ECONOMÍA

LA RELACIÓN CON EL FMI

La "pesada herencia macrista": los vencimientos de deuda

El gobierno que suceda a Mauricio Macri en 2020 deberá renegociar el acuerdo con el FMI, ya que los pagos de capital e intereses están garantizados hasta 2020. Es que de la "herencia kirchnerista" hubo un factor que había jugado a favor del oficialismo: el bajo nivel de endeudamiento. Sin embargo, quien asuma el poder tras las elecciones presidenciales de octubre deberá afrontar importantes vencimientos de deuda.

2019 está prácticamente cubierto, por eso, el mercado comienza analizar el escenario político para los próximos meses, de cara a las elecciones presidenciales. 

En este contexto, una de las mayores preocupaciones se ubica en torno a qué es lo que ocurrirá con los vencimientos de deuda establecidos para cuando asuma el próximo Gobierno, lo que llevó al riesgo-país a tocar su mayor nivel desde junio de 2014 y en la era Macri, 851 puntos básicos.

Publicó esta mañana el diario 'Ambito Financiero': "El problema con respecto a esta cuestión surge porque los pagos de capital e intereses están garantizados por el FMI hasta 2020 y la renegociación del acuerdo quedará a cargo del equipo que logre la victoria en las urnas en octubre o noviembre. Todo esto, en medio de una mayor incertidumbre política, ya que el mercado se encuentra alerta a las distintas encuestas de las consultoras que se van dando a conocer. De todas formas, esperan que haya una mayor certeza a partir de junio, cuando se presenten de manera oficial las candidaturas. Algunos de los bonos que deberá salir a pagar o refinanciar el próximo Gobierno serán: el Bonar 2020, y los Argentina 2021, 2022, 2023, entre otros.

Con excepción del primero, que fue emitido en los últimos meses de la gestión de la expresidente Cristina de Kirchner, los títulos fueron lanzados por el Gobierno de Mauricio Macri, en el regreso de la Argentina a los mercados de deuda internacionales, previo a la crisis cambiaria, en donde la Argentina se vio forzada a realizar un acuerdo con el FMI debido al fuerte encarecimiento del crédito a nivel internacional. El jueves de la semana pasada, entre los bonos más golpeados se destacaron el Bonar 2024 (-3,3%) y el Bonar 2037 (-3,2%), entre otros.

Actualmente, los bonos del Tesoro estadounidense a diez años rinden un 2,56%. Esto implica que si la Argentina quisiera salir a colocar deuda en los mercados, debería pagar una tasa superior al 11%. Por el momento, esta opción está descartada debido al elevado costo que debería pagar el país por utilizar esta estrategia y por los fondos disponibles que provienen del FMI. En 2014, el fuerte salto del riesgo-país se debió a la devaluación registrada en su momento y a que la Corte de EE.UU. falló en contra de un reclamo argentino y obligó a pagarles a los fondos buitre, con lo que el país ingresó en cesación de pagos.

Otros títulos que se vieron afectados por el mal desempeño del país el jueves fueron las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, que operaron con caídas de hasta 8%, como fue el caso de Grupo Financiero Galicia (...)".

Según publicó el diario 'El Cronista' por los abultados vencimientos en los próximos años, los analistas consideran imperioso volver a colocar deuda en los mercados, luego de las elecciones de octubre. 

"La pregunta es si la Argentina, tras las elecciones, recupera el acceso al crédito para refinanciar vencimientos", analizó hace un tiempo Ramiro Castiñeira, de Econométricam para ese matutino.

En ese sentido, marcó que "en todos los países los vencimientos son gigantes, pero todos tienen acceso a los mercados para refinanciar el capital. La Argentina no sólo quería refinanciarlo, sino además financiar el déficit fiscal: ahí es que se corta el crédito. Acá se hace algo que no hace el mundo: el déficit fiscal generalmente se financia con el ahorro interno".

Coincidió Santiago López Alfaro de Delphos Investment en que, quien asuma la Presidencia a fines de este año va a tener que volver al mercado. "Es 100% político: si gana Cristina Kirchner los mercados se cierran y va a ser difícil pagar eso. Otro que gane va a tener más mercado y posibilidad de canjear voluntariamente. Pero es difícil verlo ahora", señaló.

Calificó que "claramente hoy la deuda y los pagos de intereses son un problema, y por eso es clave lo de los mercados, pero es temprano todavía, hay que ver como viene el año".

"El supuesto es renovar sí o sí con el FMI. No hay forma de devolver tanta plata", afirmó Castiñeira, a lo que López Alfaro añadió: "Para mí eso no lo paga nadie. Ni Mauricio Macri ni Cristina Kirchner. El que asuma lo reestructura".

Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y director de Quantum, analizó según 'El Cronista': "Mi visión es que el programa va a ser renegociado en 2020 con un nuevo gobierno o este gobierno renovado. Entonces lo que está implícito en el programa actual es que en 2020 se va a renegociar con el FMI un acuerdo con más plazo para tratar de acceder más fuertemente al mercado". 

Entiende que el nuevo programa tendrá condiciones "más profundas", como una reforma previsional, la consolidación de las cuentas fiscales y una reforma laboral.

Durante hoy y mañana, el Ministerio de Hacienda licitará Letras del Tesoro (Letes) en dólares a 217 días y rendirá una prueba importante frente al mercado, enfrentándose a la primera emisión de letras con vencimiento posterior a la fecha pautada para el balotaje.
  
El Gobierno ofrecerá letras con vencimiento el 29 de noviembre, cinco días después de un eventual desempate entre los candidatos presidenciales que lleguen a la segunda vuelta. Según especificó el diario 'BAE', Hacienda buscará renovar el 62% de los US$1.215 millones que vencen, unos US$750 millones. Esto significa que reabsorberá un porcentaje menor al 66% del anterior vencimiento. Ante un contexto financiero más complejo, la cartera elevó la tasa nominal mínima ofrecida del 4,5% de las últimas licitaciones al 5%.

Pese a que el Gobierno estima que con un 46% de roll-over de las Letes cerraría el programa 2019, en el mercado preocupa la reducción del porcentaje de renovación buscado en la licitación de esta semana. Es que se espera que las colocaciones se compliquen a medida que avance el año y los vencimientos ya no sólo sean posteriores a la segunda vuelta sino que directamente caigan en el próximo mandato, cuando ya no esté el respaldo de los dólares del FMI. Hasta el 25 de octubre, deberán afrontarse US$8.473 millones en Letes de tenedores privados.

Así, una tasa de renovación que se aleje del 60% podría retroalimentar los temores de los inversores especulativos sobre la sustentabilidad de la deuda que ya motivaron la estampida vendedora de bonos argentinos en Wall Street e hicieron saltar a los indicadores de riesgo a los niveles más altos del actual mandato".

Gustavo Ber, economista y asesor financiero, afirmó que: "Si esta licitación resultara inferior al porcentaje que proyecta el Gobierno, potenciaría la preocupación, sobre todo considerando la curva invertida (los bonos de corto y mediano plazo rinden por encima del 15% anual en dólares)". "Además, resultarían más desafiantes las necesidades hacia 2020, cuando los recursos del FMI se agotarán. Ello se debe a que de ahora en adelante, en el actual escenario de incertidumbre, no hay que descartar menores niveles de roll-over y mayores tasas. Por eso, la renovación no debería alejarse mucho del 60%", planteó.

En tanto, el analista Christian Buteler, afirmó que un porcentaje menor al 50% sería un mal resultado. "No tanto porque esté fuera del programa financiero 2019, sino porque estaría bajando mucho el resultado respecto de las últimas renovaciones", aclaró.

"Las chances dependerán de cómo esté el mercado. El jueves hubo una gran venta de bonos. Si esto se mantiene en la primera parte de la semana que viene, bajará muchísimo las posibilidades de lograr una buena renovación", auguró Buteler.

Además, un mal resultado en la colocación de Letras podría complicar aún más el castigo a los activos argentinos y apuntalar la tendencia alcista del riesgo país. "Es un clima financiero malo que se retroalimenta: podría dar mal la renovación de Letes por el contexto financiero y, a su vez, ese mal resultado impulsar un peor clima", concluyó el analista.

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