CLAVES

VACA MUERTA, SOJA... Y 9 MÁS

Aquí están, estos son (los dólares que Dujovne prometió al FMI)

Diego Maradona acuñó la frase cuando era el técnico de la selección para el Mundial 2010 en Sudáfrica y le preguntaron cuál sería su equipo ideal: “(Javier) Mascherano y 10 más”. La polarización electoral que impulsa el macrismo con CFK como rival se intentó ensayar en el último comicio neuquino, a punto tal que se atribuyó a la embajada de USA un tuit que decía: Perdió Cristina. Pero en realidad los neuquinos votaron masivamente a su partido provincial, el MPN, ni al kirchnerismo ni al radicalismo (hasta ahí Cambiemos), como si hubieran dicho “si ya está bien así, para qué cambiar”, pensando en su gran fuente de desarrollo que es Vaca Muerta, de la que perciben más de $200.000 millones en regalías. Ninguno de los contendientes, ni el candidato ex piquetero ni el intendente radical de la ciudad capital, insinuaron siquiera alternativa alguna para modificar el statu quo petrolero, e inclusive coincidieron en defender a las compañías en el diferendo con el grupo Techint, principalmente, por los precios subsidiados. El megayacimiento requiere en una etapa siguiente unos US$8.000 millones en inversiones en terminales, gasoductos, oleoductos y trenes, que generarán un plus de movimiento en la región, al que ya originan la exploración y explotación no convencional, con las innovaciones tecnológicas que inclusive han ayudado a cambiar el perfil poblacional por una creciente incorporación de profesionales. Para el país, si no hay un plan de desarrollo que los acompañe puede tener un epílogo no deseado.


A media máquina y con los principales mercados del biodiésel reacios a importar la producción del hidrocarburo verde nacional, el polo industrial oleaginoso con epicentro en el Gran Rosario ha sido capaz de amasar en un 1er. semestre sin sequías ni recesión, como el de 2017, un 60% más, medido en moneda dura, por ejemplo, que el complejo automotor en su conjunto. 

Vaca Muerta entraña aún un potencial que, en la medida que las 30 petroleras entre las locales y las extranjeras que operan el megayacimiento, más las que vengan, rompan el chanchito e inviertan todos los años, cuando expire el mandato del gobierno que asuma en diciembre, podría estar generando un caudal de divisas casi parecido al sojero. 

Puestos en la balanza comercial de los próximos años, sendos recursos naturales que emanan de nuestra generosa geografía estarían asegurando, cuanto menos, la mitad de la billetera nacional de las transacciones internacionales de bienes y servicios.

Desde el punto de vista regional, la bonanza de ambos tesoros desenterrados derramaría directamente sobre la franja del río Paraná que iría desde la santafesina Timbúes a la bonaerense San Nicolás, más la zona núcleo agrícola aledaña, y la cuenca orográfica neuquina, rionegrina y algo de mendocina.

Lo que trascienda al resto del país, incluida el área metropolitana que concentra el 40% de la población, aún está por dirimirse entre la dirigencia política que compite en los comicios en ciernes:

** en qué grado será acumulada la renta para orientarla hacia un plan de desarrollo inclusivo, también para las futuras generaciones, y 
** en cuál se prevé tender las redes de contención social, habida cuenta de que la pobreza se va nutriendo, además de con las descendencias atrapadas de los que ya están, con las víctimas del desempleo estructural que traen los cambios tecnológicos y el crónico estado recesivo de la economía doméstica. 

Ni siquiera está dicha aún la última palabra del inventario fundacional para la nueva Argentina que aguarda tras la grieta política, si se considera que a la agroindustria le quedó pendiente aún redoblar la producción en su área centro-este (Córdoba-Santa Fe-Buenos Aires) e ir extendiéndose hacia el río Pilcomayo como norte (plan Belgrano o como quiera llamársele). 

Y que la explotación de Vaca Muerta ya representa aproximadamente un 20% de la producción de petróleo y un 40% de la de gas, aunque recién los equipos de perforación trabajen en 340 pozos, que abarcan el 4% de la superficie total de 30.000 km2.

La ecuación viene mejorando para las compañías tanto por la curva de aprendizaje en el aprovechamiento de la tecnología texana aplicada, cuanto de la incidencia que tiene la adenda del convenio laboral con el gremio petrolero para los yacimientos no convencionales, de modo que el costo del desarrollo se tornó más competitivo, al bajar 55% desde fines de 2015

El electorado neuquino acaba de responder con su propia impronta el virtual plebiscito subyacente en el comicio provincial en torno de Vaca Muerta, habida cuenta de que los principales 3 candidatos coincidían en defenderlo con el mismo énfasis, y en todo caso, tal como lo encuadró el curioso tuit americano, “Perdió Cristina”, la lectura geopolítica del resultado mirando hacia los inversores reunidos en la mesa texana sintetizó la expresión local de las urnas: “Sigue todo como estaba”.

La mayoría de los habitantes del Neuquén de Vaca Muerta tal vez no sepan que las regalías gasíferas pasaron de aportarles a las arcas provinciales de los $5.638 millones de 2017 a los $12.268 millones en 2018, mientras las petroleras les depararon de los $4.279 millones a $9.702 millones.

Es decir que en total crecieron de $10.956 millones a $23.789 millones en un año y se estima que en 2019 llegarán a los $35.000 millones, sobre cuya base la Legislatura neuquina autorizó un presupuesto de $100.000 millones.

Los vecinos de Río Negro, a igual población, recibieron $30.000 millones menos, pero aún su gobernador Alberto Edgardo Weretilneck aguarda la luz verde de la Corte para presentarse a la reelección.
 
Hasta ahora, lo que diferencia a ambas provincias, más allá de los límites territoriales a través de puentes, entre Cipolletti-Neuquén capital, Bariloche-Villa La Angostura, y ya dentro del megayacimiento con Catriel y Casa de Piedra, pertenecientes al departamento de General Roca, lindantes con Rincón de los Sauces-Chañar-Añelo, habría que buscarla en los brazos geográficos poblacionales.

El desarrollo vial y ferroviario, sobre todo, de la infraestructura que hace falta para conectar Vaca Muerta con los grandes centros de consumo de energía del país y con las fronteras para una salida exportadora aportará una nueva vía de integración entre las provincias que en el Alto Valle comparten el Comahue y en el sur montañas, nieve y lagos.

El conflicto entre el gobierno nacional y Tecpetrol por el subsidio a la producción excedente de las metas contratadas que la empresa del grupo Techint desbordó puso en blanco sobre negro la disritmia entre las inversiones en su actividad específica en los pozos de YPF, Chevron, Total, Exxon Mobil, Shell, Pluspetrol, BP, Tecpetrol, Panamerican Energy y Schlumberger, entre otras, respecto de las de infraestructura que los Estados nacional y provinciales deberían haber asegurado. 

De ahí que se hayan acumulado en carpeta obras en terminales, gasoductos, oleoductos y trenes que se necesitan para armonizar la producción con su transporte y venta.

Suman unos US$8.000 millones, de los cuales US$5.000 millones, según fuentes sindicales, y dado el parecido geológico del yacimiento neuquino con el área Permian Basin, en el oeste de Texas, la construcción de infraestructura podría provenir principalmente de inversores de USA, porque conocen bien el paño.

La experiencia texana indica al respecto que hace 5 años no se exportaba de ahí ni un cm3 de GNL y actualmente se vende a 30 países en 5 continentes.

Compañías estadounidenses

El secretario de Energía de USA, Rick Perry, señaló la fuerte presencia de compañías de energía estadounidenses en la explotación de 2da reserva de gas más grande del mundo “pero espero extender esto, particularmente en infraestructura”, aseguró ante ejecutivos de Chevrón, Shell, E&P Americas Total, Cheniere Energy y Petronas.

Hasta el presente, la de bandera argentina YPF, la francesa Total y PAE (Pan American Energy), del grupo Bulgheroni, en ese orden, son las 3 principales empresas productoras de gas, ya que concentraron en 2018 el 69% de la producción total. 

Uno de los factótums de la activación de Vaca Muerta, el ex presidente de Chevron para África y Latinoamérica, el iraní Ali Moshiri, quien se retiró de la corporación estadounidense en 2017, había sido en 2013 quien convenció a los accionistas de invertir en el área Loma Campana junto con YPF para extraer petróleo.

Desde entonces, llevan invertidos más de U$S 3.500 millones en el megayacimiento posicionándose en 2do lugar detrás de YPF.

Ya como dueño de la firma que fundó a continuación, Amos Global Energy, Moshiri, al igual que quien era su par en YPF cuando se firmó el acuerdo que puso en marcha Vaca Muerta durante la Presidencia de CFK, Miguel Galuccio, está en tratos para cerrar un acuerdo con Gas y Petróleo, la petrolera estatal de Neuquén, con participación en varios consorcios, según aseguró a la web EconoJournal al cierre del almuerzo realizado por el IAPG en esta ciudad, que tuvo como oradores al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui.

La reelección de Omar Gutiérrez hizo cobrar nuevo impulso a la gestión para el desembarco. Ya la tenía clara, en cambio, el ex CEO de YPF, cuya firma Vista Oil&Gas, acelera su desarrollo en Bajada del Palo Oeste, en donde inyectará este año US$300 millones. 

Además, pasó de haber completado apenas 30 etapas de fractura en enero a 110 punciones el mes pasado, según los registros que elabora la firma especializada NSC Multistage.

A luz de las nuevas perspectivas, Moshiri comentó desde el hotel Double Tree, en las afueras del centro de esta ciudad texana que “para acelerar el desarrollo de Vaca Muerta necesitamos un approach distinto, un nuevo modelo, que incluya a nuevas pequeñas y grandes empresas de servicios y operadoras independientes en los que los inversores y fondos públicos y privados confíen e inyecten capitales”.

Del otro lado de Vaca Muerta se aguarda la llegada del gasoducto que será construido con financiación de la Agencia de Inversiones de Estados Unidos. Habrá de conectar las fuentes productoras de gas natural licuado, especialmente el producido en Fortín de Piedra, con uno de los mayores centros de demanda interna, el Gran Rosario, donde se halla “el nodo portuario exportador sojero más importante del mundo”. 

Con casi 40 Mt de soja y derivados embarcados en 2016, superó al Distrito Aduanero de Nueva Orleans (USA) y al nodo portuario de Santos (Brasil). 

De hecho, suministra el 44% del comercio global de harina de soja y el 50% del de aceite de soja, según recuerda la Bolsa de Comercio de Rosario.

El gasoducto transcordillerano es otra de las salidas del gas producido en Vaca Muerta, en este caso a Chile. 

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