiernos y los mercados, sino de los pueblos. Queremos volver a unir esa Nación, esa Patria Grande, que los imperialistas y sus cipayos separaron.

No queremos que el FMI ni el Banco Mundial ni el Capital financiero domine nuestra economía, ni que Estados Unidos destruya nuestra soberanía. ¡Pero esto sólo lo podemos lograr con la unidad de todos los países latinoamericanos!

El proyecto que expresa mejor este deseo en la actualidad es el del ALBA, pero tenemos que ir más allá y reunirnos como querían San Martín y Bolivar en un gran estado plurinacional latinoamericano.

Fraternidad Social:

Queremos una sociedad de hermanos, con valores humanistas y cristianos de solidaridad y amor al prójimo.

No queremos el consumismo, el individualismo, el bombardeo constante de los medios corporativos, la reducción de la mujer al rol de objeto, la destrucción de la juventud a través de las drogas, la violencia en los barrios, la corrupción de los gobernantes, la falta de comunicación entre vecinos, el aislamiento, la falta de respeto a los mayores, el egoísmo reinante.

Queremos construirnos como hombres y mujeres nuevas.

Para eso, tenemos que frenar la penetración de la cultura imperialista que rinde culto a un único dios, el dinero.

La fraternidad social implica la libertad de profesar cualquier religión, la no discriminación por ningún motivo, la igualdad de género y el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, la libertad de opinión que es muy distinta al oligopolio de los grandes diarios capitalistas y empresas televisivas trasnacionales.

Nuevo Justicialismo Económico (buen vivir o economía socialista del siglo XXI):

Queremos una economía al servicio del pueblo, donde la riqueza y el ingreso se distribuyan con justicia, donde el salario sea fuente de dignidad, donde no haya explotación ni exclusiones.

Queremos una economía donde los principales resortes estén en manos del gobierno popular. Nuestras minas, nuestro petróleo, nuestra tierra, nuestro comercio exterior, nuestro transporte, nuestros servicios públicos, nuestra salud, educación y recreación son demasiado importantes para estar en manos del mercado. Los trabajadores podemos gestionar las grandes fábricas sin necesidad de patrones como demostraron las empresas recuperadas, podemos distribuir los alimentos sin necesidad de intermediarios que se quedan con la parte del león, podemos cultivar el suelo y cuidar el medio ambiente si la tierra se distribuye en partes iguales.

Esta economía no va contra la iniciativa individual, no pretende eliminar todo tipo de propiedad privada, sino en primer lugar poner la economía al servicio del pueblo y no del dinero, pone la propiedad al servicio de la comunidad y no del lucro individual. Tal vez así algún día logremos llegar a una sociedad donde “cada uno aporta según su capacidad y cada uno recibe según sus necesidades”.

Tampoco niega el desarrollo de la individualidad, que es muy distinto al individualismo. Nuestro principal objetivo es que todos los compañeros puedan disfrutar de su tiempo para desarrollarse como personas, crear, amar, jugar, divertirse, compartir con familia y amigos, disfrutar del arte y la cultura, hacer deportes, contemplar el mundo, conocer su Patria.

En muchos países se está intentando desarrollar esta nueva economía, comunitaria, cristiana, humanista, solidaria. En Ecuador, Bolivia o Venezuela, de distintas maneras, se intenta avanzar hacia un nuevo orden económico dónde no sea el dinero sino las personas y las familias lo que esté en el centro.

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