GLOBAL

ANTE LA CRISIS PETROLERA

China se une con sus enemigos asiáticos al proteger el petróleo saudí (y a sí mismos)

Los ataques a las refinerías sauditas tuvieron un gran impacto sobre la economía global, así como también sobre las decisiones políticas ya que, por ejemplo, el encuentro que podría haber existido entre Irán y Estados Unidos ya no será, y Rusia salió a aprovechar la oportunidad y venderle sistemas de defensa a Arabia Saudita. Pero quienes también reaccionaron fueron los gigantes asiáticos: China, Japón, India y Corea del Sur, y mientras están los aliados de Estados Unidos y los del bando contrario, todos coinciden y priorizan el acceso al petróleo.

El continente asiático comprende casi el 70% de las exportaciones del petróleo saudí, es así que fueron una de las regiones más afectadas luego de la explosión y el ataque a las 2 refinerías de Saudi Aramco el pasado fin de semana, ya que a comparación del efecto que esto causó en la economía global, estos países: Corea del Sur, Japón, India y China, sufrirán el mayor impacto porque su economía depende de ellos. Aunque es algo difícil intentar imaginarse que todas estas regiones tengan intereses en común.

"Pekín está preocupado por las consecuencias de los ataques contra las instalaciones petroleras en Arabia Saudí para el mercado petrolero mundial", aseguró este martes 17/09 la portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying luego de que el lunes anterior el petróleo toque sus precios máximos desde la Guerra del Golfo en 1991 ya que se incrementó hasta un 19,5%. Esta es una baja que China no está en condiciones de soportar teniendo en cuenta su debilidad consecuente de la guerra comercial con Trump.

Si bien Arabia Saudita ya anunció que ya ha restablecido la mitad de la producción de petróleo, la cuál fue totalmente suspendida luego de los ataques, esto no es completamente una solución y los países compradores siguen alarmados, al igual que los propios saudíes que aseguran no saber quien estuvo detrás de los ataques. "A finales de septiembre el reino árabe alcanzará los 11 millones de barriles de petróleo diarios (bpd)", explicó desde Riad el ministro de Energía de Arabia Saudita, Abdulaziz bin Salman, y claro asegurando el suministro total de petróleo a sus clientes.

Sin embargo la preocupación continúa, tanto que Japón y Corea del Sur también intentan equilibrar los lazos entre Irán y Arabia Saudita y así poder restableces el mercado petrolero y que este funcione sin restricciones, sin contar las de Estados Unidos a Irán por supuesto. Sin embargo tengamos en cuenta que Estados Unidos es famoso por aplicar presión para lograr el apoyo de sus aliados, en este caso en contra de Irán, y es algo que no favorece al escenario global.

Por otro lado es la primera vez en mucho tiempo que Japón y Corea del Sur quieren cosas similares en términos de comercio. Desde la Corea aliada de Estados Unidos, el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que los últimos ataques, como los anteriores en oleoductos y en Estrecho de Ormuz, atentan directamente sobre la "seguridad y estabilidad energética a nivel mundial", aseguran desde Bloomberg. Es así que a través de un comunicado, el presidente Moon Jae-in ordenó una reunión de emergencia para recordar la situación.

A su vez en Japón la situación es un poco más complicada debido a que es la segunda economía más grande de la región luego de China, y también es aliado número 1 de Trump en la región. Sin embargo a través de un comunicado aseguró hacer todo lo posible por mantener la paz en Medio Oriente, algo que va en contra de lo que al parecer quiere hacer Trump y su círculo rojo, ya que el vice presidente, Mike Pence ya aseguró que las tropas norteamericanas estarían listas para un contraataque en defensa de los saudíes.

Aunque también tengamos en cuenta que Corea y Japón no están teniendo su mejor relación en la actualidad dado que el pasado jueves 02/08 los surcoreanos decidieron desechar un acuerdo con el objetivo de compartir inteligencia militar entre ambos países, un gran golpe a la política exterior y relaciones diplomáticas de Trump ya que dos de sus aliados estuvieron al borde de seguir sus pasos y convertirse de ingresar en otra guerra comercial.

El tratado que los relacionaba fue llamado GSOMIA, el Acuerdo de Seguridad General de Información Militar. El mismo tendría que haber sido renovado el próximo sábado pero Corea del Sur, frente a previas decisiones comerciales de Japón a principios de mes, la cuál consistió en eliminar a Seúl de la lista de socios comerciales del país, decidió retirarse.

Quien también hizo su aparición en el panorama internacional fue India, que si bien también enfrenta las restricciones impuestas por Estados Unidos para recibir petróleo iraní, y en consecuencia tuvo que reducir los envíos de petróleo, este se encuentra en una peor situación sobretodo política cuando el gobierno de Narenda Modi tomó las calles del territorio pakistaní: Cachemira. En tanto Modi también lucha contra la economía, y la realidad es que como todos los países, por más arsenal nuclear que exista, también enfrenta una situación económica algo difícil.

En conclusión, desde Bloomberg aseguran que todos los países asiáticos recientemente mencionados se unan por garantizar el suministro de energía estable. "China argumentará que Estados Unidos es un socio voluble y poco confiable que provoca disturbios e inestabilidad en una región estratégica clave, y la narrativa china será que si te esfuerzas por alinearte con los Estados Unidos, estarás asociado con eso" dijo a Bloomberg, Alexander Neill, miembro senior de Shangri-La Dialogu.  

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