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Aumentos en naftas y carnes alimentan a la inflación de Julio, que no para

Este lunes 1/7, YPF aumentó el precio de sus naftas un 2,5% y del gasoil el 1,7%, producto de los precios liberados por el Gobierno y que se ajustaron por el incremento del valor del petróleo ya que el dólar se mantuvo calmo en junio. Con el conocido impacto en toda la economía, al aumento de los combustibles lo acompaña el del precio de la carne. En Córdoba, ya aumentó junto con los productos secos un 3,1% en junio, después de un par de meses con precios relativamente estables.

Arrancó julio con el usual aumento en los combustibles, una variable que impacta en toda la economía. YPF dispuso un incremento de 2,5% para la nafta y 1,75% el gasoil. Resta que las demás petroleras sigan su camino.

El aumento ocurre a pesar de que el dólar se mantuvo calmo en junio y que el Gobierno nacional postergó la aplicación de una parte de los impuestos al sector, sin embargo sí se modificó al alza el petróleo a nivel internacional, es que la tercera variable de ajuste.

Con el oficialismo apostando casi toda su suerte electoral a una mejora en la economía, la suba de los combustibles no hace otra cosa que darle más impulso a la inflación, y aún faltan más aumentos.

Según el relevamiento que realiza el diario La Voz entre las cuatro cadenas minoristas más importantes de la ciudad de Córdoba, en junio, los precios de una canasta típica para una familia de clase media de cuatro integrantes se encareció un 3,1%.

Ya en Urgente24 advertimos en abril pasado que el aumento en los precios de la carne había caído a su nivel más bajo en 9 años.

En el primer trimestre de 2019, el consumo de carne vacuna por habitante se desplomó un 13,4% y tuvo el peor registro de los últimos nueve años.

Se ubicó en menos de 50 kilos por habitante para el primer trimestre del 2019 (49,6 kg/hab/año), resultando 13,4% menor al consumo del primer trimestre de 2018.

Volviendo al relevamiento cordobés, el costo de la carne se ubicó en junio en 15.192,86 pesos, unos 460 más que los $ 14.733,40 que eran necesarios en mayo.

En el primer semestre, el incremento de precios rondó el 23,58%: a fines de 2018, el mismo conjunto de productos tenía un costo de $ 12.293,77. Vale decir que, en lo que va de 2019, se necesitan $ 2.900 más para pagar el mismo carrito.

Y, en la comparación anual, la evolución de esta canasta acumula un alza del 65,56%, ya que en junio del año pasado demandaba $ 9.176,87, unos seis mil pesos menos.

La persistencia de los aumentos en los productos de mayor rotación explica, en parte, la fuerte baja en la demanda que experimentan los súper e hipermercados: según el Indec, en abril (último dato disponible), las ventas minoristas en estos centros de compra se desplomaron un 12,6 por ciento.

En mayo y en junio, la baja en las ventas fue algo menor, pero también significativa.

Después de un par de meses con precios relativamente estables, las carnes marcaron los mayores aumentos: 5,9% en promedio. La carne molida y el jamón cocido mostraron fuertes alzas, en ambos casos superiores al 18%, mientras que los cortes más caros, como la nalga y la costeleta ancha, aumentaron en torno al cuatro por ciento.

¿Un anticipo de lo que podría extender a todo el país?

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