Alberto Fernández ya dijo que nadie lo convencerá de reformar la Constitución Nacional. No aclaró quien podría intentar convencerlo de tal empresa, que se vio frustrada en el 2013 justamente por el ahora aliado del kirchnerismo Sergio Massa. La cuestión parece haberse develado ahora con la confesión de Cristina Caamaño, la presidenta de la agrupación judicial K Justicia Legítima, que afirmó que había unas 40 personas trabajando en cómo reformar la Carta Magna. Ahora, ¿es un proyecto de Alberto o de Cristina la reforma? Alberto dijo que no, pero CFK no se ha pronunciado.
CHOQUE DE PLANETAS
Crisis en progreso entre Alberto y Cristina: Justicia Legítima ya pide reforma constitucional
Alberto Fernández aseguró hace 20 días que "no hay ninguna posibilidad de que me convenzan de reformar la Constitución". Luego, Sergio Massa aseguró: “no vamos a tocarla”. Hasta la ultracristinista Diana Conti desestimó la reforma, aunque ya no es diputada. Pero desde Justicia Legítima, su titular Cristina Caamaño reveló que “un grupo de cerca de cuarenta personas, entre los que estaba Raúl Zaffaroni” ya están trabajando “para ver cómo podíamos mejorar la Constitución". ¿Empieza la primera gran discrepancia entre Alberto y el cristinismo?
El 9/9 en declaraciones a TN, el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, descartó impulsar una reforma de la Constitución si resulta electo en octubre: "No hay ninguna posibilidad de que me convenzan de que hay que reformar la Constitución", sostuvo.
"Cuando Cristina (Kirchner) habla de un 'nuevo orden' se refiere a la idea de generar otros compromisos políticos", explicó Fernández.
Luego Sergio Massa se ocupó también de rechazar la reforma: “Frente a la opinión de algunos juristas y a la duda que algunos sectores intentan instalar, bajo el pretexto de que defender a este gobierno es defender a la república, Alberto plantea que la mejor defensa de la república es defender a la Constitución y no vamos a tocarla. Uno de los mayores defensores de la Constitución fui yo, así nacimos en el 2013 y el jefe de campaña de esa elección en la que conseguimos que la mayoría de los argentinos rechazara la idea de que se reformara la Constitución, era Alberto Fernández”.
Hasta Diana Conti, que planteó en su momento en Diputados la teoría de ‘Cristina eterna’, ahora parece alejada de esa idea, aunque ya no es diputada nacional. “El país no está para discutir cuestiones intelectuales, sino para cambiarles la vida a los argentinos que la están pasando muy mal", opinó cuando en La Nación se le consultó sobre el tema y agregó que “las ideas de reforma constitucional no priman en el Frente de Todos”.
Pero si bien puede que esas ideas no ‘primen’ en el mundo K, Cristina Caamaño de Justicia Legítima habló seriamente sobre el trabajo que ya vienen realizando en el sentido de reformar la Carta Magna y hasta mencionó en esa empresa a Raúl Zaffaroni: "Habría que poner ciertos frenos constitucionales al Poder Ejecutivo, que tiene la posibilidad de endeudarnos sin pasar por el Congreso o de nombrar ministros de la Corte Suprema por decreto de necesidad y urgencia". "Esto no es una idea personal, es algo que estuvimos trabajando hace un tiempo y que quedó latente... de todas formas me queda claro que quizás no sea el momento: ahora es el momento de que la gente pueda comer".
"Hace un tiempo un grupo de cerca de cuarenta personas, entre los que estaba Raúl Zaffaroni, trabajamos para ver cómo podíamos mejorar la Constitución", reveló Caamaño en declaraciones a El Destape Radio.
"La realidad es que ese grupo se disolvió, pero las ideas me siguen dando vueltas: en algún momento va a ser necesaria una reforma constitucional", insistió.
Y repitió que “hay que reformar la Constitución, entre otras cosas para que el Poder Ejecutivo no nos pueda endeudar otra vez”.
La funcionaria judicial aseguró que “hay que democratizar la Justicia, hacer ingresos democráticos, evitar las presiones” y que “si queremos disminuir el poder de Comodoro Py habría que ampliarlo. En lugar de 12 jueces y 12 fiscales federales, si fueran, no se, 48, no todas le caerían a Bonadio. Más sería más democrático”.