OTRO CONFLICTO

Abad y la estocada del "unicornio" mimado de Macri

El jefe de la AFIP pretende cobrarle al gigante argentino del e-commerce una deuda de $500 millones producto de exenciones que la firma no debería cobrar, según el organismo recaudador. La compañía denunció el "cambio reglas" e insinuó salida del país. Pero el Presidente la ponderó dejando a Abad en una situación incómoda apenas días después de que corrieran versiones sobre su renuncia.

No terminaban de disiparse los rumores sobre una inminente salida de Alberto Abad de la jefatura de la AFIP cuando estalló otro conflicto que vuelve incómoda la continuidad del titular del organismo recaudador.

Inicialmente, corrió la versión de que Abad se iría de la AFIP agotado por conflictos internos en el Gobierno. La filtración de datos sobre el blanqueo, que expuso al entorno del presidente Mauricio Macri, y visiones encontradas sobre cómo resolver la deuda que la empresa postal OCA mantiene con el fisco habrían dejado a Abad en una situación frágil.

Abad finalmente no renunció (aunque se había barajado el nombre de su reemplazo). Pero, nuevamente, parece configurarse un escenario que lo dejaría sin respaldo político, más allá de que por ahora no se habla de una eventual salida del funcionario.

Esta vez el centro de la crisis es la empresa de comercio electrónico Mercado Libre. Recientemente se supo que la AFIP le reclama una deuda de $500 millones en concepto de exenciones impositivas vinculadas a la promoción de la industria del Software que la firma que dirige Marcos Galperín no debería gozar, dicen en el organismo recaudador.

"Se concluye que Mercado Libre SRL no se encontraría beneficiada por las dispensas tributarias establecidas en el ordenamiento analizado, tanto por las observaciones realizadas respecto de su actividad principal como por el incumplimiento de requisitos esenciales definidos en el plexo normativo", le comunicó la AFIP al ministerio de la Producción, que ejecuta la promoción mencionada, según informó el diario La Nación.

La compañía dice no haber recibido tal notificación y defiende su inclusión en el régimen. Pero eso no es todo: recibió un guiño político del presidente Macri que no debe haber caído nada bien en las oficinas de la calle Hipólito Yrigoyen.

"Todos están hablando de cómo está acelerándose el proceso digital, a la velocidad que tiene todo esto. Que en cuatro o cinco años nadie va a reconocer cómo va a funcionar el comercio. Lo que está significando Amazon, que por suerte nosotros tenemos nuestro Mercado Libre, la revolución del abastecimiento y la logística, la reducción de costos, necesitamos ser parte de eso", dijo Macri en un acto en La Matanza un día después de que trascendieran las pretensiones de la AFIP.

Pese al respaldo presidencial, una suerte de desautorización de Abad, Galperín insinuó que podría radicar la sede de Mercado Libre en otro país. “¿Vieron que Amazon está haciendo un concurso de ciudades/países para ver dónde pone su segunda sede? Puede ser una buena idea que nosotros hagamos lo mismo, ¿no?”, se preguntó el empresario tras retuitear un mensaje de Jacobo Cohen Imach, vicepresidente del portal de comercio electrónico, quien afirmaba que “es difícil tener tu casa matriz y competir versus las mayores empresas del mundo en un país donde, diez años y cuatro auditorías más tarde, te amenazan con cambiar las reglas de juego (y te enterás vía la prensa)”.

Esta semana Galperin había sido noticia además porque su nombre figuraba en los "Paradise Papers", una lista de empresarios argentinos y otros países del mundo con sociedades offshore en distintos paraísos fiscales. En esa investigación, se develó que Galperín invirtió en Sur Capital Managers Land Investments, una firma basada en las islas Vírgenes Británicas que a su vez destinó US$ 10 millones a la productora de granos local El Tejar.

En el mundo tecnológico, se conoce como "unicornios" a una compañía que alcanza un valor de US$1.000 millones. Mercado Libre está valuada en US$10 mil millones. Es un "unicornio" mimado por el presidente Macri que podría darle una estocada al jefe de la AFIP.

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