OPINIÓN

UN TEMA DECISIVO

Crisis económica y laboral: 4 ejes para revertirla

"Todo indica que, como sociedad, debemos afrontar verdaderas reformas sistémicas en materia laboral, fiscal y de seguridad social, que contemplen nuevas oportunidades laborales con plena identificación para poder responder ante las nuevas demandas en beneficio del bienestar de la sociedad", es la conclusión de Juan Pablo Chiesa. Pero antes...

La crisis económica y laboral que hoy atraviesa la Argentina, muestra un nuevo sendero en torno al problema del déficit del empleo y las consecuencias insatisfactorias que esto genera en el mercado de trabajo. Este déficit se refleja en los elevados niveles de desocupación y de trabajo no registrado, en la informalidad laboral y la pobreza generalizada de los trabajadores, en el aumento de la incidencia del empleo con salarios precarios y la crisis de un sistema laboral anticuado y desactualizado. 

Hay una doble tentativa nueva en la sociedad argentina.

> Por un lado, de los trabajadores, de aferrarse a cualquier empleo, en las condiciones más precarias con el mero objetivo de llevar el pan a sus familias.

> Del lado de las empresas, una tentación, involuntaria, de contratar mano de obra no registrada, porque no pueden cubrir la presión tributaria y las artimañas impositivas que exige el fisco.

Si pensamos la situación actual en términos nominales, vemos un salario mínimo vital y móvil en la Argentina que, de vital y móvil, tiene una desnutrición conceptual a partir del 1 de agosto de $14.125; a partir del 01/09 a $15.625; y a partir del 01/10 llegará a $16.875; (USS286) en contraprestación de la canasta básica de $31.148 (USS538).

Estos valores representan en una caída del poder adquisitivo de más del 15%, un empleo en negro del 32% y un derrumbamiento de los alimentos básicos que debe contar todo salario o beneficio jubilatorio para cubrir el básico de una población.

Sin duda, esto repercute en la pérdida del poder adquisitivo y el traslado de la suba del dólar a las góndolas.

Lo cual, resulta muy desolador para el país. Así mismo, la caída del consumo y la pérdida de empleo, provocarán una decadencia social y un deterioro en los salarios reales a través de la comparación de la canasta básica y los índices de pobreza. 

Respecto al salario, vemos como cada vez se aleja más del monto que el propio Estado reconoce como línea de pobreza para un grupo familiar, sin tener en cuenta, el poder estar por encima del monto requerido para acceder a los alimentos mínimos necesarios para no caer en la indigencia. 

Propongo trabajar sobre 4 ejes políticos a fin de llevar a la sociedad al camino de la inclusión y las condiciones dignas y justas de empleo genuino, basados en la plena seguridad jurídica y, para las empresas resguardando la previsibilidad económica, recursos y formación constante, nutriendo a los aparatos estatales y a los actores políticos de capacidad académica y formación política-social.

> Eliminar lagunas y contradicciones en la escueta legislación laboral y afrontar una reforma sistémica de la propia legislación del trabajo. Esto en miras de obtener el equilibro entre la relación dispar de los trabajadores y los empleadores en lucha contra la precarización laboral, incluyendo políticas que garanticen la igualdad de trato para todos los trabajadores, sin importar el tipo de acuerdo contractual. Asimismo, la incorporación de las nuevas modalidades laborales mediante las economías de plataformas fijando políticas que establecen un número de horas garantizadas y limiten la variabilidad de las horas de trabajo; la limitación de ciertos usos de formas de empleo atípicas a fin de evitar abusos; atenuación y protección de los altos costos laborales en desmedro de las empresas y la asignación de obligaciones y responsabilidades en el caso de acuerdos de trabajo que involucren a múltiples partes.

> Fortalecer la negociación colectiva a través del fortalecimiento de las capacidades de los sindicatos para representar a los trabajadores en formas de empleo atípicas y la extensión de los acuerdos colectivos para abarcar a todos los trabajadores de un sector o categoría específica. Además, todos los trabajadores deben tener acceso a los derechos de libertad sindical y negociación colectiva velando por la libertad sindical y la libre representación gremial.

> Fortalecer la protección de la seguridad social; flexibilizar los sistemas en relación a las contribuciones requeridas para tener derecho a las prestaciones y contingencias básicas, permitir las interrupciones en las contribuciones y mejorar la transferibilidad de las prestaciones. Estos cambios deberían ser complementados con políticas universales que garanticen un nivel mínimo de protección social mediante una correcta reforma previsional.

> Optar por políticas sociales y del empleo que apoyen la creación de estos y que concilien las necesidades de los trabajadores no sólo en materia de formación, sino también en lo que se refiere a las responsabilidades familiares como el cuidado de los hijos y de las personas mayores.

En definitiva, la Argentina debe involucrarse, a través de sus diferentes líderes políticos, en la tarea de buscar soluciones a los puntos centrales de esta nota. Esto es, crisis económica y laboral, a fin de trazar la ruta de una recomposición, que empieza a tomar forma con estos cuatro ejes, a partir de los cuales se intenta ver a la política no como mera gestión, sino como experiencia que se transforma en beneficio de la sociedad, que nos brinde seguridad en todos los sentidos y nos proporcione la vida digna que tanto añoramos.

Conclusión

Todo indica que, como sociedad, debemos afrontar verdaderas reformas sistémicas en materia laboral, fiscal y de seguridad social, que contemplen nuevas oportunidades laborales con plena identificación para poder responder ante las nuevas demandas en beneficio del bienestar de la sociedad.

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