MERCADOS

¡MUCHACHOS, OJO CON LAS EUFORIAS!

Peor que el riesgo-país, la Fed hace zig zag

El S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos SA (BYMA) llegó a su máximo histórico, en 3 meses las acciones subieron 55% en dólares, el riesgo país descendió de los 1.000 a menos de 800 puntos, el dólar está por debajo de los $43 y las tasas de referencia perforaron el piso de los 60 puntos, el FMI lleva desembolsado casi el 80% del préstamo stand by y asoma una perspectiva de inflación del 2,5% mensual. Casi una exitosa brochure pro Mauricio Macri, a un mes de las PASO, la cual además le pone números a la preferencia de los mercados local y de USA para que siga el actual gobierno después de diciembre. Pero ¡cuidado! que detrás de la euforia están sonando alarmas en Wall Street, apenas disimuladas por el récord que alcanzó el Dow Jones, sobre el eventual comienzo de un ciclo recesivo que se entrevé a partir de una cada vez más cercana flexibilización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal para prevenirlo. Más allá de esta circunstancial descompresión de los indicadores financieros domésticos, la matriz productiva argentina, demasiado concentrada en el agro y energía, generadores de poco empleo en comparación con la mayor parte del aparato productivo nacional, altamente dependiente del consumo interno y de los Estados nacional, provincial y municipal, luce debilitada para afrontar los remezones que asoman en el horizonte global.

Cualquier turista extranjero poco avisado que hubiera ojeado el diario del jueves 11/07 mientras desayunaba en el hotel y vio que el indicador bursátil superaba por primera vez los 43.000 puntos, se habrá sentido por un momento en un país pujante, con un motor empresarial equivalente al que refleja el Dow Jones de Wall Street, que también batía un récord de 27.000 puntos.

Y si supiera de la existencia de un medio especializado como Saber Invertir, del colega Luis Varela, habría corroborado que en las recientes 10 semanas las acciones de las compañías privadas que cotizan en Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) se valorizaron 55% en moneda fuerte.

Claro que no son suficientes botones para extraer una muestra fehaciente: el 80% de las transacciones se concentran en 11 papeles, entre los que se destacan los energéticos y bancarios. 

Y tampoco llegan a la docena los llamados ADR argentinos que cotizan en Nueva York. 

Inclusive, mejor sería no averiguar un poco más debajo de la corteza de la actividad económica del país para no romper el encanto. 

Varela publicó en su página web que el conjunto de las 77 firmas, sobre 94 en total, que presentaron sus balances con cierre al 31 de marzo, ganaron neto (descontada la inflación del 54,7%) 70% menos que en el 1er trimestre del año pasado: o sea, el equivalente a US$2.300 millones, un vuelto para el mundo desarrollado.

Sin embargo, les fue menos mal que a las restantes colegas, en su inmensa mayoría Pymes, ya que en 2017, 8 de cada 10 compañías de ese selecto grupo de 80 que figuran en pizarras presentaba resultados operativos positivos y, en 2018, la proporción se elevó a 9 de cada 10.

La contabilidad, lamentablemente, no reflejó generación de riqueza por mayores ventas genuinas al mercado interno y exportaciones (lo cual se nota en la persistente caída del PBI), sino que registra el traslado de la devaluación a los precios domésticos. 

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) desglosó en el primer cuarto del año el comportamiento sectorial y llegó a la conclusión de que la industria presentó un incremento del 73% en las ganancias operativas entre 2017 y 2018, pero simultáneamente resignó 15% en los estados financieros. 

En el agro, contra el 500% acumulado en el cash flow, el rojo por la deuda subió 222%. El sector energético mejoró 125% en ambos casos, lo mismo que la banca, 79 y 76% respectivamente.

Servicios y comercio registró operativamente 49% a favor y 84% en contra en cuanto a recursos financieros.

En Real State fue todo para atrás: -61% y -36%, respectivamente. 

Yendo a la situación de las empresas en particular, obviamente que las dedicadas al consumo fueron las más afectadas, como ha sido el caso de las alimenticias Arcor o Molinos Cañuelas. 

Las textiles, asimismo, recibieron una andanada de impactos con las restricciones del poder de compra de los salarios, la apertura comercial y las tasas de interés.

A los tumbos

CEPA sacó la cuenta que entre 2016 y 2018 hubo 246 casos de empresas que entraron en procesos preventivos de crisis, 805 casos de concurso de acreedores en Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, y 2.177 quiebras también en CABA y territorio bonaerense.

En idéntico sentido, detectó que, de las 63 empresas líderes, 21% presentaron problemas de empleo entre 2018 y 2019, 15% atravesó por dificultades financieras y 16% achicó planes de producción o pospuso inversiones.

El principal inversor institucional de la Argentina, que es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), también vio resentido el valor de su cartera, heredada de la estatización de las AFJP en 2008, que por el efecto de la devaluación y la caída que sufrieron los activos locales cotizaba a marzo en US$43.000 millones tras haber estado en US$66.700 millones en diciembre de 2017.

En consecuencia, el patrimonio medido en moneda dura del portafolios del fondo de pensión del sistema previsional, compuesto en 60% por títulos públicos, 12% en acciones y el resto en financiamientos a privados, se desvalorizó en 15 meses en US$ 23.700 millones.

Para colmo, rige una especie de alerta meteorológico en los mercados del exterior, ya que la posible flexibilización de la política monetaria inferida del discurso del titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, que impulsó a las acciones estadounidenses a nuevos máximos históricos, se teme que podría anticipar un ciclo recesivo en puerta, que obviamente afectará la salud de las empresas que cotizan en Wall Street. Todo especulación, todo vale: es un zig zag financiero.

Justamente en las últimas ruedas la euforia bursátil se vinculó puntualmente a una medida del gobierno de Donald T., que elimina el traspaso de rebajas de medicamentos desde las aseguradoras a los planes de salud de Medicare.

En consecuencia, subieron las aseguradoras de salud Cigna Corp y UnitedHealth Group Inc, 13,7% y 4,7%, respectivamente, en tanto las de la distribuidora de medicamentos McKesson Corp ganaban un 3,8%. 

Todo lo cual hizo avanzar el índice de empresas de atención médica, el sector del S&P con el peor desempeño este año, apenas un 0,3%. Muy controversial todo desde un punto de vista político-social pero los mercados festejan.

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