ENTREVISTA

DISPARÓ CONTRA KICILLOF Y LA CÁMPORA

Nielsen abre internas: "No se puede una reforma previsional pero seguramente haya una laboral"

El economista y exsecretario de Finanzas Guillermo Nielsen disparó contra el exministro de Economía Axel Kicillof: "Diría que es un ignorante de las leyes de mercado". En tanto, se postuló para liderar un eventual Ministerio de Economía: "Soy candidato, estoy en la lista corta".

Las internas entre los equipos kirchneristas y cristinistas están saliendo a flote antes de tiempo. Lo que se esperaba en un eventual gobierno, terminó siendo en plena campaña electoral. Quien dejó entrever esto fue el propio exsecretario de Finanzas entre 2003 y 2007, Guillermo Nielsen, autopostulado como "candidato" a suceder a Nicolás Dujovne si Alberto F. resulta electo en octubre, dejando trascender una futura reforma laboral:

El país está encorsetado con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Esto otorga una gran previsibilidad. No veo al país rompiendo con el Fondo. Cualquier gobierno que llegue necesitará el apoyo de Wall Street y de Washington. Cuando digo Washington me refiero al Tesoro americano, el mismo Fondo Monetario Internacional y también el Banco Mundial. Las empresas hacen bien en prever escenarios distintos, pero el encorsetamiento no abrirá brechas en lo coyuntural. Sí percibo la posibilidad de un cambio que el mercado no espera en caso de que gane Alberto Fernández: serán sorpresas agradables. El mercado está un poco trabado en la fantasía de que Cristina y Kicillof controlarán a Alberto.   

—¿Incidió la grieta?

—Quiero pensar que no fue la grieta. Acá hay hechos históricos. Cristina pidió por este acuerdo. Y antes, Néstor Kirchner.

—¿Por qué lo criticó parte del kirchnerismo?

No te podría decir por qué salen a castigarlo. También hay ahí un costado de politiquería. Hubo politiquería de los dos lados, pero el que empezó fue el Gobierno. El gran responsable es el que anuncia. Las cuestiones de Estado deben manejarse como tales. No va eso de sentirse un Astroboy que firma el acuerdo luego de una llamada telefónica.

—Se renegociarán los pagos. ¿La política económica también?

—Ahí entramos en otra dimensión. El Fondo tiene distintos programas. Los más livianos son los de stand by. Los de facilidades extendidas vienen acompañados de una cantidad de requisitos sobre reformas estructurales. Y ahí es cuando la cosa se complica. Llegan con una lista de pedidos, muchos de los cuales tienen lógica económica. Vos hablabas de la reforma previsional de Brasil hace un rato. El Fondo también la pedirá para Argentina. Y la lógica corresponde a que, cuando llegás al gobierno, ves que es el primer rubro de gastos. Y la contraparte es una estructura impositiva y la recaudación absolutamente debilitadas por años de despilfarro, malas inversiones. Todo lo que ya conocemos y que deviene en las crisis recurrentes de Argentina. Ahí es donde aparecen los problemas de tiempos. Hay cosas que modificar, pero no se puede hacer una reforma previsional para pauperizar todavía más al sector pasivo en Argentina. Habrá tensiones ahí. Pero seguramente haya una reforma laboral. Todos sabemos que hay leyes obsoletas. El mundo no funciona más así, salvo en algunas economías puntuales, con una altísima productividad, como la alemana. Nosotros tenemos sectores, como el agropecuario, que son de altísima productividad. Somos campeones en materia de soja y en la organización económica alrededor de la soja.

—Fuiste precandidato a jefe de Gobierno y a diputado del Parlasur por el Frente Renovador de Sergio Massa cuando Alberto Fernández era parte de ese partido. ¿Massa se diluye en el kirchnerismo o el kirchnerismo se diluye en Alberto Fernández-Massa?

—Ninguno de los dos se diluye. Son componentes de algo más complejo que está por verse cómo funciona. Hay que ver qué tienen en común Kicillof o La Cámpora con Massa. Hay un esfuerzo muy grande por construir la unidad. Es muy fácil el esfuerzo por la unidad cuando lo que está en juego es el resultado electoral. Pero en la cancha se verán los pingos

—A eso llamo “ver quién se diluye”. El Amazonas se junta con el Río Negro: uno es marrón y uno negro. Pero al cabo de cierta cantidad de kilómetros, el marrón es todo el río. En algún momento, alguna de las dos culturas tendrá que predominar.

—Hoy no lo veo fácil de predecir. En esto solo puedo opinar como lector de diarios. Yo soy economista y aunque conozco de primera mano a los personajes que vos mencionás y trabajo con Alberto, no sé cómo se dará en la realidad.

—¿Cómo definirías a Alberto Fernández en términos económicos?

—Alberto Fernández en economía es una persona preocupada por el gasto social, y porque su gestión permita crear una sociedad de respeto democrático y en crecimiento, algo que los argentinos parecimos olvidar. Entiende perfectamente, además, que el crecimiento tiene componentes instrumentales. El mundo y la Argentina no están para políticas que se practicaron en los años 50 o 60. Este es otro mundo.

—¿Podríamos decir que Alberto Fernández, en términos económicos, es una persona que respeta la ortodoxia?

—Seguro. Seguro. Hemos tenido reuniones y almuerzos con Javier Milei, por ponerte un referente liberal explosivo desde el punto de vista mediático, uno de los economistas mejor formados de la Argentina, no te quepa la menor duda. Más allá del Milei mediático, del de los debates, y de esa rapidez genial que tiene, es un tipo muy formado. Hemos tenido reuniones, hay diálogos con muchos colegas, tanto liberales como gente...

—Hay personas que creen que el Estado tiene que intervenir más y personas que creen que el Estado tiene que intervenir menos. ¿Cómo colocás a Alberto Fernández en ese diapasón?

—Diría que tanto mercado como sea posible, y tanto Estado como sea necesario. Sería socialdemócrata.

—Esa que diste es la definición del Partido Socialdemócrata en Alemania en 1958.

—Sí, sí, eso. Desde ese punto de vista, pero el peronismo es una forma, ha sido una forma, ha tenido distintos momentos, digamos, ¿no? Una cosa, un Cafiero socialdemócrata, otra cosa Menem con rasgos liberales.

—¿Y Massa? ¿Cuáles serían las diferencias entre Massa y Alberto Fernández?

—Sergio Massa está económicamente muy influido por sectores hiperproteccionistas, que atrasan cincuenta años. La batalla por el impuesto a la renta financiera no solo fue un grave error. No solo fue engorrosísimo, sino que además no recauda nada. Solo un 1% de la recaudación llega del impuesto a la renta financiera. Esto, que fue absolutamente predecible, aceleró la salida de capitales de la que hablábamos antes, con la salida del carry trade. Fueron hechos que se dieron en sincronía. Massa tenía esa idea. Pero, en definitiva, todo sucedió por responsabilidad del Gobierno. Quien firmó las decisiones fue el Gobierno.

—¿Vos sos el liberal dentro del peronismo?

—Soy liberal, pero sobre todo soy economista profesional. El herramental neoclásico es muy importante para entender la economía y para modificar la política económica. No le tengo miedo.

A su vez, también criticó al gobierno nacional porque "no aprendió nada de sus errores": "Desde el punto de vista de la política monetaria se está volviendo a cometer un error, el del carry trade. Fue algo costoso para la Argentina. Y hoy está de nuevo en vigencia. Es la demostración de que la gestión económica del Gobierno no aprende. No se aprendió nada de la situación traumática con Toto Caputo al frente del Banco Central".

"Lo de Brasil (reforma previsional) va a tener un impacto grande en Argentina. En muchos aspectos. Hoy el hijo de Jair Bolsonaro está pidiendo un lugar en Washington para uno de sus hijos como embajador. Eso implica más que relaciones carnales. Es un cambio de paradigma muy grande. Hasta ahora no le estaba yendo muy bien a Bolsonaro en economía. Con esto, busca un segundo aliento", agregó sobre lo que está ocurriendo a escala regional.

  

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