VIERNES 22/02

El día D: Venezuela indescifrable en la guerra Guaidó vs. Maduro

Este viernes 22/02 podría definirse el futuro de Venezuela. Por un lado está el régimen de chavista/madurista bloqueando todos los espacios y territorios posibles para que en el país petrolero no ingresa la ayuda humanitaria que tanto necesitan los venezolanos sumergidos en la miseria. Por el otro, se encuentra Juan Guaidó, el nuevo líder de la oposición venezolana que desafía al gobierno bolivariano cada vez más y espera que, con ayuda del respaldo internacional, el quiebre de la Fuerza Armada y la multitudinaria concentración que espera tener en la frontera colombiana los días viernes sábado (22 y 23), pueda finalmente "caer" el Gobierno que preside el heredero de Hugo Chávez, Nicolás Maduro.

"Estamos esperando a ver qué pasa el 23", "yo creo que el 23 es el día límete", "me da miedo el 23, pero tengo fe que ese día se acaba esta pesadilla", así, algunos venezolanos escriben mensajes al whatsapp cuando desde el exilio preguntamos cómo vive la situación límite que atraviesa Venezuela desde el 23 de enero pasado. Una lucha de poderes entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro. 

Uno sigue sostenido en el poder gracias a una pequeña pero poderosa cúpula compuesta por corrupción, narcotráfico, lavado de dólares, saqueo al Estado, hambre, pobreza, inseguridad y miseria. Nicolás Maduro Moros, heredero de Hugo Chávez, sigue siendo el presidente de Venezuela, respaldado principalmente por el Alto Mando Militar, y una minoría de países del mundo como China y Rusia, que cuidando sus negocios, creen que la permanencia de Maduro es lo que más les conviene. 

El otro resurgió de la desesperanza, lo mantiene en el poder no sólo el apoyo de más de 20 países, liderado por USA como principal aliado, sino que además lo respalda una mayoría innegable de venezolanos, dentro y fuera del país. Y no es un juicio de valor, basta solo con ver a los gremios y sindicatos más duros de Venezuela, como el de los transportistas, o el de los médicos, apoyando públicamente al opositor de 35 años, y los que no lo dicen a "vox populi", han preferido llamarse al silencio y no mostrar reivindicación alguna al Gobierno de Nicolás. 

Este viernes 22/02 entonces, al que yo llamo "Día D", es posible que Venezuela se enfrente a un escenario turbulento, sí, muy turbio pero seguramente, decisivo. En simultáneo 2 conciertos, que muchos venezolanos para tomárselo con humor lo han llamado "la guerra de las minitecas", pero que en realidad son 2 convocatorias que pueden tornarse peligrosas y violentas. En el medio: millones de personas enfrentadas, civiles y militares, chavistas contra opositores, una mezcla de venezolanos (y posiblemente muchos colombianos) ofuscados, incontrolables y con bronca, en palabras más criollas: "arrechos" como se dice en Venezuela. La oposición lo sabe, el chavismo también, y por ello han recomendado no llevar niños a los eventos musicales convocados por las dos figuras políticas del país. 

Los conciertos serán en la frontera de Venezuela con Colombia. El de la oposición será del lado de Cúcuta, en el puente "Las Tienditas". Este viernes 22/02 entonces, el lugar sonará con la música de los mejores artistas de la región (y el mundo) con el fin de recoger fondos para los venezolanos más necesitados. Pasada la media noche (23/02), vence el plazo dado por Juan Guaidó para que Nicolás Maduro abandone su cargo y sean convocadas elecciones presidenciales (con todas las garantías).

Del lado de Venezuela, en el puente Simón Bolivar, sonarán temas de artistas poco conocidos, ya que al menos 10 cantantes rechazaron la oferta de Maduro para cantar el el concierto que él copió de Guaidó y en el que además entregará más de 20 mil cajas de comida (de malísima calidad y hasta rancia) a quienes lo necesiten. También prometió asistencia médica gratuita para quienes asistan a la actividad. 

Sin embargo, la principal preocupación de Maduro es el ingreso de ayuda humanitaria al país que preside, que paradójicamente, es la estrategia perfecta ideada por Juan Guaidó para que en Venezuela se genere un punto de inflexión y se asome, de una vez por todas y tras 20 años de "socialismo y revolución", un verdadero cambio, que hasta ahora la oposición al chavismo en Venezuela no logró jamás. Por eso Guaidó es visto actualmente como una especie de "Dios salvador", y que como dato curioso, es poco cuestionado a diferencia de otros líderes ya conocidos como Henrique Capriles o Leopoldo López. Sin duda Guaidó ha corrido con mucha suerte y se afianza de a poco entre la gente conocido por su frase "vamos bien". 

No obstante, la ansiedad aumenta y el tiempo corren. Maduro, asustado, como es notorio en sus últimas apariciones en medios donde día por medio se contradice en sus discursos, ha ordenado cerrar la fronteras de Colombia y Brasil con Venezuela. No dio chance a nada, marítimas y terrestres, paralizó todo y ordenó que la estrategia de Guaidó quede solo en una promesa esperanzadora. Sus militares están allí, resguardando que no ingrese ni un gramo de comida, ni un miligramo de medicación, NADA. Maduro dice que Venezuela no es un pueblo de mendigos. 

Por su parte, es de suponer que la oposición venezolana tiene su carta bajo la manga. Es terrible que los periodistas nos basemos en los rumores, pero a esta altura y siendo venezolana es "creer o reventar", y entre el círculo cercano al presidente interino Guaidó se escucha que la estrategia se basa en: Paso 1: tratar de ingresar la ayuda humanitaria, lo cual va a ser impedido. Paso 2: declarar "crimen de lesa humanidad" y pedir el apoyo de fuerzas militares extranjeras para el ingreso de la ayuda humanitaria... y sí, como dicen acá "y que se pudra todo". Suena dramático, es muy fuerte, supone un enfrentamiento sangriento al que NINGÚN VENEZOLANO quiere llegar, pero que pareciera el destino final de una tierra que ya no aguanta más el "proyecto socialista". Igual no me crean nada, es simplemente un rumor, que Dios (si es que existe) ojalá no lo permita. 

El Día D llegó, hay nervios, angustia, esperanza, ansiedad, es una mezcla de sensaciones que sólo puede sentir un venezolano y que desde afuera, muchos ni siquiera van a poder entender. Es un día histórico donde esperamos que se juegue "a todo o nada". Esta es la última oportunidad, o nos libramos del régimen, o nos hundimos para siempre. 

Dejá tu comentario