CLAVES

RIC VS. USA

Se cocinan internas en el FMI (y Argentina sufrirá las consecuencias)

Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), anunció este martes que renunciará "temporalmente" a su cargo en el organismo. Se trata de la mujer que respaldó el préstamo a la Argentina, siguiendo la voluntad de Donald Trump. Mientras tanto, Brasil, India y China presionan para reformular el organismo y acabar con la hegemonía estadounidense del mismo. El sucesor de Mauricio Macri (aunque se trate de él mismo) tendrá problemas.

Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), anunció este martes que renunciará "temporalmente" a su cargo en el organismo para avocarse a su candidatura a la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), para la cual fue nominada. 

Con Lagarde al frente, el FMI se convirtió en el principal apoyo de la política económica de Mauricio Macri al otorgarle un crédito inédito de asistencia financiera, que supera los US$50 mil millones. Esa es la noticia de este martes 2/6, pero el tema es aún más profundo.

El panorama es incierto para países como Argentina (cuyas cuentas dependen del Fondo): Hay un tire y afloje entre los países miembros que podría complicar a la economía argentina de los próximos años. No al presidente Mauricio Macri, sino al que venga.

Christine Lagarde fue quien llevó adelante, con el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump, el "histórico" préstamo al Gobierno argentino. Sin embargo, tuvo a gran parte del equipo en su contra (incluso al gobierno francés). 

Según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), tras "firmar el acuerdo stand-by por US$56.000 millones, la Argentina concentra el 61% de los créditos actuales del FMI". Es, por supuesto, el país que más dinero le debe al Fondo, gracias al impulso de Lagarde

Un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) del mes pasado sostuvo que "el financiamiento va a estar comprometido a medida que las elecciones se acerquen, principalmente por la persistente fuga de capitales". Y agregó: "Hay muchas chances de que el dinero del Fondo no alcance. Vemos pérdida de reservas incluso en escenarios optimistas. Y continuarían incluso después de las elecciones. Es muy posible que Argentina necesite acceder a un programa de Servicio Ampliado del FMI".

Mucha plata a un país que no puede salir de la crisis (y hasta la misma Lagarde ha reconocido que desde el Fondo no previeron las dificultades para salir de la inflación). Por este motivo, la directora del FMI recibió críticas incluso del directorio del organismo. En el informe final sobre el monitoreo de la economía argentina que los expertos del Fondo realizaron en diciembre de 2017 señalaban: "La economía está rebotando. El gobierno ha desarmado muchas distorsiones y ha hecho importantes progresos en restaurar la integridad y la transparencia en las operaciones del sector público. Esos cambios de política han puesto a la economía en un andar más sólido y han corregido varios de los desequilibrios macroeconómicos más urgentes. El país está experimentando una sólida recuperación, y aun cuando va a seguir el camino de la consolidación fiscal y de los esfuerzos por bajar la inflación, esperamos que el crecimiento aumente en los próximos años".

Lagarde sin embargo, respaldó a la Argentina por la intervención de Donald Trump, cuya voz tiene peso porque Estados Unidos es uno de los países con más acciones en el FMI, lo que lleva al país a tener derecho a veto. Por decisión de USA, la presidencia del FMI esta a cargo de Europa. Sin embargo, tres grandes potencias ponen en pugna la decisión de Tump. Rusia, India y China quieren reformar el FMI. China querría hacerse cargo la presidencia.

"Para los RIC (Rusia, India y China), además de las condiciones comerciales, son importantes los factores financieros sobre los que puede influenciar el FMI: el movimiento de capitales, las tasas de interés, las condiciones crediticias en dependencia del nivel del desarrollo de las economías", escribió Anna Koroliva para Urgente24.

"Todas las resoluciones del FMI se adoptan por una mayoría: el 85% de los votos pero un 17% le pertenece a USA, es decir que este país detenta el derecho del veto sobre cualquier iniciativa. Puede decirse que USA dirige la agenda del FMI y esto violenta muy fuertemente el principio de multipolaridad acerca del que habla el presidente Putin. En comparación, Rusia sólo tiene el 2,7% de los votos cuando su incidencia en la agenda política internacional es incomparablemente mayor a ese porcentaje", explicó la columnista de la revista "Expert" (Moscú, Rusia).

"La UE con frecuencia respalda a USA y en la práctica estas dos regiones someten a los demás. Si Usted no acordó con la UE y USA no puede pretender al éxito de su iniciativa en general aunque existe, por ejemplo, la alianza RIC que representa a una parte esencial de la población del planeta, no menos significante que USA y la UE. Por ese motivo, lo más importante en una potencial reforma es asegurar una distribución más equitativa de los votos en el FMI".

El FMI es una institución basada en cuotas. Las cuotas son los componentes fundamentales de la estructura financiera y de gobierno del FMI. La cuota de cada país miembro refleja en términos generales su posición económica relativa en la economía mundial. Las cuotas se denominan en Derechos especiales de giro (DEG), que es la unidad de cuenta del FMI.

La Junta de Gobernadores del FMI realiza revisiones generales de cuotas con cierta regularidad (en un plazo máximo de cinco años), según la página del FMI. En una revisión general de cuotas se abordan dos cuestiones principales: el volumen del aumento global y la distribución del incremento entre los países miembros.

Para los RIC, hay que revisar las cuotas. Sin embargo, desde USA argumentan que la Decimocuarta Revisión General de Cuotas se aprobó el 15 de diciembre de 2010 y las condiciones para implementar los aumentos de las cuotas se cumplieron el 26 de enero de 2016. En vez de cinco años, este 2019 pasan nueve. 

La Decimocuarta Revisión comprendió un programa de reformas de gran alcance de las cuotas y la estructura de gobierno del FMI: Duplicación de las cuotas a DEG 477.000 millones, traspaso de más del 6% de las cuotas relativas de los países sobrerrepresentados a los subrepresentados, y de más del 6% de las cuotas relativas a economías de mercados emergentes y en desarrollo dinámicas, y protección de las cuotas relativas y el número de votos de los países más pobres.

Pero ya pasaron nueve años y Rusia, India y China reclaman lo suyo. Por ahora, el gobierno estadounidense conserva el mando del Fondo, pero si lo pierde, ¿qué pasará con Argentina, el principal deudor?

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