OPINIÓN

ELIGIENDO AL MEJOR FRACASADO

Una elección entre 2 aplazados

CFK y Mauricio Macri han fracasado, afirma el autor. Por lo tanto, ¿cómo es que se les permite protagonizar el año electoral 2019?

Hace unos años un profesor de colegio secundario de Biología me decía que él había tomado exámen a una docena de alumnos y que la mejor nota que pudo poner, fue un 3. "Mirá", me decía, "si entre ellos tuviera que elegir al mejor, resultaba un alumno aplazado, “el menos malo”.

Luego de leer el resumen de la entrevista que le hicieron a Jorge Fontevecchia en TN, recordé esta anécdota y la trasladé al mercado electoral, parecería que vamos a elegir entre “aplazados”.

“Mi preocupación es que Cristina (Fernández de Kirchner), en junio, sea candidata y aparezca en las encuestas diez puntos arriba de (Mauricio) Macri”, decía Fontevecchia y antes había dicho, “La mejor campaña de Cristina la hace Macri, como probablemente la mejor campaña de Macri la hizo Cristina Kirchner”.

A mí me preocupa que los dos presenten su candidatura y que compitan más que por sus méritos, por sus fracasos

Esto significa que elegiremos al mejor fracasado. 

Según informó el Centro de Estudios de la Nueva Economía, de la Universidad de Belgrano, en los últimos 10 años el PBI per capita creció solo el 0,1%

Por otra parte, somos el país de Latinoamérica que menos creció dese 1998, con la excepción de Venezuela, hoy al borde de un colapso sin precedentes en nuestra región.

En esta riesgosa ruleta rusa electoral que consiste en polarizar entre Macri/CFK/Macri o si se prefiere CFK/Macri/CFK, responsables de la conducción del país en los últimos 12 años y diseñada por el equipo que dirige Jaime Duran Barba, estamos presenciando una suerte de duelo político personal entre dos Presidentes aplazados en cuanto a los resultados de sus respectivas gestiones que solo se pueden entender como un mismo proceso de pésima praxis política de gobierno.

Pienso que en ese duelo de fracasados, Mauricio Macri lleva una leve ventaja que lo acercaría al “3”, no más, de la anécdota con la que encabezamos la nota.

Cristina calificaría con un “1” ya que es difícil encontrar acciones positivas de su lapso de gobierno, quizás la excepción sea la AUH (Asignación Universal por Hijo) que le fue plagiada a Lilita Carrió.

En ese sentido, Macri resultó menos malo en algunos aspectos de gestión en cuanto a impulso a la obra pública, mayor transparencia en las licitaciones y contrataciones, respeto sin límite a la libertad de prensa, tal como lo reconoció Fontevecchia, recuperación del INdEC, recuperación en la producción de energía y una fuerte política de asistencia social, costosa por cierto, 70% del Presupuesto que asimismo es la otra cara del impresionante crecimiento de la pobreza y marginalidad. Con esos “méritos” llega al 3.

Sin embargo no puede lograr el “aprobado” por sus estrepitosos fracasos en lo que llamaría gestión política.

La inflación permanece indomable, la reducción del gasto fue mínima, salvo los avances en transparencia, el crecimiento de la pobreza y la mayor desigualdad en la distribución del ingreso según informó el INdEC, son una cabal muestra de su falta de idoneidad en la administracion de la economía del país.

Si tomamos como referencia el nivel de ingresos hasta el decil 5to. que llega a un tope de $ 26.000, vemos que casi el 50%, medido por nivel de ingresos reitero, está por debajo del valor de la canasta básica total que está en alrededor de los $ 27.000 para el núcleo familiar

Es obvio que para ese segmento de los primeros 5 deciles, es necesario el trabajo de dos integrantes como mínimo, en general padre y madre o también de los hijos con lo que se dificulta su continuidad escolar primaria o secundaria. Estos cinco deciles comprenden a 12.107.852 personas, 45,6% del total.

La relación entre el 10% más pobre y el 10% más rico está en 20 veces, tomando el techo del ingreso más bajo y el piso del más alto.

El 45% del ingreso corresponde a los deciles 9 y 10 cuya variación va de $ 48.000 (US$ 1.090,00 aprox) a $ 725.000 (US$ 16.400,00 aprox).

El 48% de los niños, niñas y adolescentes en Argentina es pobre según un estudio de UNICEF que mide la pobreza multidimensional, una metodología que toma en cuenta diferentes dimensiones desde el acceso a una vivienda adecuada de los niños hasta la escolaridad.

El gobierno endeudó al Estado para financiar gasto corriente lo que constituye una muy mala praxis. Ahora está enfrascado en el control de la variación del tipo de cambio, aplicando tasas de interés estrafalarias con lo que aplica a la actividad privada, una suerte de “garrote vil” como lo dijimos en nota anterior, con lo que “gradualmente” va destruyendo empleo, 145.000 puestos de trabajo en el último año, causa de la baja de la recaudación social.

Ahora se estaría buscando dinero adicional para, de hecho, financiar la campaña electoral, como ocurrió con el incremento salarial, no juzgo merecimientos sino posibilidades reales de pago, a los docentes de la provincia de Buenos Aires. Es probable que ese incremento marque un piso que seguramente se extenderá en todos los ámbitos públicos ya que dudo que el sector privado, en recesión galopante, pueda imitar.

El costo de la política es desmesurado. El presupuesto del Congreso supera toda estimación racional, como lo puso de manifiesto Roberto Cachanosky en el programa de canal 26 “A fuego lento” del pasado jueves 4 de abril. 

Veamos La Cámara de Diputados tiene un costo anual equivalente a €208 millones. Cada diputado nos cuesta un equivalente a €67.400 por mes.

En España la misma cámara con mayor número de diputados le cuesta a ese país € 91 millón por año y cada diputados significa un gasto mensual de €21.700.

Nuestro Senado nos cuesta, siempre en su equivalente en euros, un promedio de €236.000,00 por mes, contra  €17.500 de su similar en España. 

Este gasto agraviante del Congreso es responsabilidad de la política en general, dado que no hay mayorías determinantes, lo que muestra lo que llamaría su menosprecio por sus representados y el dominio de intereses espurios en el ejercicio de la función. 

En cierto modo Graciela Caamaño lo reconoció al decir que los diputados “cobran ingentes sumas de dinero, mientras no hacen un carajo”. A confesión de parte…

El fracaso y el aplazo empieza por la política.

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