BIO24

OSCAR ISMAEL POLTRONIERI

Los héroes que se mueren son los que se olvidan

"Váyanse ustedes, que tienen hijos. Yo me quedo”, gritó Oscar Ismael Poltronieri, quien tenía 18 años, mientras disparaba contra más de 600 ingleses desde el Monte Dos Hermanas en las Islas Malvinas hace 37 años. Operador de una ametralladora, y desoyendo la orden de retirada, permitió el repliegue de todos sus compañeros (más de 150 soldados incluídos sus superiores), impidiendo el avance de todo el dispositivo ofensivo británico durante más de 10 horas. No podía moverse por estar herido, y sabía que si iba con ellos los iba a retrasar. Oscar recibió la medalla "Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate". Es el único soldado conscripto vivo en recibir la máxima condecoración. Luego de la Guerra, él intentó suicidarse, vendió baratijas en los ómnibus y trabajó de remisero. Soldados ingleses lo buscaron para expresarle su admiración y fue condecorado en Inglaterra con la "Cruz de Hierro al Valor". En los colegios argentinos no lo conocen ni saben de su valor.


"...Los héroes que se mueren son los que se olvidan...": Oscar Ismael Poltronieri nació en Mercedes (Provincia de Buenos Aires), el 03/02/1962, y cumplió su servicio militar obligatorio en 1981/1982.

De acuerdo a Wikipedia, es el único soldado conscripto vivo que recibió la máxima condecoración militar doméstica, la Cruz la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate —según la Ley N°22.607/82—, por su desempeño en la batalla del monte Dos Hermanas, el 11 y 12 de junio de 1982. 

La fuerza británica llegó al mando del teniente coronel Andrew Whitehead: 600 soldados del 45to. Batallón de Comandos —45 CDO, que venía de la guerra antiterrorista en Irlanda—, apoyados por la Tropa Milán del 40mo. Batallón de Comandos, 6 cañones de 105 mm del 29no. Regimiento de Comandos. En la retaguardia estaba el 2do. Batallón del Regimiento de Paracaidistas —2 PARA—. Y tuvieron apoyo de fuego naval del crucero ligero HMS Glamorgan (D19), que disparó 2 cañones de 114 mm.

La fuerza argentina fue el Regimiento de Infantería 4 —RI 4— al mando del teniente coronel Diego Alejandro Soria: 450 soldados que venían replegándose desde los montes Kent, Challenger y Wall. Luego se sumó la Compañía C, al mando del capitán Edgardo Humberto Marpegan. En el valle rocoso entre los montes Dos Hermanas y Longdon, la Compañía B Piribebuy, a cargo del mayor Óscar Ramón Jaimet —entrenador de comandos— del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 General Viamonte —RI Mec 6—. 

El 28/05/1982, la Compañía B recibió la orden de preparar un ataque al Monte Simón.

El 04/06/1982, las 3 compañías del 45 Comando llegaron a Bluff Cove Peak, en las faldas del Monte Kent, y lograron ocupar la altura. 

En la noche del 6 al 7 de junio, la patrulla bajo el mando del cabo Oscar Nicolás Albornoz Guevara recibió instrucciones de explorar la zona del Monte Estancia, pero horas después de cruzar el río Murrell, se vieron obligados a retroceder, bajo fuego de morteros del 3 PARA que había perdido Murrell Bridge en una contraemboscada de la Compañía de Comandos 601.

El 08/06/1982 un misil Blowpipe, lanzado por el cabo Hugo MacDougall, de la Compañía B Piribebuy, alcanzó un avión Harrier que desde el portaviones Hermes bombardeaba la zona Monte Longdon-Dos Hermanas. 

El 10/06/1982, un pelotón reforzado del Batallón de Comandos 45 intento perforar las posiciones pero se toparon con 50 comandos del Ejército Argentino y Gendarmería Nacional reforzados por una fracción al mando del cabo Walter Ariel Pintos. 

Relato del historiador militar británico Bruce Quarrie:

"(...) El teniente David Stewart de la Compañía Rayo X, 45 Comandos, había informado a sus hombres durante la tarde del día anterior, y antes de la medianoche estaban listos. Fuertemente armados con dos ametralladoras por sección más lanzadores de cohetes de 66 mm y morteros de 2 pulgadas [81 mm], la Tropa se alejó sigilosamente en la noche iluminada por la luna hacia una loma a unos 4 km, donde se había observado el movimiento argentino. Manteniéndose bien esparcidos debido a la buena visibilidad, se movieron por el terreno rocoso aprovechando los numerosos cráteres de artillería como cubierta, y para las 04:00 [1 de la mañana hora local] estaban listos para cruzar el tramo final del campo abierto frente a las posiciones enemigas. Usando un arroyo poco profundo como cubierta, se movieron hacia arriba la pendiente y se despliegan en su posición entre las rocas en frente de las trincheras argentinas. Con la ayuda de un visor nocturno de intensificador de luz, pudieron ver a centinelas moverse alrededor. De repente, una ametralladora argentina abrió fuego y los Marines lanzaron un par de destellos de su mortero, retornando el fuego con sus propias ametralladoras y fusiles En cuestión de segundos tres soldados argentinos y dos Marines habían muerto. Otras figuras podrían verse corriendo en la colina a la izquierda, y cuatro soldados argentinos más cayeron ante la precisión de fuego de los Marines. En ese momento, las tropas argentinas más arriba en la ladera estaban bien despiertos, y una lluvia de fuego obligó a los Marines agacharse en la cubierta de las rocas. La situación se estaba volviendo decididamente insalubre y el teniente Stewart decidió retirarse, con el objetivo de matar y hostigar al enemigo realmente logrado. Sin embargo, una ametralladora a la derecha de los Marines estaba haciendo fuego sobre su ruta de huida, y Stewart envió a su sargento veterano, Jolly, con un par de hombres para eliminarlo. Después de un difícil acceso con poca cobertura, hubo una corta ráfaga de fuego y la ametralladora argentina quedó silenciado. Retrocediendo por secciones, la Tropa se retiró al arroyo, y para ese entonces el fuego argentino estaba cayendo corto y no hubo más bajas. (...)".

Según el capitán argentino Hugo Ranieri, de la Compañía de Comandos 602:

"(...) Entramos en un combate muy violento, con mucho fuego por parte del enemigo. Muchas bengalas que obligaban a agachar la cabeza un poco, hasta que pasaran. Debíamos también detectar de dónde venían los fogonazos. Esos primeros momentos son para organizarse un poco y ver de dónde viene la cosa. Había muchos gritos por parte del enemigo, dado que daban las órdenes en voz alta. Nosotros ya teníamos a todo esto dos muertos y dos heridos. (...) El combate fue muy duro. El sargento Mario Cisneros cayó muerto y a su lado el teniente primero Jorge Vizoso fue herido en sus posiciones, más abajo hacia la izquierda. Lo que sucedió con Vizoso es muy notable. Una granada o un mortero descartable de esos que tenían los ingleses hirió al teniente primero que quedó tendido boca abajo. Tenía varias esquirlas en el cráneo y quedó atontado por la explosión. Se arrimó el enemigo e intentó rematarlo con un tiro de FAL: esto le produjo una herida en el medio de la espalda en oblicuo ascendente hacia la izquierda… Los ingleses lo dieron vuelta de una patada y él se hizo el muerto. En ese momento, estos ingleses se replegaron debido al fuego. El teniente primero, que –ahora boca arriba- los había visto, intentó manotear la MAG que tenía el sargento Mario Cisneros muerto a su lado. La ametralladora estaba partida por la mitad pero encontró su FAL y le vació un cargador a la columna enemiga que se movilizaba, matando a tres ingleses. Lo orientamos a gritos y subió a mi posición. A todo esto, yo estaba haciendo fuego de apoyo con un fusil calibre 300 Magnum con mira telescópica junto a un comando de gendarmería de los que operaron con nosotros. (...) Atrás de una roca lo revisé y ya relaté sus heridas así como lo milagroso de la bala como detenida por el Rosario. Estaba semishoqueado pero entero y con mucha agresividad. Diría que estaba con bronca. Me pidió la habilitación para seguir el combate y luego tomó su fusil, cambió el cargador y siguió haciendo fuego. (...) Duró esto entre 20 y 30 minutos o sea que fue un combate bastante largo. Hasta que culminó con la retirada del enemigo. En concreto, diría que les ganamos. Como nosotros teníamos coordinado el fuego de artillería, el mayor Aldo Rico ordenó la apertura del fuego y éste comenzó a caer sobre el enemigo en retirada. Nosotros indicamos que alargaran el tiro a medida que se iban, o sea los íbamos corriendo a cañonazos. Aprecio que esa noche tienen que haber muerto muchos ingleses porque el fuego de nuestra artillería era tremendo. (...)".

Sin embargo, cuando los ingleses presentaron batalla, comenzando por la ompañía X del capitán Ian Gardiner, acompañado por el capellán entrenado como comando de la unidad, Wynne Jones, terminaron ganando, pese a casos de extremo heroísmo argentino tal como fue el caso del 3er,.° Pelotón de Fusileros, de quienes dijo el propio Gardiner:

"(...) Un cuadro duro de unos veinte hombres habían queadado atrás y habían luchado, y fueron hombres valientes. Los que se quedaron y lucharon tenían algo. (...)".

Primero cayó Dos Hermanas Sur y más tarde Dos Hermanas Norte.

El conscripto paracaidista Ramón Bustos, del Regimiento Aerotransportado 17, lo recordó así: "En Malvinas estuve en el cerro Dos Hermanas y mi rol de combate era apuntador de MAG ... En mi último combate estaba a 150 metros de los soldados ingleses, peleamos toda la noche, nosotros aguantábamos en la pendiente ascendente de un cerro frente del pueblo, aguantamos hasta las 7:00, después de combatir toda la noche, nos quedamos sin municiones y tuvimos que replegarnos al pueblo."

En el desalojo de la posición tuvieron que abandonar los morteros Thompson-Brandt de 120mm.

El soldado conscripto Oscar Poltronieri se ofreció como voluntario para cubrir la retirada, y detuvo durante horas el avance de la Compañía Yankee con el disparo, en soledad pero preciso, de su ametralladora y fusil. 

Poltronieri es hijo de un puestero en la Estancia Santa Catalina.

Siendo todavía un recluta en fase de adiestramiento del servicio militar obligatorio, combatió en la guerra de las Malvinas, y fue uno de los 2 únicos soldados conscriptos argentinos —el otro fue Félix Ernesto Aguirre del BIM5, muerto en combate—, que recibió la Cruz la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate.

Durante la batalla del cerro Dos Hermanas, herido en combate, permitió el repliegue de todos sus compañeros, el pelotón del subteniente Aldo Eugenio Franco, con su ametralladora FN MAG.

Los hombres de Franco habían cubierto el retroceso de los defensores del Dos Hermanas Norte. 

Luego, durante la Batalla de Monte Tumbledown (el 13/06/1982, un batallón británico de la Brigada 5 lanzó un asalto nocturno sobre la altura de Tumbledown, que sorprendió a los soldados del batallón argentino que la defendían), Poltronieri guió al pelotón de ingenieros anfibios del teniente de corbeta Héctor Omar Miño en un contraataque contra la Guardia Escocesa, que tiraba cohetes antitanques de 66 y de 84 milímetros, mientras 2 fragatas de la Royal Navy, HMS Yarmouth y HMS Active, bombardeaban Tumbledown con sus cañones de 114 milímetros.

Su relato: "(...) me encontré con un teniente de Infantería de Marina con el que hicimos el avance; yo iba adelante y atrás venían un montón de compañeros, cuando escuché una voz que no era de las nuestras. Entonces le dije al oficial que adelante nuestro estaban los ingleses tirando tiros y tomando whisky, y éste les arrojó una granada; ellos respondieron con fuego hacia nosotros y le dieron a él. Desde entonces, hace 30 años, no lo ví más; pero me dijeron que está vivo."​

Supuesto muerto en acción por su unidad, fue recibido con sorpresa y algarabía al regresar, 2 días después.

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